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06/05/2004
Caso Fraticelli

Un Tribunal internacional investigará a los jueces


La Comisión Interamericana de Derechos Humanos aceptó abrir una investigación sobre la presunta violación de las garantías constitucionales durante el proceso judicial al ex juez de Rufino.


El rafaelino Carlos Andrés Fraticelli, ex juez Penal de la localidad de Rufino -donde residía junto a su familia- fue condenado a prisión perpetua en primera y segunda instancia como coautor del asesinato de su hija Natalia. El abogado Jorge Salum-, informó que el organismo internacional notificó su decisión al Estado argentino y le otorgó un plazo de dos meses para que formule sus «observaciones» sobre el caso.


El gobierno nacional trasladará posiblemente ahora esa resolución al Estado santafesino, en cuyo ámbito primero destituyeron a Fraticelli como Juez de Instrucción y Correccional, y luego lo sentenciaron por el crimen de su hija en complicidad con su esposa, Graciela Diesser.


Esta decisión alienta las expectativas del ex juez de Rufino de obtener la anulación del proceso iniciado en su contra. Fraticelli, que está recluido en la alcaidía de la Jefatura de Melincué, se enteró de esta decisión y lo tomó con «serena alegría», según contó uno de sus abogados, Carlos Edwards.


Esta es la primera vez en la historia institucional de Santa Fe que la CIDH (con sede en Washington, Estados Unidos) admite una petición de este tipo cuando el caso aún no tiene sentencia definitiva, y uno de los pocos ocurridos en la Argentina.


Además, no existen precedentes de un recurso similar otorgado a favor de un ex integrante del Poder Judicial de una provincia argentina sometido a juicio por la comisión de un delito.


El argumento de Fraticelli y sus abogados para pedir la intervención de este organismo, que funciona en el marco del Pacto de San José de Costa Rica al que la Argentina otorgó rango constitucional en la reforma de 1994, es que al menos dos de los jueces que intervinieron en el proceso judicial en su contra prejuzgaron abiertamente sobre su autoría en el crimen de Natalia.


De ese modo, sostienen, esos magistrados violaron la garantía del juez o tribunal imparcial y así perjudicaron a Fraticelli.


La esposa


«¿Por qué estoy acá». Dicen que es la pregunta que Graciela Dieser dispara a sus abogados cada vez que van a visitarla en el presidio de Melincué o en la clínica de Venado Tuerto donde tratan sus crisis depresivas.


Cuatro años después, la mamá de Natalia Fraticelli sigue afirmando que ella no la mató y sus abogados, al igual que los de Carlos Fraticelli, libran una batalla en la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe para anular el proceso. El caso llegó a la Corte en octubre del año pasado y todavía sigue allí.


Sus seis miembros deben establecer si el proceso contra Dieser y Fraticelli fue legal o no, y esa decisión confirmará o dejará sin efecto la condena a prisión perpetua de ambos como coautores del homicidio de su hija Natalia.


Dos fallos ya atribuyeron la muerte de la chica a un asesinato cometido por sus padres, pero ellos insisten que son inocentes y sus abogados hacen graves críticas al modo en que los acusaron.


Bajo la lupa de la CIDH


El ex juez penal de Rufino ya dio el primer paso y consiguió que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) pida explicaciones al Estado argentino acerca de cómo se hizo el juicio y cuál fue el comportamiento de los jueces Carlos Risso ( muerto en un extraño accidente cuando salía de un casamiento) y Marta Burrone de Juri.


Esa decisión puso al máximo tribunal de la provincia ante la perspectiva de convalidar un juicio que luego podría ser declarado nulo por la Corte de la Nación o por organismos internacionales, y acaso se esté demorando la salida del fallo.


Si fuera así, nadie en la Corte lo admitiría. «Lo estamos estudiando. Es un caso muy complejo y necesitamos tiempo», dijo uno de los jueces en riguroso off. El magistrado no se animó a anticipar cuánto tiempo falta para conocer el veredicto, pero dejó en claro que no será en el corto plazo.


