Los ladrones llegaron al sitio e ingresaron al amplio local "barreteando" la puerta trasera. Una vez en el interior se dirigieron a la caja fuerte y con una barreta "levantaron" la puerta desde abajo hacia arriba. (habla de la altura del caco), dejando al descubierto un pequeño boquete.
El delincuente que forzó el elemento de seguridad, realizó el trabajo apoyando el pie en la pared y dejando la marca de la plantilla de una zapatilla deportiva. Con una mano (la derecha) manejó la barreta y la otra la apoyo una parte en la pared y otra parte en el metal. El malviviente al realizar este procedimiento desnudó su poca profesionalidad. En la pared dejó la marca del calzado (sería 36 o 37) y en el metal, la marca de lo que sería las huellas dactilares del dedo pulgar. Una vez que levantaron la puerta de la caja puerta (muy poco), por la abertura, una pequeña mano, se metió al habitáculo y extrajo aproximadamente la suma de 26 mil pesos. Los ladrones no desordenaron ni revisaron la parte superior (1º piso) a la que se accede por una escalera interna tipo caracol, y que según una fuente en los cajones del escritorio había dinero. Los visitantes no utilizaron amoladora, y la primer hipótesis a deducir es que sería un grupo (dos ingresaron y uno quedó de campana) con domicilios en nuestra ciudad. Por otro lado, contaban con una muy buena información (inteligencia previa) del sitio donde estaba ubicada la caja fuerte (no visible para los clientes) y además que allí se guardaba dinero en efectivo. Un hombre debió ser el entregador.
Otra de los puntos importantes que deben tener en cuenta los pesquisa, es que los que actuaron en "Iros" no sería la misma banda que llevaron adelante ilícitos en nuestra zona "reventando" caja fuertes en Colón, Wheelwright, El Arbolito, Arroyo Dulce y Pergamino.
Cabe destacar que, esta banda estaría mas emparentada con los que por lo menos en tres ocasiones "abrieron" la caja fuerte del Hípico, ubicado en la sede de Racing en calle 48 entre 18 y 19.
Los hechos en Colón
En la firma Cestari (fábrica de Tolvas)los ladrones habrían llegado en un auto por una calle que es circundante a la fabrica, ubicada en avenida Eva Perón, entre calle 55 y 56. Seguramente el auto se marchó para no despertar sospechas y entre dos y cuatro malvivientes saltaron el perímetro de alambre y una vez en el interior del predio se dirigieron a la principal edificación que tiene el techo de chapa galvanizada. Los cacos habrían tenido una moderna amoladora realizando un boquete en el techo del galpón principal. Con sogas (la altura es de varios metros) se descolgaron y comenzaron su periplo.Los "boqueteros" con un taladro eléctrico de alta velocidad atacaron una pesada caja fuerte. Cuando la mecha realizó su trabajo los cacos abrieron fácilmente la puerta y del otro lado se encontraba el botín.
En la Municipalidad de Colón en febrero de 2012, y utilizando una amoladora, abrieron la caja fuerte y se llevaron dinero en efectivo. Los malvivientes que serían cuatro habrían ingresado por el portón de alambre de calle 52, dirigiéndose al edificio donde existe una puerta de chapa sin cerradura. Luego transitaron por el patio interno, y rompiendo sólo un vidrio tuvieron a su disposición toda documentación del Municipio de Colón.
En junio de 2007, los cacos ingresaron a la firma Mazzieri y Cía. y fueron con la intención de abrir la caja fuerte en busca de dinero.
En diciembre de 2000, autores desconocidos, ingresaron a la Cooperativa Eléctrica de Colón y luego de forzar tres cajas fuertes se llevaron $8500 en efectivo y 350 cheques de terceros, por un valor de 95 mil pesos.
Según trascendió en aquel momento, los ladrones habrían ingresado por una ventana situada en la oficina del contador. La presunción quedó confirmada por peritos policiales al hallar huellas de escalamientos en la respectiva pared. Con total tranquilidad abrieron una caja fuerte que se encontraba en la oficina de la gerencia, y donde habrían hallado los valores al cobro por un valor de 95 mil pesos. En la Agencia Montanari Automotores en julio 2010, los malvivientes habrían ingresado por calle 15, saltando una reja y en forma posterior recorrieron un patio interno al edificio, llegaron a una pared, realizaron un boquete y pudieron conectarse en una pequeña oficina donde se encuentra una pesada y antigua caja de seguridad, saquéandola.
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