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07/11/2002
Fallo de la Justicia

Litigio por auto Renault 12


El miércoles entregaron el vehículo a su propietaria Marcela Fernández. La familia Pucheta lo había reclamado. La justicia devolvió un Renault 12 que estaba en litigio a su propietaria Marcela Fernández.


Según trascendió el hecho se produjo el miércoles en horas de la tarde. La tenencia es provisoria. En el fallo participaron el fiscal Santamarina y el juez de garantías Emilio Aboud.

Historia


El primer capítulo se escribió el 28 de agosto de 2000. Ese día Gustavo Puchetta y su esposa Marisa Tolosa habían dejado estacionado el vehículo de su propiedad en la calle adyacente a la tira del departamento que ocupan en el Barrio Mirador del lago. Para una familia de trabajadores como los Puchetta, el Renault 12 modelo 1979, color verde, representaban muchas jornadas de labor y una pérdida difícil de reemplazar.


Los delincuentes se apoderaron del rodado sin dejar rastros. Según se pudo saber, los cacos habrían realizado el famoso “puente” con los cables para ponerlo en marcha y huir con destino desconocido.


El presunto hallazgo


El segundo capítulo de esta historia comenzó a escribirse el martes 13 de agosto del 2002 –casi dos años después- Marisa Tolosa (esposa de Puchetta) regresó de su labor como docente en la Escuela José Manuel Estrada.

Al llegar frente a la tira de departamentos donde habita, la mujer quedó paralizada. En el mismo lugar donde había dejado estacionado el Renault 12, la jornada donde se lo robaron, se encontraba un vehículo idéntico.


El guardabarro que las picaduras de oxido fueron deteriorando y que lo había hecho arreglar personalmente, tenía las marcas de los emparches realizados por el chapista.


Averiguó a quien pertenecía y un vecino le comunicó que era propiedad de una empleada provincial del sector docente con domicilio en nuestra ciudad y que había venido a visitar a un familiar directo dos pisos debajo de su departamento.


Los Pucheta y su mujer hallaron a la propietaria y le pidieron si podían abrir el Renault 12 con las llaves que todavía guardaban como recuerdo.


La propietaria dio el visto bueno y se pudo comprobar que las llaves habrían las puertas y el baúl, pero no podían encender el motor .


El Renault 12 fue secuestrado por la justicia y permaneció en el corralón policial hasta el día miércoles que fue devuelto con una tenencia provisoria.


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