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18/12/2003
Por falta de planificación en la poda

La Municipalidad deberá gastar más dinero


arboles_taladic19 (17k image)La falta de un política coherente con el arbolado público obligará a un gasto extra a la Comuna.


Los cálculos que realizó Colón Doce indican que ahora se deberá gastar más de 60 mil pesos, que se pudieron ahorrar.


En los dos últimos años faltó planificación en el manejo del arbolado público de la ciudad. La carencia de una poda científica en la variada especie que pueblan nuestras calles y plazas desde hace por lo menos tres temporadas, obligará en el próximo periodo apto para llevar a cabo el recorte de ramas primarias y secundarias a un gasto extra excesivo.


Según nuestros cálculos, la ausencia de poda en los árboles en los dos últimos periodos, ya esta trayendo serios problemas con el alumbrado público y un gran peligro en tormentas de agua y vientos de baja intensidad.

La falta de decisión y la impericia de los funcionarios municipales para realizar la poda cuando era el tiempo debido (por crecimiento de las plantas) obligará a mayores gastos en el erario comunal. El sentido común obliga a decir, que los cálculos son fáciles de realizar.


El mayor gasto estará determinado en una mayor cantidad de horas hombres que se deberán pagar (más del triple), mayor cantidad de camiones utilizados y más combustible para trasladar las ramas a predios que deberán estar fuera del casco urbano.


Por otro lado, a los gastos expuestos se debe agregar la mayor dificultad de trabajo (más altura, más cerca de los cables) y la contratación de mayor número de maquinaria (grúas etc) para realizar la poda en el tiempo indicado. Además se deberá tener en cuenta, la utilización de sogas para no dañar viviendas y el aumento del peligro de accidente laborales no queridos con el personal, por trabajar a más altura y con mayores dificultades.

Coherencia


Por otro lado, tenemos un arbolado urbano sin coherencia en cuanto a las especies y las formas que tradicionalmente tuvimos para podarlos. Un ejemplo práctico, es que en los se quiso copiar la poda inducida que se práctica en los árboles que luce la ciudad de Mendoza, pero no se observó que en nuestra ciudad no existía uniformidad de especie y que a muchos de nuestros árboles la “ prueba” le iba a ser totalmente negativa.


Por otro lado, con respecto al recambio de árboles viejos, en la elección de la especie a usar, lo primero que se debe tener en cuenta es que no es aconsejable el árbol que mantenga hojas durante todo el año, porque se necesita que en el periodo invernal haya buena penetración de los rayos solares y que corra un buen aire para evitar la humedad de paredes etc. Por otro lado, se debe pensar que se pueden realizar podas de raíces superficiales para evitar el levantamiento de las veredas.


Las premisas


Un maestro de poda de la Escuela Salesiana de Ferré señalaba: “ el podar es un arte y no se puede salir con tijeras a asesinar árboles” . La poda debe ser científica y cada árbol un paciente, al cual se le debe estudiar detenidamente antes de acometer contra sus ramas.


En los árboles jóvenes, el objetivo de la poda debe ser darles una estructura vigorosa. A medida que maduran, la meta de la poda será, más bien, mantener su estructura, su forma, su salud y su apariencia. En nuestra ciudad lo único que no se mantuvo son estos preceptos básicos.

En la poda correcta, los cortes se hacen en los nudos, es decir, en la unión de las ramas o vástagos. Se debe tener en cuenta que en primavera, el crecimiento anual empieza en las yemas y los vástagos, hasta que se forma un nuevo nudo.


Legislación


Por otro lado, ante las numerosas quejas de vecinos el Concejo del Arbolado, junto a los concejales de nuestra ciudad deberán de legislar sobre un aspecto fundamental. En la poda, la elevación de la copa consiste en cortar ramas de la parte inferior de un árbol a fin de dejar espacio para peatones, vehículos, edificios o servicios.


Por último, no existe un reglamento municipal para los árboles de nuestra calle que especifique concretamente a los po-dadores, el espacio libre mínimo que debe ser dejado en cada vereda. Se debe tener en cuenta que después de la poda, la relación entre el follaje vivo y la altura total del árbol debe ser cuando menos de dos tercios, algo que pocas veces es respetado.


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