Los asaltantes al llegar en inmediaciones del puente señalaron que uno de ellos estaba descompuesto y pidió bajarse.
El trabajador paró su Chevrolet Corsa. Uno de los cacos lo sujeta desde atrás por el cuello y el otro le muestra amenazante un cuchillo de cocina.
En el habitáculo comienza la resistencia de Ródriguez que logra apearse y es allí donde le sacan a billetera. En medio de la gresca aparece un segundo vehículo y los delincuentes asustados huyen, llevándose la billetera y la llave de arranque del auto.
El remisero fue asistido en el nosocomio local y sus heridas fueron consideradas leves.
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