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17/10/2002
Fallo ejemplar en Pergamino

Prisión a un hombre por violaciones reiteradas a una menor


Sergio Aubel fue encontrado culpable por el Tribunal en lo Criminal Nº 1 del Departamento Judicial de Pergamino. El padrasto violó reiteradamente a su hijastra. En Colón existe un caso similar que ira a Juicio Oral y Público.


El tema es trascendente porque hace a los derechos y seguridad de los menores. En Colón existe un caso similar que irá a juicio oral y público en los próximos meses. El hombre actualmente está detenido en la unidad penitenciaria de Junín. El caso fue de extrema gravedad y el individuo está sospechado de violar reiteradamente a una menor. En su caso habría algunos antecedentes que agravarían la situación.


El acusado se aprovechó de la niña reiteradamente en una vivienda del barrio Centenario y el hogar ingreso según nuestra información en una relación enfermiza. Las pericias indicaron sin ningún tipo de dudas el acceso carnal. El caso se ventilará en Juicio Oral y allí los colonenses podrán enterarse de cuestiones graves que suceden a la vuelta de nuestras casas. Cabe destacar que en el caso de Colón la menor culpó a su padrastro y se debe mencionar la actuación de un médico que pudo realizar la denuncia.

También, debemos destacar que no es el único hecho presentado en los tribunales donde están involucrados pervertidos colonenses y donde las víctimas son menores. En el caso de Pergamino, los integrantes del Tribunal en lo Criminal Nº 1 del Departamento Judicial de Pergamino, doctores Danilo Cuestas, Eduardo Martín y Miguel Gaspari (presidente), dictaron la semana pasada, veredicto condenatorio a Sergio Raúl Aubel, como autor penalmente responsable del delito de violaciones agravadas reiteradas en concurso real, en perjuicio de una menor, sentenciándolo a la pena de ocho años y seis meses de prisión, con más accesorias legales y costas .


Durante la deliberación del caso se plantearon las siguientes cuestiones a resolver: ¿Se encuentra acreditada la existencia del hecho en su exteriorización material?


A esta cuestión el doctor Danilo Cuestas dijo: «La fiscal adjunta doctora Patricia Fernández requirió la elevación de la causa a juicio contra Sergio Aubel a quien imputó acceder carnalmente en reiteradas oportunidades a una menor, valiéndose de agresiones psíquicas y físicas».


La causa penal tuvo su inicio en la denuncia del hermano de la víctima pero, obviamente que todo el andamiaje investigativo judicial se construyó sobre los dichos de la propia víctima vertidos en el Tribunal de Menores Departamental e incorporado válidamente al debate mediante lectura por petición de la Fiscalía y acuerdo de la Defensa. En hechos como el juzgado, donde normalmente no existen testigos directos y la comprobación física es harto dificultosa, el testimonio de la propia víctima cumple un rol determinante, es su propia historia la evidencia más importante y determinante.


En oportunidad de declarar en el juzgado de Menores la menor expresó: «Que cuando muere mi papá, después de un tiempo mi mamá se junta con el señor Sergio Aubel, que yo viví siempre con ellos pero que hace tres o cuatro años el señor Aubel ha mantenido relaciones conmigo abusándome sexualmente en contra de mi voluntad. Todo comenzó como dije con anterioridad hace tres o cuatro años.

Yo hacía los deberes y él aprovechaba cuando no había nadie para ir a manosearme y yo le decía que me dejara, pero de todas maneras que era lo que él quería de mí, ante mi negativa él me pegaba y me forzaba a mantener relaciones con él. Yo a veces gritaba y vecinos se arrimaban a mi casa, pero siempre los atendía él y por temor yo nunca conté nada a nadie, inclusive ni a mi madre, porque las veces que le conté que me pegaba siempre lo defendía.


»Que siempre que yo estaba sola haciendo algo, él venía me preguntaba si necesitaba algo, o me traía algo de comer y me empezaba a tocar todo el cuerpo, y yo le decía que me dejara, pero él no lo hacía y cuando quería tener relaciones conmigo me sacaba el pantalón y la bombacha, y él se sacaba su pantalón y me tiraba a la cama mía y yo lloraba porque no quería, pero él igual me penetraba y terminaba afuera.


También me tenía amenazada con que no contara nada a nadie, porque tenía mucho miedo. Yo no recuerdo precisamente cuántas veces me lo hizo, lo que si sé, como dije anteriormente, es que ésto viene desde hace mucho tiempo, cuando tenía 10 años».


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