El fin de semana un solitario ladrón pudo abrir el elemento de seguridad sin forzar su puerta. El malviviente no necesitó barretas, ni lanzas perforadoras. El sábado al mediodía un empleado cerró la caja fuerte de mediano tamaño dispuesta en la amplia oficina del Club Alianza, ubicada en calle 48 entre 20 y 21, (al lado de la Departamental de Policía de Colón), colocó la llave contenida en un numeroso manojo en la cerradura y le dio dos vueltas. Se dirigió a una de las dos puertas de ingreso, la cerró como lo hace diariamente y se fue a su casa para disfrutar del fin de semana.
El lunes cuando regresó se encontró con el acceso al lugar de trabajo sin la seguridad y la puerta de la caja abierta. En el arqueo se documentó que faltaban unos 25 mil pesos. El caco no había desordenado el sitio ni forzado ninguna abertura. El trabajo fue simple. El intruso munido de las llaves habría abierto las puertas de la oficina y de la caja de seguridad. Tampoco se tomó el trabajo de cerrar las mismas. El visitante se desvaneció con el dinero.
Un caso muy particular
El individuo que hurtó el dinero (se califica como robo cuando el caco utiliza violencia al forzar la caja fuerte, una ventana, puerta, etc) tenía las llaves de la oficina, y de la caja fuerte. La pesquisa ahora deberá determinar como obtuvo el acceso a las mismas y como tuvo el tiempo necesario para duplicarlas.
A simple vista no es el mismo individuo que perpetró la violación de la caja fuerte ocurrido hace diez días en la firma IROS, donde forzaron la caja con una barreta y se llevaron 25 mil pesos.
Tampoco sería el caso del robo a la caja fuerte del Club Círculo Italiano, donde la Fiscalía Descentralizada de Colón, hace dos semanas desbarató una banda luego de 11 allanamientos realizados en la ciudad de Pergamino.
Menos aún se trata de la banda de los rompecajas que perpetró robos en empresas y bancos de Carabelas, Pergamino, Colón y Salto, apoderándose de un suculento botín. En este episodio el ladrón utilizó la sagacidad y además tenía la seguridad que había dinero que no había sido depositado.
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