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05/09/2003
Esta en vigencia

Nuevo sistema de sanciones


Desde el lunes los colegios del sistema Polimodal de la Provincia de Buenos Aires comenzarán con un nuevo régimen de sanciones para darle paso a los acuerdos institucionales de convivencia.


Según informaron autoridades de Educación bonaerense, esto implica que el 50 por ciento de los establecimientos dejaron las amonestaciones de lado.


Los acuerdos de convivencia fueron que elaborados como producto de la reflexión que, con distintos grados de participación realizaron los docentes, alumnos, padres y directivos sobre el control disciplinario, marcan una división de opiniones en el sistema educativo en torno a la eliminación del régimen punitivo.


Cabe mencionar que aquellos que optaron por confirmarlo también le agregaron otros mecanismos que según se analiza en la Dirección General de Cultura y Educación favorecen el diálogo con los alumnos.
Los acuerdos entraron en vigencia el lunes en las 1.700 escuelas del nivel Polimodal. De este modo la cartera educativa deja sin efecto el capítulo 4 de la resolución 1.709, que desde 1958 presenta una tabla de amonestaciones (25 como máximo), suspensiones temporarias o expulsiones que administran los directivos.


Las autoridades educativas todavía tienen en análisis los “códigos” que se usarán en cada escuela. Según Educación bonaerense, “en general, se proponen sanciones reparadoras y punitivas. También se establece mucho diálogo antes de llegar a la sanción”.


Una parte importante de los colegios continuará con las amonestaciones o suspensiones y otras sanciones punitivas como el llamado de atención, que si bien existía no estaba formalizado. En las escuelas también plantean el pase de institución como salida a los conflictos.


Según se señaló, la aplicación de sanciones, dependerá en algunas escuelas del encuadramiento de las acciones en el esquema de faltas leves, graves o muy graves que definen las conductas no aceptadas.
La imposición seguirá bajo la órbita de la dirección, pero las instituciones podrán hacer sesionar a los consejos de convivencia (en los que intervendrán representantes de todos los sectores de la comunidad) cuando se trata de una falta que se pueda considerar muy grave.


También están las escuelas que se valieron de la propuesta oficial de redefinir el sistema de disciplina para borrar a las amonestaciones. En todos los casos, aparecen las acciones reparadoras destinadas a trabajar sobre las malas conductas a través de la tarea comunitaria, el pedido de disculpas si se agredió a alguien o la reconstrucción de lo que pudiera romperse dentro de la escuela.

Derechos y deberes


Los acuerdos de convivencia fijan los “derechos y deberes de todos los actores de la comunidad”.
De ese modo, deberán respetar pautas los alumnos, los docentes, directivos, auxiliares y hasta los padres. No obstante, en el caso de los docentes las sanciones siguen fijadas por la normativa que rige la actividad. Lo importante es que cada establecimiento podrá diseñar su esquema de disciplina y convivencia según el contexto. El viejo esquema, incluso, no tenía una sanción para cada falta determinada, de modo tal que muchas veces dependía de la intuición de la autoridad el camino que se adoptaba para solucionar un problema de conducta o violencia de alguna de las partes: autoridad, alumnos y docentes.


En la dirección de Educación bonaerense también apuntan que “estamos convencidos de que este tipo de acuerdo, con normas y sanciones discutidas por todos, es una parte del sistema de convivencia orientada al ejercicio del diálogo, la búsqueda de consenso, el compromiso y el reconocimiento y la aceptación de las diferencias para el aprendizaje necesario en la formación de ciudadanos”, analizó la subdirectora del Polimodal.


Según una encuesta realizada a principios de 2002, en el 80 por ciento de las escuelas creían que las amonestaciones marcan un límite objetivo y de contención para los alumnos y docentes.


Mientras que el 66 por ciento proponía agregar algún dispositivo que permitiera cierta gradualidad y rigurosidad a la hora de aplicarlas, para evitar así la acumulación de sanciones. En la conducción de la cartera educativa se sostiene que el nuevo sistema no licuará la autoridad de la escuela sino que “la va a consolidar desde el reconocimiento de las relaciones asimétricas y la participación del alumno y la comunidad”. En suma, se cree que el sistema aportará “reglas claras” que estarán en consonancia con la idiosincrasia de cada comunidad.



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