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01/11/2016
Editorial por Cynthia Calvigioni

El encantador de sueños colectivos


"La muerte solo existe cuando se acaba la memoria y mientras haya memoria no hay muerte, mientras haya memoria hay vida." Rodolfo Walsh


Transcurría el miércoles 27 de Octubre de 2010. Una incipiente llovizna amenazante parecía anticipar el dolor de miles de argentinos. Muchos aún estaban en sus casas esperando que la persona designada para el "Censo del Bicentenario" pasara por su hogar. Me encontraba sola, con mi hija de 4 años mirando dibujitos. Recibí el llamado de mi madre que entre lágrimas me daba la noticia. Pocos momentos en la vida se recuerdan con tanta nitidez. Las sensaciones, las emociones, la importancia histórica de los acontecimientos que son contemporáneos a nuestra vida.
La desazón tenía motivos: después de gritar "que se vayan todos", había vuelto a confiar, a tener fe, a no querer irme de mi país. Y empecé a entender el amor a la militancia, como transformación de la realidad, como intención de mejorar el mundo, como instrumento para ampliar derechos.
Veníamos golpeados, abatidos, descreídos. 10 años de neoliberalismo nos había dejado en estado de individualismo, lo social estaba fragmentado, la herencia si era "pesada".
Y llegó él. Quizás los planetas se alinearon políticamente en una coyuntura favorable para que este hombre que muy pocos conocían se convirtiera en presidente de los argentinos. Pero suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan escribía Voltaire.
Pero tenía determinación y coraje. Voluntad y visión.
Cada conquista nos ilusio-naba. Algo que parecía imposible se logró: se canceló la deuda con el FMI y esto nos permitía independencia económica, salíamos del default e incrementábamos como país nuestras reservas. Nos paramos frente a la potencia más poderosa del mundo y le dijimos NO al ALCA. La industria volvió a reactivarse y comenzó a crecer sostenida-mente el empleo y con esto la recuperación del salario. Recobrábamos empresas nacionales y los ferrocarriles. Se eliminaban las AFJP y vuelven a manos del Estado. Las tarifas de los servicios eran nuevamente accesibles para que pudiéramos tener una vida digna. El consumo interno se potenció y el círculo virtuoso de la economía comenzó a rodar. El turismo creció y volvimos a viajar los sectores más vulnerables de la sociedad. Se construían centrales nucleares. Se sancionaba la Ley de Trata y asistencia a las víctimas. Los derechos humanos volvían a tener la importancia que nunca debieron perder: Se crearon espacios para la memoria, se creó el Banco Nacional de Datos Genéticos. Miles de personas accedían a su jubilación antes negada.
No ajustó, no aumentó los impuestos, no generó desempleo. Nos devolvió nuestra calidad de vida y dignidad. Nos sacó del infierno, del naufragio, del callejón sin salida. Lo que era privilegio de unas minorías pasó a ser derechos para todos y todas por sus políticas de Estado. Volvió a poner de pie una nación que estaba de rodillas y la abrazó a nuestros pueblos de Latinoamérica. Volvió a hermanarnos y comenzar a reconstruir esa Patria Grande.
Su liderazgo crecía a pasos agigantados. Su carisma innato, la resolución de problemas, su empatía, su compromiso con los más humildes, su credibilidad, su lealtad al pueblo llegó al corazón de miles de argentinos Vaya paradoja. Ese enorme corazón que trabajó incansablemente por recuperar una Argentina que había sido diezmada, dejo de latir aquel 27 de octubre.
Tus detractores insisten en borrar tu nombre, como si no se hubiera grabado a fuego en la memoria de la historia y del pueblo. Porque no pueden destruir tu legado.
Porque emponderaste a miles de "invisibles", porque cuando cerraste tus ojos, te habías encargado de abrir muchos más, no podemos dejar que el neoliberalismo gane la batalla. Por la memoria de quienes lucharon por un proyecto nacional y popular. Inclusivo. Hay que militar para defender cada derecho logrado con valor y convicción. Porque viniste a proponernos un sueño que enamoró a varias generaciones y que perdurará a pesar de quienes quieren robarlo y convertirlo en una pesadilla. Porque tuviste la magia de ser el alquimista que venció al odio con amor.
Los gobiernos conservadores de ricos - ridiculizan nuestros derechos, los llaman "utopias" irrealizables- para que te resignes y quedarse ellos con todo ? - Mingaa ? - proclamaba Néstor. Porque aunque quieran torcer el rumbo iniciado no podrán. Porque no podemos permitir volver a las puertas del abismo para que nos empujen y volver a caer.
Y aunque lo prohíban por decreto, serás amado por miles, recordado, serás remera y bandera, serás mural y canción, serás el causante de las lágrimas de quienes te recuerdan y extrañan. Porque le enseñaste a las viejas y nuevas generaciones descreídas que la patria era el otro y eso nos conquistó. Será imposible apagar esa llama de esperanza que encendiste.
Hoy sopló viento del sur, como una mística inexplicable, como un regalo para recordarte. Hoy mi hija tiene 10 años y le cuento que una vez hubo un presidente que se mezclaba y zambullía en medio de la gente sin miedo, siendo abrazado y vitoreado `por un pueblo al cual le devolvió la dignidad.
*Licenciada en Comunicación Social




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