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19/08/2016
Policiales

Cocaína, dealers, y protección


La droga que salía de la villa 1-11-14 y cuyos proveedores eran peruanos también abastecían a Colón. Ahora desbaratan una banda que proveía a la región de San Nicolás, la mercancía llegaba del conurbano


Nueve personas fueron detenidas como miembros de una banda dedicada a la venta de cocaína en el norte de la provincia de Buenos Aires, entre las que se encuentran los presuntos proveedores mayoristas de la droga, dos hombres de nacionalidades peruana y dominicana apresados en Capital Federal, informaron fuentes judiciales.
Las detenciones se concretaron entre el martes y el jueves de esta semana, cuan-do personal antinarcóticos de la provincia de Buenos Aires a las órdenes de la fiscal temática de estupefacientes del Departamento Judicial San Nicolás, María Verónica Marcantonio, llevaron a cabo una serie de doce allanamientos.
Marcantonio seguía la pista de la organización desde hacía un año, cuando detuvo a un vendedor de drogas de San Nicolás.
Desde entonces, los investigadores montaron una pesquisa que incluyó intervenciones telefónicas, seguimientos y diversas tareas de inteligencia, con la intención de escalar hacia "los eslabones más altos de la cadena de venta", dijeron los voceros.
Seis de los procedimientos se llevaron a cabo en la ciudad de San Nicolás, otro en la localidad de Ramallo, también en el límite norte bonaerense, otro en la localidad santafesina de Villa Constitución y otros cuatro en la Ciudad de Buenos Aires.
Mientras que en los primeros fueron detenidas seis personas que llevaban adelante una operación de venta al menudeo principalmente en San Nicolás, en Capital Federal fueron apresados los supuestos proveedores de la banda.
Las fuentes consultadas relataron que se trata de un hombre de nacionalidad dominicana, detenido en un hotel ubicado en Presidente Perón al 900, en el barrio de Monserrat; y otro peruano, apresado en un departamento de Juan Ramírez de Velasco al 600, en Villa Crespo.
Además, en otro domicilio ubicado en Jean Jaures al 200, en el barrio de Balvanera, detuvieron a un hombre señalado como el nexo entre los proveedores y la banda de San Nicolás, un abogado que tenía un empleo en la Defensoría en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad de Buenos Aires.
En los allanamientos fueron incautados 1,5 kilos de cocaína de máxima pureza y aproximadamente otro 1,5 kilos ya fraccionados y listos para la venta, un revólver calibre .38, dos pistolones, balanzas de precisión, elementos de corte y estiramiento de la sustancia, 300.000 pesos en efectivo y otra suma en dólares producto de la actividad.
Interviene en la causa, caratulada "comercialización de estupefacientes agravada", el Juzgado de Garantías 1 de San Nicolás, a cargo de la Dra. María Laura Vázquez.

Una gran ciudad como proveedora


En el 2014, la investigación sobre el distribuidor de pizzas de Venado Tuerto trajo luz para quien trabajaba. La organización era manejada con "mano de hierro". Arriba de los "dealers" pueblerinos estaba Franco Arias, alias "el venadito".. Su "cartel" distribuía cocaína en las localidades del sur santafesino y norte bonaerense. En los 23 operativos se secuestraron seis kilos de cocaína y dos kilos de marihuana, 280 mil pesos en efectivo y una de-cena de armas de fuego y 68 teléfonos celulares. La investigación llegó hasta el hueso y se pudo determinar quien traía la cocaína hasta la provincia de Santa Fe. La venta de un auto en Pilar dio la pista. Las escuchas tele-fónicas alcanzaron a la lo-calidad de San Isidro en el conurbano bonaerense don-de se pudo determinar que "El viejo Miguel" identificado como Miguel Angel Witepon viajaba por la Ruta Nacional Nº 8, en un auto de su pro-piedad hasta Hughes, con una carga muy especial que entregaba en la localidad santafesina al "Venadito" Arias.
En la pesquisa se pudo precisar que la droga venía de una Villa del Bajo Flores la 1-11-14. La cocaína traída por "Viejo Miguel" era estirada hasta alcanzar los sesenta kilos y luego de fraccionarla eran distribuidas a los dealers de los diversos pueblos y ciudades de General López y norte bonaerense La cocaína de mala calidad (señalan que la estiraban con almidón de maíz) se la vendía al "consumidor final" a 100 pesos el gramo.
El cargamento llegaba una vez por semana. En total, en un mes se repartía 240 kilos de cocaína estirada que prácticamente inundaban los kioscos de la región. El resultado una millonaria ganancia en toda la cadena de distribución. ¿Solamente se repartía en el sur santafesino?. En los allanamientos se detuvo a una mujer que recorría las ciudades en un remis y repartía la droga a los minoristas.
Un dato para tener en cuenta es que el "Viejo Miguel" tiene una historia judicial por pi-ratería del asfalto y asaltos a entidades crediticias. La madeja parece que no término de desenredarse "El Vena-dito" tenía protección policial, un año después cayó en algunos pueblos quién lo protegía. Se sigue investigando.



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