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19/12/2015
Judiciales

Tres personas detenidas por tráfico de cocaína


La Fiscalía Nº 2 del Dr. Ignacio Uthurry detuvo bajo supervisión del Juez de Garantías a dos colonenses y un hombre con domicilio en Junin por tenencia y comercialización de cocaína.


Según las pruebas reunidas por los pesquisas, las relaciones en un primer momento habría sido entre los dos colonenses. En este sentido, Trotta le habría vendido cocaína a Piermarioli. Poco después hubo un distanciamiento y es cuando entra en escena Sosa. Las pruebas reunidas indicarían que Sosa y Trotta son socios en lo comercial (parrilla y panadería) y en lo delictivo (comercialización de cocaína).Ambos gozaban de un muy buen nivel de vida y tenían costosos autos. Por su parte, Sosa con antecedentes por trafico de drogas, se conocieron con Trata mientras ambos cumplían condena en el servicio penitenciario.
El procedimiento se llevó a cabo el viernes a la medianoche en boulevar 50 entre calle 20 y 21, cuando un hombre de 38 años con domicilio en Junin fue aprehendido cuando llegaba a nuestra ciudad y se le secuestró 80 gramos de cocaína. Por las investigaciones que se venían realizando desde el 1º de febrero de 2015, la mercadería secuestrada iba a ser entregada al propietario del comercio Candela Motos de apellido Piermarioli.
El juninense viajaba al conurbano bonaerense a conseguir el cargamento que luego comercializaba en la zona. El ahora aprehendido Sosa tenía dos autos. Se trataba de una camioneta Kanggo y un VW Bora. Con algunos de los autos de su propiedad iba a buscar la droga al Gran Buenos Aires y era acompañado por su esposa y una hija de corta edad (para no despertar sospechas en los procedimientos policiales en ruta). La pareja del narco juninense trabajaba en el Servicio Penintenciario. La investigación comienza a dividirse en distintos caminos.
otras
su patrimonio personal entre otras cosas. En las investigaciones llevadas adelante todo indica que Trotta y Sosa son socios en una panadería y una parrilla con domicilios en Junin. La casa de los involucrados en la causa judicial fueron allanados junto a la panadería y la parrilla. La Policía Bonaerense secuestró una importante documentación.


El domingo la Fiscalía Descentralizada de Colón abrió sus puertas para tomar declaración a Trotta, Sosa y Piermarioli. El único que declaró fue Trotta que realizó su descargo sobre lo acontecido y como creció
El viernes pasado los pesquisas tenían información que Sosa vendría a Colón porque necesitaba dinero en efectivo para ir a comprar más droga al conurbano. Lo que no esperaba el traficante es que la DDI y la Justicia lo estaban esperando para atraparlo. La entrega se iba a realizar en el comercio de motos.
Sin embargo llama la atención algunos aspectos de este secuestro de estupefacientes. Con los ochenta gramos de cocaína que capturó los agentes bonaerenses y una vez realizados los respectivos cortes para ser comercializados en nuestra ciudad se ponían a la venta entre 150 a 200 dosis (papelitos). El precio de venta en el mercado colonense es de 300 pesos cada uno de las dosis. La entrega por parte del juninense se hacía cada 10 días aproximadamente o sea mensualmente se vendían al consumo de jóvenes unas 600 dosis de cocaína.
Según una fuente segura, no era habitual que Sosa viniera a nuestra ciudad a entregar la cocaína, si no que el propietario de la concesionario de motos, iba a Junin personalmente o mandaba a un comisionista.
El procedimiento se llevó a cabo el viernes a la medianoche en boulevar 50 entre calle 20 y 21, cuando un hombre de 38 años con domicilio en Junin fue aprehendido cuando llegaba a nuestra ciudad y se le secuestró 80 gramos de cocaína. Por las investigaciones que se venían realizando desde el 1º de febrero de 2015, la mercadería secuestrada iba a ser entregada al propietario del comercio Candela Motos de apellido Piermarioli.
El juninense viajaba al conurbano bonaerense a conseguir el cargamento que luego comercializaba en la zona. El ahora aprehendido Sosa tenía dos autos. Se trataba de una camioneta Kanggo y un VW Bora. Con algunos de los autos de su propiedad iba a buscar la droga al Gran Buenos Aires y era acompañado por su esposa y una hija de corta edad (para no despertar sospechas en los procedimientos policiales en ruta). La pareja del narco juninense trabajaba en el Servicio Penintenciario. La investigación comienza a dividirse en distintos caminos.


Buen nivel de vida


El viernes pasado los pesquisas tenían información que Sosa vendría a Colón porque necesitaba dinero en efectivo para ir a comprar más droga al conurbano. Lo que no esperaba el traficante es que la DDI y la Justicia lo estaban esperando para atraparlo. La entrega se iba a realizar en el comercio de motos.
Sin embargo llama la atención algunos aspectos de este secuestro de estupefacientes. Con los ochenta gramos de cocaína que capturó los agentes bonaerenses y una vez realizados los respectivos cortes para ser comercializados en nuestra ciudad se ponían a la venta entre 150 a 200 dosis (papelitos). El precio de venta en el mercado colonense es de 300 pesos cada uno de las dosis. La entrega por parte del juninense se hacía cada 10 días aproximadamente o sea mensualmente se vendían al consumo de jóvenes unas 600 dosis de cocaína.
Según una fuente segura, no era habitual que Sosa viniera a nuestra ciudad a entregar la cocaína, si no que el propietario de la concesionario de motos, iba a Junin personalmente o mandaba a un comisionista.


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