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21/05/2004
Problemática de la droga

Los adictos piden ayuda para salir del infierno


Casi diez mil pacientes fueron atendidos durante el último año por la Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos aires, por el consumo de sustancias psicoactivas, informó ese organismo.


En Colón el problema de la droga es central en la seguridad. Si realizáramos un estudio sobre los jóvenes que delinquen, seguramente comprobaríamos que un 90 por ciento consume estupefacientes y que la mayoría de ellos, roba para proveerse de droga.


Hace poco tiempo era sintomático que todos los jueves ocurriera un asalto. Las versiones indicaban que los delincuentes necesitaban el dinero para saciar su enfermedad. El problema que ya tiene una generación en otros grandes centros urbanos (muerte por sobredosis, estados depresivos que llevan al suicidio) está por desembarcar también en nuestra ciudad.


Cabe destacar que el consumo de droga no es excluyente de los jóvenes, si no que abarca todas las edades y profesiones. En Colón ya habría muertes y contagios de HIV (SIDA) a causa del uso compartido de jeringas u otros elementos. En tanto que en los últimos años hubo varios casos de sobredosis incluso con ácido lisérgico (sumamente adictivo).

El promedio de pacientes bajo tratamiento durante 2002 fue de 5845 personas. Dos años después la cifra trepó a 9934, lo que supone un incremento del 41 por ciento. En la región (Colón- Pergamino) el número de pacientes aumentó y bajo la edad de entrada a las adicciones (alcohol y estupefacientes).
De acuerdo con datos de la Subsecretaría, la población que actualmente se encuentra bajo tratamiento, posee una edad de inicio en el consumo de drogas o alcohol de 17 años, cifra que baja notablemente si se considera el inicio en el consumo de tabaco, que es a los 10 años.


El informe del organismo resalta que la información estadística que aportan las historias clínicas vigentes de los pacientes bajo tratamiento, no debe considerarse como un perfil epidemiológico general de la Provincia.


Es solo un perfil de la población asistida. Esta salvedad sirve para entender porqué de los testimonios de los propios pacientes suele no surgir con la intensidad que debieran cuestiones centrales del origen de la adicción. Por ejemplo, la mayoría no reconoce como sustancia de inicio el alcohol, pero en la casi totalidad de los casos se rastrea un abuso sistemático en las primeras etapas de la escalada adictiva.


De hecho, el 46 por ciento afirma que la primera sustancia fue la marihuana, y el 35 por ciento hace referencia al alcohol. Si se analizan las cifras que señalan la sustancia que motiva el inicio del tratamiento, la marihuana se mantiene como predominante 42 por ciento de los casos, seguida por el alcohol (29 por ciento) y la cocaína (20 por ciento).


El paciente promedio que llega al Centro Provincial de Atención (CPA) suele ingresar con un cuadro dilatado de consumo que supera los ocho años. El acortamiento de esta brecha resulta una de las claves de éxito en la prospectiva de recuperación de los pacientes y obviamente en la reducción de los daños.


Modos de consumo


En lo que se refiere a la modalidad de consumo, el 61 por ciento de los pacientes manifestó que lo realizaba a diario, un 57 por ciento que lo realizaba en forma grupal (34 por ciento consumía solo) y la práctica tenía lugar predominantemente en la calle (53 por ciento de los casos) y en el propio domicilio (24 por ciento). Consultados sobre los motivos del consumo un 25 por ciento hizo referencia a conflictos familiares y un 18 por ciento a la búsqueda de nuevas experiencias. Además, si bien un 77 por ciento convive con su familia de origen en una vivienda estable, lo cierto es que un 43 por ciento mencionó que la estructura familiar resulta abandónica.


Por lo general el paciente llega al servicio en forma voluntaria y aconsejado por alguna persona de su entorno. En este sentido, el Servicio de Atención y Orientación telefónico gratuito Fonodroga (0800-2225462), recibió durante este último año 13.886 llamados, de los cuales 9880 tuvieron relación directa con el consumo de drogas o alcohol.


Al trazar un perfil sobre el llamado, se establece que en su mayoría se receptan consultas de la madre del consumidor (20 por ciento) y del propio consumidor (12 por ciento). También en este caso se puede observar la problemática familiar, ya que en el 80% de los llamados se habla de una dinámica conflictiva, a lo que debe agregarse que el 30% afirma haber sufrido robos en el hogar.


Debe considerarse que este cuadro de situación sólo grafica el ingreso a los centros de la Red Asistencial de la Subsecretaría, por ende no puede adjudicarse al perfil epidemiológico de la población general. Esta red se encuentra conformada por 181 servicios de atención públicos y gratuitos, de diferente complejidad, para el cuidado de patologías ligadas al uso, abuso y adicción a sustancias psicoactivas.


Droga y delito


El 55 por ciento de los presos en cárceles bonaerenses consumieron drogas antes de ser detenidos. De un total de 18.976 internos, las estadísticas aseguran que 10.430 eran consumidores. En la mayoría de los casos, la primera adicción fue en la infancia y con pegamento.


Así surge de un estudio realizado sobre el total de internos en unidades provinciales -exceptuando los que están en tratamiento-, que entre otros datos destaca que el 86,8 por ciento de los adictos se inició en la droga entre los 10 y los 20 años.


Entre las historias que se conocieron a través del estudio, el director de la Secretaría de Conductas Adictivas y Uso Indebido de Drogas del Servicio Penitenciario bonaerense y responsable del trabajo, Alejandro Maggiora, contó que «hay uno que a los 6 años comenzó a consumir; 12 que lo hicieron a los 7; 49 a los 8; y 62 a los 9».


No obstante esos datos, cerca del 42 por ciento de los presos asegura que «el consumo de drogas tuvo relación con la pérdida de su libertad».
Según informaron los encargados del estudio, el monitoreo fue solicitado en julio del año pasado para evaluar la incidencia de la problemática adictiva en el ámbito delic-tual; y se tomó una población que al 23 de diciembre pasado, cuando finalizó el estudio, era de 23.046 internos, de los cuales cerca de un millar estaba en tratamiento, por lo que el universo para el análisis fue de 18.976.


De ese total, El 55 por ciento consumía drogas antes de caer detenido; el 97,7 eran varones; el 73,1 tenía entre 21 y 35 años y la casi totalidad (99,1 por ciento) era argentino.
La mayoría consumía más de una sustancia. El 74.4 por ciento dijo que consumía marihuana; el 58.6 cocaína y el 53,1, alcohol. El 86,8 por ciento se había iniciado entre los 10 y los 20 años. El 65,8 no habían pasado por institutos de menores y el 47,9 por ciento ya había estado preso con anterioridad


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