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11/12/2003
Agropecuarias

El futuro de la ganadería


razas_vacunosdic11 (16k image)Certificación de carne vacuna, biotipos, normas de control ISO, son los escenarios para lograr divisas. La falta de un organismo de promoción y las dudas de las actuales autoridades.


En los próximos años, en la Argentina habrá un desarrollo del sector de la ganadería que será sostenido y que llegará a un rodeo de 65 millones de cabezas. Los principales técnicos en la materia así lo entienden.


En nuestro partido, en la década del treinta había 50 mil cabezas de ganado vacuno. Sin embargo, en la actualidad el rodeo vacuno es de 38 mil cabezas. Los factores que influyeron en la liquidación del stock ganadero, son múltiples, aunque entre ellos se encuentra un intensivo trabajo de agricultura y la peligrosa tendencia al monocultivo de soja.


La recuperación del stock ganadero local será lento (al igual que en el resto del país debido a que el ciclo de reposición es de cinco años). Por otro lado, no es descabellado pensar que en pocos años se superará el stock que se encontraba pastando en nuestro partido. A comienzo de la década del setenta, cuando se dieron las variables económicas para considerar la mejor época ganadera que tuvo la región.

El desafío no es menor. El consumo interno y la exportación se deben integrar para aprovechar cada gramo de la carne vacuna que va a faena. Los ejemplos son concretos. En la media res existen cortes de primera, segunda y tercera categoría. Los europeos eligen los cortes de primera del cuarto trasero (peceto, lomo, bife angosto, cuadril). En tanto, los israelíes y árabes eligen para consumir los cortes del cuarto delantero.


En este sentido, cuando ambas exportaciones coinciden en tiempo y forma, la res vacuna es “integrada en su totalidad” por la planta frigorífica para la exportación.


El resultado no siempre es el ideal. En muchas ocasiones los principales mercados del mundo (Estados Unidos, CEE, etc) requieren para consumir los cortes de primera (peceto, lomo, bifes angostos, cuadril, bifes anchos).


El sobrante de la media res, cortes de segunda ( aguja, asado, bola de lomo) y de tercera (asado, falda, aguja, puchero) queda sin destinos al exterior.


El camino, para subsanar estos inconvenientes es alentar el mercado interno con precios accesibles y de esta manera “integrar” la media res de exportación con el consumo de nuestras carnicerías.


La marca


Las actuales autoridades de la Secretaría de Agricultura hablan de calidad, certificación (diferenciación del producto), sanidad, marketing, packaging, clima, genética, mercados, empresas, gerenciamiento, condiciones humanas y estrategias comerciales, pero lo que no se «proyecta» es una marca de exportación de las carnes argentinas y donde se resuman las virtudes excepcionales de cría y engorde (maduración al sol, origen seguro etc.) y se vuelquen todos los esfuerzos para ganar mercados.


Por otro lado, es necesario que exista un organismo autárquico, que permita tener presencia internacional ( como la década del sesenta, setenta y parte de los ochenta) y además sirva para «equilibrar» el mercado interno de la competencia ilegal donde por diversos canales -entre ellos la falta de redestinos- se evaden 600 millones de dólares anuales.

La relación de Argentina de cabezas vacunas- habitantes es mejor que la australiana y no es aprovechada.

Por otro lado, se debe controlar o prohibir la matanza de terneros y vaquillonas. En economía existen cuestiones de estrategias como país dificil de obviar, y esta es una de ellas. Se debe tener en cuenta que con un rodeo de 54 millones de cabezas se debe faenar un 20 por ciento (11 millones de cabezas) anuales para no liquidar stock.


Biotipos


En el frigorífico CAP «La Negra» de Avellaneda, (en el presente existe un shoping y en el pasado se llegó a faenar por día 3000 cabezas vacunas ) técnicos argentinos trabajaron un año observando más de 300 mil reses vacunas y crearon el sistema de clasificación y tipificación más completo del mundo.


Los biotipos que cuentan con más de 54 calidades de carne que contempla distintas conformaciones y grados de grasa fue imitado por los principales países exportadores de carnes vacunas. En el presente, la escala comercial es usada en otras partes del mundo y en nuestro país está desperdiciada.

Sin embargo, en los últimos meses la Comunidad Económica Europea pidió volver al mejoramiento de los biotipos a través de la tipificación y clasificación de medias reses.


En la actualidad, los mercados que compran cortes vacunos piden una conformación de la media res óptima ( AA, A y B o JJ, J y U) y con un grado de grasa que debe ser 1 o 2, con un mínimo de 5 milímetros de espesor y máximo 13 milímetros.


La misma garantiza marmoreado interno que da a la carne jugosidad, terneza y una palatibilidad excelente.


En la región


En este momento dos frigoríficos de la región y uno de San Luis, trabajan en la certificación de carnes y donde se garantiza origen y calidad. Hasta el momento, el programa trabaja con 180 productores y tres frigoríficos: AB&P, de la localidad santafecina de Hughes; CEPA, de Venado Tuerto y Quickfood, de San Luis, y exporta unas 40 toneladas mensuales a 5600 y 6000 dólares los que corresponden a cuota Hilton (con un cupo de 157 toneladas al año).


La asociación tiene un programa de selección, desde el campo hasta el frigorífico, que le permite llegar a un novillo con calidad, que es la base de las remisiones a exportaciones y a certificación de las carnes.

Instituto


El decreto de la formación del Instituto de Promoción de Carnes (aunque firmado sería una ex Junta Nacional de Carnes reducida) sigue durmiendo en los escritorios oficiales vaya a saber porque oscuros intereses.


Los actuales técnicos ( la mayoría de origen político) están alejados de la realidad. En los últimos 12 años se evadieron 10 mil millones de dólares y se dañó al país subfacturando y sobrefacturando (según la conveniencia) en otros tantos millones. Además se necesita promover la exportación y ganar mercados.


El crecimiento de la industria frigorífica así lo requiere. Mientras tanto se están perdiendo millones de dólares.



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