Cayó el estafador de empresario colonense

Se llama Jorge Palau. También esta entre rejas su secretaria. Se amplia la investigación a otras ciudades. La investigación fue realizada minuciosamente por La Capital de Rosario. Colón Doce dio datos de la región que ayudaron a la misma.

La Capital de Rosario en su nota de hoy viernes dice “Mauricio Gustavo Tolosa o Juan Carlos Peralta ayer caminó sus últimos pasos en libertad. El cabecilla de la banda de estafadores que mediante engaños y documentación falsa robaron a productores agropecuarios en la ex Aduana, después de ofrecer falsas promociones de bienes por Internet, cayó preso.

El timador, dijo la policía, había llegado antenoche de Mar del Plata y fue atrapado ayer al mediodía mientras viajaba en un Volkswagen Gol muy cerca de una de su casa de Cerrito y Ayacucho. Con la detención también se pudo revelar su verdadera identidad. Rufino Jorge Palau, es el hombre de 56 años que había desafiado desde hacía un año a la policía con sus maniobras delictivas.

Con él cayó su socia y secretaria. Decía llamarse Norma Vidal pero también usaba su verdadero nombre: Gladys Norma Boix y tiene 50 años.

Los pesquisas también allanaron la casa de Boix, situada en avenida Pellegrini al 1800, y allí hallaron, según indicó un alto jefe policial a La Capital, "abundante documentación" de las supuestas transacciones comerciales que involucran a la pareja de timadores.

La saga de engaños y estafas perpetradas por la pareja y que fueron denunciadas comenzó en agosto del 2001. Un cerealista bonaerense cayó en la trampa ideaba por los embaucadores y perdió 153 mil pesos a manos de los embaucadores en el viejo edificio de la Aduana luego de recorrer la página web de una empresa fantasma.

La propuesta parecía interesante y creíble: aparecía una firma como la intermediaria entre productos de remate en la Aduana y los consumidores. Al cerealista de la localidad bonaerense de Piedritas le iban a vender un container de agroquímicos Monsanto que procedía de una subasta.

El 20 de julio de 2002, el empresario pactó una cita en Rosario con Norma Vidal, el rostro visible de la organización hasta ese momento. Y para convencerlo le mostraron documentación que parecía verdadera, pero era falsa: documentos de identidad inexistentes y credenciales de la Aduana integraban el menú de alternativas fraudulentas.

Al día siguiente, el cerealista se encontró en la Aduana con Tolosa. A su lado estaba su secretaria, Gladys Norma Boix. El dúo de estafadores recibió el dinero y le dijo a su interlocutor que iban a entregar el certificado de embarque, ya que los agroquímicos estaban en un container. El comerciante nunca más vio a los embaucadores, que se esfumaron por uno de los pasillos del viejo edificio de Sargento Cabral y avenida Belgrano.

También cayó en la trampa otro empresario de Arrecifes. En este caso la oferta era la venta de repuestos de autos que habían sido rematados en la Aduana. Y nuevamente el auditor de aduana Tolosa entró en acción y se conectó con el empresario a través de Internet.

En este caso el lugar de encuentro fue un bar situado en Maipú y la bajada Sargento Cabral. Allí se presentó un empleado del comerciante con 4 mil dólares. Un rato después, el auditor desapareció con el dinero en una oficina de la Aduana con la excusa de buscar un certificado.

El otro damnificado de la maniobra delictiva fue Bernardo García, un empresario oriundo de la ciudad salteña de Metán. En febrero pasado, Juan Carlos Peralta, el hombre vestido "con un perramus azul en una mano y un celular en la otra, le robó 10 mil dólares, después de llevarlo al inmueble de la Afip para venderle una partida de agroquímicos.

Dos meses después, los timadores engañaron a otro productor salteño. En forma telefónica, el empresario acordó la compra de una cosechadora Massey Ferguson de segunda mano en la suma de 12 mil dólares. El hombre viajó a Rosario y se contactó con un hombre de apellido Ibánez en una oficina de Mendoza al 1200. Luego de completar uno papeles, el productor fue llevado a la Aduana, donde debía pagar unos sellados para liberar a la máquina.

Después de "ser paseado por ascensores y pasillos", el productor entregó 3 mil pesos a Ibánez para cumplir el trámite. Nunca más lo volvió a ver.

De otros dos casos no denunciados dio cuenta este diario ayer. Y los damnificados fueron dos comisionistas de la ciudad bonaerense de Colón y la localidad de Hughes, quienes fueron despojados de 8 mil pesos con la promesa de recibir agroquímicos a precio de oferta.

El autor de la maniobra se presentó como el abogado Alberto Monticello y dijo que vivía en un departamento de Pellegrini al 1100, en Rosario. En este episodio el letrado les ofreció a los comerciantes una partida de agroquímicos por un valor de 8 mil pesos, la mitad del precio de mercado.

Y les dijo que los productos estaban en un depósito fiscal de la Aduana de Rosario y procedían de un secuestro realizado por la policía. Los interesados hicieron dos pagos. Uno de ellos se concretó en la ciudad a un supuesto secretario de Monticello en un bar frente a los Tribunales. La maniobra quedó al descubierto cuando el abogado dijo que había despedido a su secretario.

Curiosamente, ayer al mediodía Palau no manejaba el Volkswagen Passat de color celeste, modelo 2001, que utilizaban los estafadores. El timador viajaba junto a Boix en un Gol de color blanco. Los dos vehículos fueron secuestrados y los investigadores evaluaban la propiedad de los rodados, aunque ya se sabe que el Passat nunca fue pagado por Palau a su anterior propietario, Omar Horacio Vegas.

Al cierre de esta edición, los agentes de las Tropas de Operaciones Especiales y de la Unidad Regional II realizaban otros cuatro allanamientos en inmuebles de propiedad del timador detenido en búsqueda de documentación que podría incriminar a Palau”.