Declararon dos testigos de identidad reservada

Los dichos de dos individuos comprometerían seriamente al actual imputado. Se acerca la hora de la verdad en juicio oral y público. También sería clave testimonio de una mujer.

El abogado de la familia Matkovic, el ex juez Juan Carlos Marchetti y la fiscal Patricia Fernández presentaron el ofrecimiento de pruebas al juez Emilio José Aboud. La defensa del imputado de apellido Mon-tiel presentaría el trámite en estos días. El caso irá a juicio oral y público. La fecha sería seguramente en el primer semestre de 2003. El único imputado en el homicidio estuvo detenido con prisión preventiva. En estos momentos goza de libertad y todas las semanas debe presentarse a la Comisaría local a rubricar un acta.

Como se recordará, Patricio Matkovic fue asesinado el 30 de diciembre de 2000 en la estancia “El porvenir” de la familia Baños. Las sospechas son que varios delincuentes ingresaron con fines de robo (buscaban dinero) y se encontraron impre-vistamente con la víctima. Hubo un forcejeo y el viejo pistolón se disparó impactando en el cuerpo del cuidador. Matkovic quien falleció desangrado tratando de alcanzar una bomba de agua. No existen dudas que el muchacho fue la primer víctima colonense de la inseguridad rural y de grupos de delincuentes que recorren los predios rurales y viven de la rapiña a las viviendas y el cuatrerismo.

Identidad reservada

Una fuente inobjetable señaló a Colón Doce que en la causa declararon dos personas bajo identidad reservada. Según nuestra propia deducción se trataría de individuos sospechados de haber formado parte del grupo que ingresó a la estancia “El Porvenir” con fines de robo.

Según los dos declarantes, el principal imputado en la causa los habría ido a ver “para realizar un trabajito”. En el testimonio el “trabajito” habría sido ingresar a la estancia donde se desarrolló la tragedia para robar el dinero de los caseros. Según dijeron habría un dato en firme “En la casa había dinero, porque se iban a ir de vacaciones”. Las declaraciones de ambos testigos concordaron en el mismo puntos “Hacer un trabajito” y que “había una buena suma de dinero”.

Por otra parte, también declararía una mujer que “sabe mucho” y que incluso fuentes inves-tigativas señalaron que “sabría donde arrojaron los binoculares robados en la casa de los caseros”. Esta mujer habría sido la ex pareja de uno de los testigos que declararon bajo identidad reservada.

Más pruebas

Uno de las cuestiones fundamentales que se deberán aclarar, es el viaje realizado por uno de los sospechados de haber estado en el grupo homicida a una ciudad ubicada en la costa del río Paraná. Una fuente que investigó el homicidio reveló que podría haber testigos que vieron el auto en un camino de tierra dirigiéndose a Colón.

Luego el individuo fue a su vivienda tomó un bolso y desapareció varios días de la ciudad de Colón. El sospechoso tiene un prontuario muy profuso e incluso una versión que circuló en la calle, indica que en los últimos meses pudo estar detenido en Villa Gobernador Galvez, provincia de Santa Fe.
Una cosa se da por descontada. En la causa judicial existen numerosos elementos para desentrañar la verdad.

Las pericias

Como se recordará la muerte de Patricio Matcovic fue caratulada como accidente. Una investigación de Colón Doce sobre las pericias determinó que el comisario Roberto Silva tomará el caso y se llegara a parte de la verdad.

Los asesinos llegaron con fines de robo. Una fuente que podría ser cercana al campo, avisó que los caseros viajarían de vacaciones a Córdoba y podría haber dinero.
Al ingresar a la vivienda se encontraron con Patricio Matkovic que llegó para cuidar el predio en ausencia del matrimonio.

Los ladrones se habrían apoderado del viejo pistolón, habría habido una discusión y un forcejeo.
Matkovic tomó el arma de fuego por el caño, el delincuente lo golpeó en el bajo vientre en primer término ( lugar donde se levantó la piel) y luego el arma de fuego se disparó. Las pericias fueron contundentes. La herida que presentaba el joven en la zona inguinal, sería de 4.5 por 4.5 centímetros de bordes netos y profundidad intrainguinal.

Lo fundamental es que por debajo del agujero causado por el pistolón existe otra herida circular con faltante de piel (primer golpe con el caño del arma de fuego).

El ángulo

La mano de la víctima estaba cerrada como si hubiera estado agarrando el caño del arma. Además la mano derecha (con la que tomó el caño) fue positiva a la cinta del dermotest. Esto quiere decir que hubo rastros de sustancias oxidantes (pólvora). Patricio Matkovic no fumaba lo que podría haber confundido esta pericia.

El disparo homicida se produjo a no más de 30 centímetro de distancia. En el lugar del impacto no se encontró el famoso halo de fish o restos de conflagración que son característicos en otro tipo de muertes (suicidios etc)

El ángulo de disparo descarta por completo el suicidio.

La trayectoria es de adelante hacia atrás, levemente de derecha a izquierda y de abajo hacia arriba.
El ángulo de disparo periciado es imposible de producir en un suicidio o en un accidente.

Luego del disparo y por acción del desangrado de la herida, Matkovic sintió una gran sed y trató de arrastrarse al piletón que se encontraba a unos diez metros de distancia.

Los ladrones

Los ladrones convertidos en homicidas huyeron. Uno de ellos habría viajado a una ciudad costera del Paraná.

El otro habría vuelto a su trabajo como peón rural en una estancia cercana. Los demás sospechosos trataron de olvidar el tema. La primera hipótesis de suicidio dados por los investigadores policiales los habría tranquilizado.

Las pericias, las insistencias de periodistas y el Comisario Roberto Silva comenzó a traer definitivamente la verdad. Los binoculares y los cuchillos (uno de ellos de singulares características) fueron buscados intensamente por los pesquisas, se realizaron varios allanamientos aunque nunca se logró ubicarlos.

También se investigó llamadas telefónicas con una conversación clave que no esta en la causa y donde el abogado defensor del principal imputado habría dicho que se trató de una discusión matrimonial. La verdad está muy cerca. Los testigos de identidad reservada aportaron datos precisos y contundentes.