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27/02/2003
Pergamino

Notas que matan


Clarín y La Nación dos prestigiosos medios nacionales publicaron sendas notas describiendo un “boom” económico de Pergamino. El resultado fue la visita de inspectores de la AFIP.


El jueves pasado los proveedores que llegaban de la vecina ciudad argumentaban “ No se puede creer, los diarios publican que Pergamino es un vergel económico y ya llegaron los inspectores de la AFIP” y agregaban “para colmo todos sabemos que estamos muertos”.


El encargado de la AFIP luego de leer las notas de los diarios capitalinos habrá pensado que nuevamente renacía Annan, Pergalex, Filus, Wrangler y Racón.


En Clarín la nota decía “ Pergamino, es un partido de 103.000 habitantes. Sus tierras son de las más fértiles de la Argentina. Después de sufrir los efectos del «uno a uno», que arrasó con miles de empleos, desde hace unos meses Pergamino vive un auténtico boom:


el trabajo y el consumo se dan la mano. Soja, qué grande sos. Mucha producción, mucha exportación, mucho dinero. En Pergamino y alrededores, la Pampa húmeda se toma su revancha. Y al compás del agro, este estratégico lugar de la Argentina empieza a olvidar la década menemista”.


En otra parte de la nota agregaba las palabras dichas por el intendente Héctor Gutierrez: “Sucede que los agricultores de Pergamino tienen el campo muy parcelado. «Son dueños de 40 a 500 hectáreas, con excelentes rindes. Y como son nativos de la zona, cuando ganan mucho dinero lo dejan aquí. Son muy gastadores, además». También se argumentaba «Pergamino fija el precio nacional del huevo: tenemos 1.600.000 ponedoras de excelente calidad».


La nota terminaba “En los últimos meses, las camionetas cero kilómetro tuvieron un incremento notable, según el delegado zonal de las concesionarias, Juan Motta. Las camionetas se pasean, deslumbrantes. En el café Los Naranjos y en el café De las Letras, los más paquetes, no hay lugar ni para tomar un café.


Lo mismo pasa en el bingo, instalado el año pasado. En las calles arboladas, en el calor de la noche, lo único que altera este oasis es el canto monótono de las chicharras. «Pronostican lluvia», dice una señora sentada frente a una mesa del Café Juárez. Su hija quinceañera ajusta sus vaqueros y sube a la camioneta de su novio. Es la imagen de una ciudad prodigiosa.


El resultado


En poco más de cuatro días los “sabuesos” de la AFIP desembarcaron en Pergamino la “nueva ciudad de oro” de la Argentina.


La reacción de los comerciantes no se hizo esperar. El operativo había comenzado el jueves y terminó el viernes al mediodía. Los inspectores les puso los pelos de punta a los empresarios de Pergamino. El malestar surge porque la acción llevada adelante por los agentes del organismo recaudador coincidió con la publicación en los diarios de distribución nacional Clarín y La Nación de notas sobre la incipiente reactivación económica que vive Pergamino.


La presencia de los «sabuesos», cuyo número exacto se desconoce habría rondado entre 20 y 25 personas. La dotación pretendía controlar, básicamente, la presencia de trabajadores «en negro», sin prestar atención prácticamente al rubro impositivo y de facturación.


De hecho, la Cámara de Comercio e Industria se convirtió en una suerte de hervidero, ya que los directivos del organismo se autoconvocaron en las oficinas de Florida 821, donde los teléfonos vivieron un par de horas al rojo vivo.


El presidente de la Cámara de Comercio e Industria local, Carlos Genoud, señaló que existió una mala interpretación acerca del rebrote económico que vive la ciudad, y que llevó a algunos medios periodísticos a magnificar la realidad pergaminense.


»Hay que tener en cuenta que existe mucha gente que la está pasando muy mal y que a varios sectores económicos la reactivación no llegó», afirmó.


«Yo no voy a defender lo indefendible ni la ilegalidad. Es cierto que para asegurar el crecimiento de un país, las empresas deben tener toda la documentación en orden. Es lógico y necesario. Lo único que pedimos es un poco de tiempo para que los fabricantes puedan tomar un poco de oxígeno antes de que los controladores fiscales se les vengan encima”.


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