PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

25/09/2003
No hay justicia

Liberan a delincuente que estafó a colonense


aduana_rosario26 (7k image)Rufino Palau, tiene domicilio en Firmat pero actuaba en Rosario. Con el cuento del tío estafó a empresarios de Colón, Hughes, San Nicolás y Arrecifes.


El supuesto estafador serial que operaba en la Aduana de Rosario hasta abril pasado, cuando fue capturado, resultó beneficiado con una resolución que lo pondrá en libertad por falta de mérito en pocos días, si paga la fianza personal de 20 mil pesos que le impuso el juez de instrucción Eduardo Suárez Romero.


Así lo decidió el magistrado en virtud de los antecedentes del sospechoso, Rufino Palau, muy comprometido en otra causa por defraudación que se sigue en el mismo juzgado. Ambas denuncias relatan modus operandis similares (engaños a productores y comerciantes que pretendían comprar mercadería a través de la Aduana), pero por falta de elementos de prueba este hombre de 56 años transcurrirá su proceso pendiente extramuros.


Estafas en la zona


El presunto estafador radicado en Firmat e identificado como Rufino Palau, hizo caer con el cuento del tío a empresarios de Colón, Hughes, Arrecifes y San Nicolás.


En el caso de nuestra ciudad y y la vecina localidad santafesina, estafó a productores agrope-cuarios vendiéndole a muy bajo precio herbicidas conocido con el nombre de glifosfato.
La mercadería pese al pago de las víctimas no fue entregada.


En nuestra ciudad se presentaba como Alberto Monticelo un abogado que tenía “grandes contactos” en la Aduana de Rosario. Por otro lado, en otras localidades utilizaba el alias de Mauricio Tolosa o Juan Carlos Peralta. Los damnificados al viajar a Rosario a reclamar por el producto adquirido se encontraban que las oficinas estaban en un terreno baldio.


Un ejemplo fue el productor colonense que pagó 8000 mil pesos en dos tandas. Una de ellas cerca del Aero Club Colón y la segunda en un bar cercano a los tribunales provinciales de Rosario.


La causa


Ese sumario es el 961/02, iniciado en setiembre del año pasado, que remite a una venta simulada de fertilizantes supuestamente alojados en el depósito del organismo aduanero. Durante la investigación, Palau fue identificado en rueda de presos por sus víctimas, por lo que “su situación es comprometida”, indicaron fuentes judiciales. De todos modos la pesquisa continúa en procura de ampliar los elementos incriminantes y de ubicar posibles “cómplices”.


En su momento, se llegó a hablar de una “organización” montada para el fraude, pero hasta ahora los otros integrantes no aparecieron. Las fuentes consultadas refirieron que se trata de una investigación “dificultosa y trabada, donde no es fácil obtener información”. El juez Suárez Romero la está llevando adelante personalmente, después de que pasara por la Agrupación Unidades Especiales de la UR II y por las TOE.


Tanto en esa causa como en la 200/03 –donde Palau recibió otra resolución de falta de mérito– hay un falso operador que se presenta como un tal “Tolosa” y le saca dinero a las víctimas con la excusa de que el monto es necesario para distintos trámites previos, como por ejemplo liberar mercadería.


El sumario Nº 200 le llegó a Suárez Romero a principios de este año desde un juzgado de San Nicolás, jurisdicción del domicilio de la víctima, en Empalme Villa Constitución. La acumulación se explica por la similitud de la maniobra.


Según un detective, la primera hipótesis sostenía que Palau y el famoso Tolosa eran la misma persona, pero el comerciante del sur santafesino que le entregó 22.500 pesos no lo señaló el día que se celebró la rueda de presos. Eso resultó auspicioso para el imputado, que podrá salir en libertad tras cinco meses de encierro, aunque continuará vinculado al proceso.


Y, si surgen nuevos elementos de cargo, incluso puede ser llevado a juicio.


Por ahora la resolución Nº 728 del 11 de setiembre lo benefició. Sus días de cautiverio, que comenzaron a correr en abril, están contados si paga la fianza personal (con acreditación de solvencia) de 20 mil pesos que dispuso la Justicia.


La maniobra


La última denuncia fue radicada por el dueño de un negocio de recapados y venta de neumáticos de Empalme Villa Constitución, que en agosto de 2002 se enteró por un allegado a su familia de lo que entonces parecía una prometedora transacción. El comerciante viajó a San Pedro para interiorizarse de la oferta: cubiertas para camiones de distintos tamaños y medidas a menos de la mitad de su valor de mercado. Allí estaba el “contacto”, dependiente en un sindicato, que días después le confirmó el cierre del negocio en Rosario.

El interesado debió entregar documentación y datos bancarios e impositivos, lo que dio verosimilitud al ardid. Finalmente, el 10 de setiembre viajó con su sobrino a encontrarse con ese tal Tolosa con el que ya había hablado previamente por teléfono. Se reunieron a las ocho de la mañana en 27 de Febrero y avenida Circunvalación y entraron a un inmueble que ostentaba un cartel: “Aduana”. Dado que el hombre no es del lugar, no sospechó el engaño.


Como si fuera un episodio de Los Simuladores, el embaucador presentó a un supuesto compañero de trabajo en la Aduana, de apellido Toledo. Estos mostraron documentación como un seguro, autorización para el retiro de mercadería del depósito y un permiso de circulación.


Muy desenvuelto, Tolosa dijo que sólo faltaba obtener la oblea para colocar en el parabrisas del vehículo que ingresaría al puerto a retirar los 50 neumáticos. La puntada final para la farsa fue decir: “Dame el dinero, así termino de sellar todo”.

El comprador entregó 22.500 pesos y recibió como contrapartida un recibo. El intercambio se hizo arriba del camión de los dos “expertos” en trámites aduaneros, quienes enseguida subieron por unas escaleras al primer piso del galpón y desaparecieron.


El comerciante se quedó esperándolos, pero al ver que no regresaban salió a avisarle a su sobrino, que lo aguardaba en el auto, sobre la estafa. Luego llamó a San Pedro, donde su contacto se mostró sorprendido por el relato. Finalmente, radicó la denuncia judical.


A Palau le atribuyeron este hecho, que él, obviamente, negó. Y a falta de pruebas, obtuvo la “libertad por falta de mérito”, siempre y cuando abone la fianza impuesta.


En Arrecifes estafó a un comerciante con la venta de repuestos que estaban en la Aduana de Rosario. La estafa alcanzó a los 4 mil dólares.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados