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28/04/2004
Solo faltaba el coronel Buendía.

La justicia de los pobres.


juicio_chileno2804 (14k image)La sentencia se conocerá el viernes. Al chileno se lo acusa de encubrimiento en el hurto de un ciclomotor. En el Juzgado Correccional Nº 1, testimoniaron testigos de nuestra ciudad. El fiscal pidió un año de prisión y el abogado defensor su absolución.


El estado de la Justicia en nuestra región no escapa a la triste realidad que se vive en el resto del país.

El juzgamiento de Juan Carlos Marchioni Robles, es un ejemplo de los cambios que deben tener en los procedimientos judiciales. En un país con tantas necesidades económicas y sociales el caso del chileno Marchioni, nos debe doler.


El acusado fue juzgado por encubrimiento en el hurto de un ciclomotor. La causa judicial lleva el Número 424/02. El pequeño vehículo fue encontrado reacondicionado y siguió prestando servicio en el parque automotor de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Colón.


Sin embargo para ser juzgado en juicio oral y público Marchioni debió ser trasladado por el Servicio Penitenciario Federal desde la Unidad Carcelaria Nº 11, ubicada en Roque Saenz Peña, provincia de Chaco, hasta la Unidad Carcelaria de Marcos Paz. Como se recordará el reo está cumpliendo una condena dictada por la Cámara Federal de Rosario.


El martes Marchioni fue trasladado desde Marco Paz a la Departamental Judicial de Pergamino.
Cabe destacar que Marchioni Robles llegó a Pergamino con dos horas de retraso. El acusado estaba vestido con vaquero, camisa, campera y zapatillas. Su estado físico a pesar del encierro parece óptimo. No quiso que le sacaran fotos y ya en la sala de audiencia se lo pidió expresamente al juez Martín. El acusado estaba custodiado por cinco guardias del Servicio Penitenciario Federal.


El “Chileno” como se lo conoce en nuestra ciudad, para ser juzgado tuvo que recorrer casi 1300 kilómetros de ida y ahora le espera una larga vuelta a la cárcel de Roque Saenz Peña.
En el último tramo de su traslado desde Marcos Paz a Pergamino (500 kilómetros ida y vuelta) y donde viajó en una camioneta biturbo, solamente en combustible (gas –oil) se habría gastado 160 pesos. A esta altura no es alocado pensar que esta causa le costó al Estado (Provincial y Nacional) el valor de varios ciclomotores.

El juicio


La causa judicial fue llevada adelante por la instructora judicial Susana Gandolfo y el Fiscal Juan Andrés Gracia. El abogado defensor de Marchioni es José Alberto Raimundo.


El juicio oral y público se realizó en la pequeña sala del Juzgado de Correccional Nº 1, a cargo Roberto Delfín Fernández, subrogado por Eduardo Timoteo Martín, Secretaria de el Dr. Carlos Pico.
En el juicio oral declararon los siguientes testigos: Faustino Bobet, oficial policial, Marcelo Barrozo, suboficial policial, Raúl Burzio, ex inspector de Tránsito Municipal, Jorge Jesús Alejandro Rivero, ex inspector de Tránsito, Jorge Balaguero y el fotógrafo Segundo Quiroga. Los testigos en la mayoría de los casos no recordaban con claridad el procedimiento policial y reafirmaban el acta firmada.
El delito de encubrimiento prevé una pena de 6 meses a tres años de prisión. El fiscal pidió un año de prisión y el abogado defensor la absolución.


La condena se conocerá hoy viernes. Según se dirima en el tribunal al acusado se le podría complicar la libertad, por buena conducta, prevista para junio de 2005. Se debe recordar que fue sentenciado por la Cámara Federal de Rosario por la comercialización de estupefacientes.

El delito


El 14 de diciembre del 2000, en la casa de Marchioni, ubicada en 22 entre 55 y 56, se encontró parte de un ciclomotor que había sido hurtado del Centro Cívico al Director de Tránsito Municipal, Faustino Bobet.


Una mujer que declaró en el expediente señaló: “ el hurto lo realizaron los cabezones Romeros, porque necesitaban armar un ciclomotor color rojo” agregó: “ si ahora hacen una allanamiento en la casa de el chileno Marchioni van a encontrar la moto”.


El allanamiento se realizó con orden judicial y se encontró una bobina, parte de un faro trasero y un trozo de plástico. El resto del vehículo se encontró en las escaleras de un departamento en el Barrio Mirador del Lago.



Antecedentes

Los antecedentes de Marchioni son extensos y relacionados con el consumo de droga. En este sentido, a finales de la década de los ochenta se intento recuperarlo de su adicción. En ese entonces, el padre Denis Kirpatrick lo envió a una granja terapéutica ubicada en la localidad de Conesa. Los problemas de conducta se sucedieron y Marchioni pasó a estar internado en un instituto de rehabilitación de la localidad de Morón. Por aquella época y en varias ocasiones la policía había secuestrado droga en su poder. En l993 y luego de un operativo policial donde se le encontró cigarrillos de marihuana, el Tribunal de San Nicolás a cargo del juez Carlos Villafuerte Ruso, lo sentenció a tres meses de prisión.


Cámara Federal


En la actualidad Juan Carlos Marchioni Robles cumple condena en el Penal de Saenz Peña Chaco. Como se recordara Marchioni fue sentenciado a seis años de prisión en un Instituto Carcelario por infringir la ley de estupefacientes. La Cámara Federal de Rosario pidió además que sea enviado a un pabellón donde se pueda rehabilitar. El fallo salió dividido, votando el Dr. Santiago Huarte en disidencia parcial.


El “Chileno” Marchioni fue detenido por la policía cuando allanaron su casa el 30 de junio del 2001 y cumplirá la condena el 30 de julio del 2007. Por buena conducta podría salir en junio del 2005.


En su descargo, y antes de que sea leída la sentencia, el acusado señaló a los jueces: “Yo quiero... que el Tribunal sepa que no soy un santo pero tampoco soy el ogro... tengo algunas responsabilidades pero no todas... no lo niego, además quiero que se tome en cuenta mis condiciones físicas...”


Al comienzo del juicio, en su declaración ante los jueces, había admitido “consumir” pero no “comercializar”.


El fiscal Eric Franc War había pedido siete años de prisión y una multa de 250 pesos, acusándolo como responsable de comercialización de estupefacientes a menores de edad.


En tanto, la defensora oficial, Dra Beatriz Cavallero, atacó la investigación policial y los datos obtenidos por los policías y los catalogó de “insuficientes”. “No se pudo comprobar la venta de estupefacientes en forma directa”, argumentó.


Además agregó: “En junio del 2001 Marchioni no podía con su propia alma, menos se podía encargar de sus hijas. Las adolescentes que iban a su casa era por amistad con sus hijas”. Por último afirmó ”que los 30 gramos de marihuana hallada y la “tuquera” (pipa para fumar) era para consumo personal del acusado”


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