El 20 de mayo se cumplirán cuatro años desde la muerte de Natalia. Dieser está detenida desde entonces y Fraticelli fue arrestado a fines de 2000.


Los miembros de la pareja tienen abogados distintos, pero los argumentos de sus defensores se parecen. Sostienen que ambos fueron víctimas de un proceso plagado de vicios y que algunos fueron muy graves.


Uno de ellos es que Risso y Burrone de Juri prejuzgaron sobre la culpabilidad del matrimonio, violando así sus derechos de comparecer ante un tribunal imparcial. Y otro, aún más grave si fuera cierto, es que sólo se investigó una hipótesis: aquella que apunta que a Natalia la asesinaron y que los autores fueron sus padres.


Todo indica que sólo hubo una suposición: con la muerte de Natalia se presentó desde el primer día como un crimen. Según la fiscal Graciela Mastrocésare, de Venado Tuerto, la chica fue sofocada y estrangulada por sus padres en un plan homicida.


Pero Fraticelli y Dieser no sólo niegan esta acusación: también dicen que no hubo crimen. Sus abogados afirman haber probado que la chica se suicidó Sobre esta controversia ya hubo dos veredictos. Tanto el juez de Sentencia de Melincué, Fernando Vidal, como la Cámara de Apelaciones de Venado Tuerto dieron la razón a Mastrocésare.


Pero en este tribunal, de cinco miembros, no hubo unanimidad: dos magistrados no hallaron motivos para condenar a Fraticelli (uno sólo encontró culpable a Dieser), y uno de esos dos jueces asegura que no hubo asesinato. La posición de estos jueces terminó por convencer a los defensores de sus argumentos. Y fortaleció en ellos la idea de que Dieser y Fraticelli fueron condenados injusta y arbitrariamente.


Ya en su alegato ante el juez Vidal el abogado de Dieser, Héctor Superti, había afirmado que la fiscal Mastrocésare nunca analizó las pruebas ofrecidas por la defensa. Para él, ésta fue sólo una en la larga cadena de irregularidades del proceso. Y no una cualquiera: esas pruebas demostrarían que Natalia murió por una crisis epiléptica que ella misma provocó al ingerir una droga contraindicada para su enfermedad.


Vicios y ausencias

Las defensas propusieron además pruebas que nunca se practicaron. Y apuntaron contra supuestos vicios de las condenas dictadas primero por Vidal y luego de la Cámara Penal de Venado Tuerto: uno de ellos es que fuerzan la interpretación de los indicios para favorecer siempre a la hipótesis del homicidio, y otra es que nunca ningún juez describió cómo hicieron Dieser y Fraticelli para sofocar y estrangular a la hija. «Y esto -afirmaron- es imprescindible para explicar una conducta semejante».


De hecho, la Jueza Burrone de Juri afirma en su fallo que la muerte de Natalia se podría haber explicado como un suicidio, «de no haber existido los síntomas del estrangulamiento». Sucede que según los expertos consultados por Superti como peritos de parte eso no ocurre, porque el cadáver no presenta ninguno de los signos típicos de una muerte por esa vía.


La camarista venadense sostiene incluso que no tiene elementos para explicar las razones de lo que considera un crimen y extrañamente contradice a su colega Vidal, cuyo fallo condenatorio confirmó. «No percibo que Natalia haya sido un estorbo en la vida familiar, o un fracaso personal de los padres», escribió en su veredicto.


El argumento resulta cuanto menos extraño si se tiene en cuenta que para la fiscal Mastrocésare y el Juez Vidal, ese había sido precisamente el móvil del asesinato. Estos son sólo algunos de los temas que ahora estudia la Corte.


El máximo tribunal debe convalidar o anular este pronunciamiento, pero no dirá si Fraticelli y Dieser son culpables o inocentes sino si el proceso que los condenó es válido o nulo. La proyección de las dos alternativas posibles provoca tensión entre los miembros , especialmente ahora que la Cidh se propuso poner la lupa sobre la actuación de Risso y Burrone de Juri.


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