Parrillada vegana acompañada con galletitas de soja

El Pirincho y sus amigos del bar La Milanesa (salón multiuso, usado como Centro Cultural, político, económico-social y colonia de vacaciones para sus parroquianos ) están de mal en peor. Es que desde octubre donde comenzaron a promover las choripaneadas con embutidos fabricados con pasta de poroto, ajo, y perejil, las milanesas de soja dispuestas en emparedados de fetas de pan negro y parrilladas de vegetales (hinojo en rodaja, calabazas salvaje en rodajas, papas cortadas al medio, zanahorias, cebollas, berenjenas etc.) acompañada con ensaladas de achicoria y quinua campestre. No es para menos, ni para multiplicar porque después de las elecciones generales, estos héroes de mil mateadas se han vuelto una nueva estirpe argentina "los gauchos vegetarianos".

La carne vacuna quedó en el imaginario de los bombachudos (las que llegan al tobillo) y deben pasar diariamente por alguna carnicería para no olvidarse del aroma que tenían esos cortes de asado, falda y puchero, entre otros y como en el tango ponen la ñata contra el vidrio para ver una tira de asado en tres dimensiones, dejando de lado las fotos familiares y reunión de los jueves con amigos, que quedaron en el recuerdo, y cuando protestaban por que no podían comprar dólares, pero se podía comprar un asadito familiar para morfar.
En tanto, el propietario del bar mandó a construir un máquina y comenzará a producir alcohol con cascara de papas, esto rebaja los costos y comprará cebolla violeta para teñirlo de tinto. En estos tiempos todo vale, si ahora es un costo que afecta el salario, inflar la bicicleta, porque cobran 5 pesos por rueda. El precio de la electricidad se fue a las nubes y el Pirincho previendo la que se viene, sacó un viejo farol (no consigue la malla) y las lámparas a querosene y le dijo a su fiel esposa que vuelva al brasero. ¡Si hay miseria que no se note, ni se difunda ¡Ahhhhhhhh, estamos esperando la pobreza cero!.