PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

13/03/2003
Menores que delinquen

Mañana serán hombres....


menores_calle8 (7k image)¿Quiere que le barra la vereda? ¡ Se lo puedo hacer por una moneda!. El chico es bajito, flaco y tiene cara de ángel. Los ademanes son vivarachos y no representa más de 9 años de edad.


Con el don de la simpatía, convence rápidamente al propietario del comercio que sin necesitarlo lo contrata de palabra. Los días pasan y el menor ya es casi una miembro de la familia. Por la mañana hace algunos mandados y circula por el local comercial con total naturalidad. La futura víctima le regala comida y ropa.


Las confesiones del chico quiebran los sentimientos de la personalidad más dura cuando argumenta: “ en mi casa somos cinco hermanos y muchas veces mi mamá no tiene para darnos de comer ”. El dueño del local hasta le prepara el desayuno cuando llega a la mañana.


La semana ya llega a su fin y es el momento de asestar el golpe. El chico observa la caja registradora sin personal se acerca la abre y sale corriendo. Esta vez el botín alcanzó a 300 pesos.


En el centro comercial de nuestra ciudad son varias las víctimas del accionar de “cara de ángel”. El cuento del tío del precoz embaucador puede variar pero siempre sigue una misma línea argumental.

Lo preocupante, es que varias de las víctimas ubicaron a sus progenitores en una casa del barrio 9 de Julio y cuando le reclamaron por el accionar de su hijo, el hombre y la mujer se exasperaron. Es ingenuo pensar que no conocen la actividad “oculta” que lleva el chico cuando sale de su casa y vuelve luego con un monto de dinero de tal magnitud.


El asalto


¡ Levántate del suelo y dame la plata que hay en la caja!. La pareja de asaltantes había ingresado a las 10 de la mañana a un comercio ubicado en 21 y 44 . Los cacos semiencapuchados amenazaron a cuatro mujeres y al dueño del minimercado. El total de dinero sustraído habría alcanzado a los 300 pesos.

Uno de los cacos –el mayor- había salido hace poco tiempo de la cárcel por asaltar a mano armada –entre otros- a un conocido martillero de nuestra ciudad. El cómplice es un individuo que sufre alteraciones mentales.


En el barrio 9 de Julio, es ampliamente conocido por las constantes ataques de histeria que sufre cuando no consume drogas y por consecuencia se le produce el denominado “síndrome de abstinencia”.

En el 2001, un domingo a la noche en un ataque de histeria destruyó literalmente parte de la casa de un vecino en calle 21 y 55.


Los problemas habrían comenzado hace varios años, pero el Estado, preocupado por cuestiones electoralistas (Secretaria de Acción Social) no dio las respuestas adecuadas para contenerlo cuando todavía no había iniciado el espiral delictivo.


En tanto su compañero de asalto, es un ex convicto que también comenzó a delinquir entre los 13 y 14 años.


El jueves pasado la policía detuvo a el chico conflictivo del barrio 9 de Julio, mientras que su cómplice luego del asalto se habría trasladado a la localidad de Rufino donde tiene familiares.

Otro caso


El asalto se produjo en un verdulería de calle 52 y 13. Según pudimos saber eran las 8.30 de la mañana, cuando los dos delincuentes semiencapuchados ingresaron al local y amenazaron con un arma de fuego a la propietaria. Los datos son concordantes.
Los asaltantes son menores de edad y los más grave es que según testigos y cerca del comercio los estaba esperando una mujer con un chico de corta edad, su misión era cuidar las bicicletas con las que llegaron a las cercanías del almacén.

Según algunos datos, los precoces delincuentes habrían huido con la que supuestamente sería la hermana mayor o lo que es peor, la madre. Lo relatado no sucede en el conurbano bonaerense si no a la vuelta de su casa.


La Plata


El fin de semana el menor de 16 años ingresó a una propiedad y se había apoderado de varios elementos de valor. La policía logró su captura y la jueza de Menores Diana Jure ordenó un arresto domiciliario.


La magistrada al observar sus antecedentes, finalmente dispuso su traslado a un Instituto de La Plata. El chico comenzó a delinquir a los 12 años. Los primeros ilícitos que cometió fueron los denominados “descuidistas”: una bicicleta, una cartera dejada cerca de la ventana abierta .


Para la justicia nada importante. El chico “cayó” varias veces preso, pero en el seno de una familia en evidente estado de desintegración no pudo ser contenido. El Estado salvó para hacer “poliquetería barata” con los restantes miembros de la familia, estuvo ausente.

Los casos se multiplican a lo largo y ancho de nuestra ciudad y podríamos escribir un libro. El caso Ofelia es emblemático a igual que el los casos de menores delincuentes en el barrio Mirador del Lago. Las familias en riesgo se multiplican y se debe aplicar rápidamente lineamientos políticos y sociales claros, para que no se sigan produciendo “menores delincuentes”.


Un funcionario judicial nos decía: “ conozco el caso de una madre con 10 hijos y que su pareja es alcohólica ejerce violencia familiar sobre todos los componentes y esta desocupado. La única entrada de dinero es un plan Jefe de Hogar de 150 pesos y con eso además de pagar la cuota de una vivienda que les dio el municipio deben comer”. La reflexión fue “los menores no tendrán otro camino que delinquir”. A esta altura uno se pregunta y las políticas sociales ¿Dónde están?.


La inseguridad existe. Los menores que delinquen existen. Pero Colón no es el conurbano bonaerense. Esta ciudad nos permite conocer a los menores cuando comienzan a recorrer el camino equivocado. Es hora que los funcionarios actúen antes de que se produzcan los incendios y no estén tan preocupados en las próximas elecciones.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados