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| 24/07/2003 |
| Editorial Los nazis colonenses |
Las campañas de difamación y el “miente, miente que algo quedará” fueron los estandartes principales de muchos candidatos que luego obtuvieron el poder. La población de Colón es testigo que en las campañas políticas y ante la debilidad de las propuestas presentadas, los “nazis” locales salieron por los clubes, talleres, escuelas, bares y viviendas a difamar a sus principales oponentes para “exterminarlos” y así llegar a perpetuarse en el poder haciéndose “profesionales” de la política. Los veinte años de democracia dejó enseñanzas y demostró el fracaso de las políticas del “eterno consenso” y del “toma y daca”. La rebelión contra los viejos políticos nazis locales es formidable y va a reflejarse el 14 de septiembre cuando muera la técnica nazifacista que impusieron de “creer y no pensar, obrar y no reflexionar, obedecer y no discutir”. En el mismo sentido, a los nazis se los combate pensando, reflexionando y discutiéndole el poder. El escritor Gabriel García Marquez decía: “ La revolución es un acto de Fe que implica de nosotros un enorme confianza en el futuro”. El país y Colón necesita “romper” la enorme decadencia en que fuimos sumidos y y cada uno de nosotros debe ayudar a realizar una revolución cultural, económica y moral donde cada colonense sea tratado como una persona y no como un objeto “electoral”. |
El nazimismo no es solamente una ideología. En este sentido, algunos políticos locales llegaron al poder utilizando las técnicas preferidas de Adolfo Hitler.