«Deben trabajar más y tener más dedicación y racionalidad»

El ministro de Justicia de la Provincia, Eduardo Di Rocco le reclamó a los jueces de la Provincia «más racionalidad». Agregó que son ellos los que tienen un alto grado de injerencia para frenar la violencia.

El ministro Eduardo Di Rocco aseguró que actualmente el sistema judicial bonaerense tiene un cuello de botella en la indefinición de la situación del 84 por ciento de los presos sin sentencia que hoy mantiene el Servicio Penitenciario Bonaerense. Se desarrollará la segunda reunión de los encargados de llevar adelante la reforma del sistema judicial bonaerense.

- Por estos días el 90 por ciento de la gente no cree en la Justicia, ¿cómo ve usted que está funcionando?
- Hay buenos jueces, excelentes jueces y hay jueces que no funcionan. Quizás por capacidad, por idoneidad o porque les falte carga horaria. Hay fiscales que no cumplen horarios. defensores que no visitan a sus defendidos.

El gobernador Solá señaló que la justicia se maneja en forma corporativa y citó el ejemplo del doble asesinato de Avellaneda donde nadie prestó atención a las declaraciones de los padres de Mariela Martínez e incluso no explicaron cómo actuaron.

- No creo que la justicia sea una corporación. Aunque en Avellaneda los fiscales debieron explicar su trabajo, porque el ministerio público representa al pueblo

¿No cree que la Justicia debe también atender los reclamos de transparencia de la sociedad?
La Justicia tiene que trabajar más, tiene que estar más cerca de la gente, ser más abierta. Los jueces, fiscales y defensores tienen que trabajar más. Tienen que poner más carga horaria, más dedicación, más racionalidad frente al conjunto de delitos en los que está inmersa la sociedad.

Un caso concreto, el de Lala López un tipo con antecedentes por delitos graves que estaba preso, pero le permitieron salir al cambiar una caución real por una caución juratoria. Así una simple firma permitió que Lala López saliese, para cortarle el dedo a Belluscio, para secuestrar a Rodríguez. Hay que poner racionalidad y tienen que saber en qué mundo estamos viviendo.

En la violencia en que la Argentina está inmersa los jueces deben tener un alto grado de racionalidad y responsabilidad para contribuir al cese de esta violencia. (Di Rocco no lo nombró, pero el camarista que permitió la libertad a sola firma fue Fernando Martotto, uno de los funcionarios más críticos del Ejecutivo provincial)

Celeridad a los jueces

Di Rocco le reclamó a los jueces de la Provincia de Buenos Aires que trabajen en la situación de los presos de la Provincia y advirtió que la cantidad de procesados impide iniciar una tarea de resocialización. Dijo además que hay que implementar más recursos para permitir la salida de los presos que, por ejemplo, ingresaron por primera vez a una cárcel o comisaría.

«Necesitamos que el 84 por ciento de los procesados sean rápidamente condenados o absueltos, no podemos resocializar a quienes no están condenados y tienen una presunción de inocencia» y agregó que hay que «incentivar el control sobre disposiciones especiales como la probation, las salidas transitorias o la pulsera de seguimiento, siempre en el marco de la racionalidad que determine el juez».

Queremos que la justicia decida, que tomen conciencia que estamos teniendo un cuello de botella», acotó el Ministro.

El sistema Penitenciario bonarense tiene 24 mil internos; el 84 por ciento de ellos no tiene una condena firme, es decir están en calidad de procesados y no son alcanzados por el Código de Ejecución Penal que debería regir sus vidas en las cárceles.

Así pueden negarse a trabajar o a realizar determinadas rutinas que deberían tener como objetivo la resocialización del interno. Los procesados son los presos que insumen más dinero a la Provincia. Di Rocco admitió el cuello de botella en el tema y le reclamó a los jueces «racionalidad» para manejar el tema.

La Corte evaluará a los jueces
El ministro de Justicia admitió que prefiere que sea la propia Suprema Corte quien se ocupe de auditar el trabajo del sistema judicial bonaerense, mediante la conformación de un grupo de inspectores que actúen sistemáticamente. Agregó que hay que modificar la ley de enjuiciamiento de magistrados que permita encontrar mecanismos para cuestionar el trabajo de los funcionarios judiciales.

Es que ahora un juez sólo puede ser sometido a un jury si lo requiere alguien y además el proceso sólo tiene dos consecuencias posibles: lo absuelven o lo condenan y lo expulsan.

«Hay que buscar un método evaluatorio y ese método tiene que verse reflejado en una modificación de la ley de enjuiciamiento», dijo Di Rocco y afirmó que ahora todo está acotado a dos extremos claramente definidos: por un lado la absolución y por el otro lado la condena. «En el medio no hay nada, estamos buscando caminos intermedios que corrijan algunas desviaciones que los jueces tienen en relación a su desempeño, por ejemplo demoras excesivas en algunos fallos».

El Ministro aclaró que «no buscamos atacar la inamovilidad, estamos viendo como conseguir métodos evaluatorios sobre la eficacia y la eficiencia». En ese sentido afirmó que las causas para apercibir a los jueces pueden ser, nulidades manifiestas y reiteradas o poca dedicación al servicio de justicia.

Doble turno

La reforma del sistema judicial podría derivar en la ampliación del horario de atención de tribunales. Por estos días desde la Corte se está trabajando en una nueva implementación del horario de los tribunales.

No se trata de mayor carga horaria para los trabajadores sino que se buscan ampliar el horario de atención mediante un desdoblamiento del personal. Para concretar la medida serán muy importantes los meritorios, que son trabajadores que ingresan a la justicia y que por muchos años no cobraron sueldos, ahora 950 (la mitad del conjunto) fueron efectivizados y el año que viene se efectivizará al resto.

Policía judicial

La reforma judicial busca establecer un mecanismo que permita los fiscales discriminar entre las causas más importantes y buscar métodos para conjurar los posibles litigios que surgen de temas menores. Allí se buscan instaurar mecanismos como la mediación y la conciliación.

También se busca la creación de la Policía Judicial un organismo que quedó establecido en 1998 cuando se reformó el Código Procesal Penal de la Provincia, pero nunca se puso en marcha por problemas presupuestarios; la policía judicial reemplazaría al Policía Bonaerense en la investigación judicial que llevan los fiscales.