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19/08/2016
Salud

85 centros de diálisis dejarían de prestar servicios a fin de mes


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Es por la deuda que el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires mantiene desde enero de 2016. A esta situación se suma un atraso del 40% sobre el valor del módulo de diálisis


La Asociación Regional de Diálisis y Trasplantes Renales de Capital Federal y Provincia de Buenos Aires (ARD) denuncia que 85 centros (entre ellos Colón) que nuclea en la provincia dejarán de prestar servicios de diálisis por la deuda que el Ministerio de Salud mantiene con ellos. El organismo no paga las prestaciones de diálisis desde enero de 2016, por lo que los últimos 7 meses los centros tuvieron que auto financiarse para poder atender a sus pacientes. Además, el sector enfrenta un déficit del 40% en el valor del módulo de diálisis, que en 2016 se vio afectado como nunca antes por la devaluación y la inflación sostenida.
Como consecuencia de esta situación, la ARD como representante de los centros afectados, pidió reunirse con la Ministra Dra. Zulma Ortiz pero no obtuvo respuesta del ministerio. También, los centros enviaron cartas documento informando el inminente cese de servicios, denunciando a los funcionarios por incumplimiento de deber y abandono de persona.
"Si bien los centros no cobraron un peso en todo el año, continuaron brindando las prestaciones. Sin embargo, la situación de asfixia financiera y económica (a través de la falta de pagos y el atraso en el valor de las prestaciones) lo hace insostenible. Hemos pedido reuniones pero las autoridades hacen oídos sordos. No podemos estar en un país que promueve un nuevo programa de salud, pero no paga a los prestadores que tienen actualmente. Y como siempre, los damnificados son los pacientes de bajos recursos" afirmó el Dr. Alfredo Casaliba, presidente de la ARD.
La hemodiálisis, es una de las modalidades de tratamiento de la insuficiencia renal en su estadio más avanzado y es una práctica que necesariamente deben efectuar los pacientes afectados, que insume de 12 a 18 hs semanales repartidas en tres sesiones. No es posible suspender o postergar las sesiones, ya que de ellas depende el mantenimiento del estado de salud de los pacientes. La interrupción del tratamiento ocasiona complicaciones de suma gravedad que pueden causar la muerte en cortos plazos de tiempo


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