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17/10/2003
Trama secreta

Los abortos ilegales


En las ciudades chicas a pesar de la existencia de abortos ilegales se “mira” para otro lado. En Venado Tuerto se acaba de dictar resolución sobre una causa judicial que demuestra una oscura trama.


El tema de los abortos ilegales que se producen en las ciudades y localidades chicas es una problemática considerada por la gran mayoría como tabú. En ediciones pasadas decíamos que una enfermera local habría ofrecido sus servicios a compugidos progenitores para realizar una aborto ilegal por una suma de 150 pesos. El “blanco” era una nena de 11 años. La cantidad de jóvenes madres en Colón es muy alta. A través del INDEC y el Censo Poblacional realizado en el 2001, se pudo conocer que en nuestra ciudad, sobre una población femenina de 968 que tienen entre 15 a 19 años, la fertilidad fue la siguiente: 132 chicas tienen un hijo, 19 jóvenes dos niños. En tanto el extremo fueron dos casos de adolescentes que tienen 3 hijos y una tercera cuatro vástagos. Las estadísticas conocidas, son la punta de iceberg, cuya profundidad ignoramos ,y que avanza amparado por un “oscurantismo” retrogado y una parte de la sociedad “muy hipócrita”.


En este sentido, los números de la fertilidad en “blanco”, dado a conocer por el INDEC, son un llamado de atención, la pregunta es ¿Cuales son los números de la fertilidad en “negro”?. En está última se debería incluir los abortos ilegales.

Ante esta gran problemática es primordial incluir la educación sexual en los primeros años de la escuela.


Proceso


En Venado Tuerto se blanqueó a través de la justicia la hipocresía de los abortos ilegales. La misma involucró la salud pública y al propio SAMCo ( Hospital Público) Dr. Alejandro Gu-tiérrez.
En la causa judicial se procesó un grupo de profesionales que incluyó al propio director del Centro de Salud, Reynaldo Casco. La justicia señaló que había cometido el delito de encubrimiento agravado.
Además, en la causa judicial existen involucrados otros ocho médicos, dos farmacéuticos, una partera y la mujer que se prac-ticó el aborto.

En este sentido, se supo que la justicia consideró que existen dos formas ilegales de practicar el aborto en una mujer: la primera es la “tradicional” donde se introduce un elemento extraño en el interior del útero y se desprende de la matriz el feto que puede tener hasta 5 o 6 meses. La segunda –por este motivo- son procesados dos farmacéuticos es a través de pastillas “abortivas” que los médicos recetaban y se vendían en las farmacias.

La causa judicial terminó hace semanas en la Cámara de Venado Tuerto, donde los jueces en su falló determinaron que existían pruebas contra un solo médico.
Aunque la causa judicial demostró el entramado secreto que liga los abortos ilegales en una ciudad del interior donde “nunca pasaba nada”.

Escándalo


La causa judicial que desató el escándalo en Venado Tuerto es la N° 1411/00, caratulada Casco, Reynaldo J. Y otros s/ encubrimiento - violación de los deberes de funcionario público.
La denuncia fue realizada el 20 de noviembre del 2000, por la revista El Entuerto. La justicia libra un oficio al Hospital SAM-Co el cual es respondido.

En este sentido a los médicos del SAMCo se les imputó del hecho de haber tomado conocimiento de numerosos abortos que aparecen objetivamente con características de delictivos, y que el Dr. Caso (director del nosocomio) tomó conocimiento que obtuvo en el ejercicio y en ocasión de sus tareas como funcionario médico director del hospital Gutiérrez de nuestra ciudad, y haber omitido en denunciarlos, teniendo el deber de hacerlo con los delitos perseguibles de oficio, como ser los atentados personales y delitos contra la vida, aborto, etc.


Los números


La justicia tomó conocimiento que en enero de 1999, se atendieron 13 casos de aborto en el hospital Gutiérrez, mientras que en el período noviembre-diciembre de 2000, fueron 22 los casos que ingresaron al nosocomio.


En el año 2000, cien mujeres fueron atendidas en el Hospital SAMCo Dr. Alejandro Gu-tiérrez por casos de aborto.
Los números son contundentes y hablan de una problemática que sufren las ciudades del interior y donde los estamentos de las sociedades parecen hacer las más cómoda: “mirar para otro lado” y no atacar el problema educando a los niños y reprimiendo a los “vivos” y que comercian con la vida de otros.


Un secreto a voces


El tema se debe dividir en dos partes. La primera son los profesionales médicos que “recetaban” las pastillas abortivas cobrando un determinado dinero. Se sabe que las recetas de este tipo no existen y que el médico le señala a la paciente el nombre del medicamento y el lugar donde adquirirlo, en un determinado precio.


Por el otro lado, se encuentra el profesional farmacéutico que vende ( seguramente más caro) la denominada “pastilla abor-tiva”. El entramado parece ser amplio pero termina con dos víctimas: la madre y la pequeña vida gestada.


En el mismo sentido, existen los médicos/ enfermeras que “trabajan” en lugares clandestinos y a cambio de un determinado monto de dinero y en condiciones precarias realizan los “abortos clandestinos” por medio del denominado “raspaje”. Las clases más pudientes acceden a mejores lugares y profesionales, mientras que los carecientes, deben poner a prueba su vida con enfermeras y en lugares –la mayoría- poco higiénicos.


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