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22/05/2015
Política

Las cartas de las barajas se dejan ver


En Colón ya no existe tiempo adicional para la nueva candidatura de Ricardo Casi a Jefe Comunal, aunque podrían existir otras posibilidades con su perfil como funcionario. El problema es que no tiene "laderos" que lo puedan suplantar en una elección clave como son las generales de octubre.


En este contexto, un nuevo muestreo realizado por Colón Doce sobre setenta personas y en nuestra ciudad, sin estratificar y realizado hace una semana da nuevamente ganador a Florencio Randazo por sobre Daniel Scioli.
En tanto, el edil Oscar Cosentino de "Barrios Colonenses" está pensando a pedidos de sus seguidores si acepta ser precandidato a Intendente por el Frente para la Victoria, y competir en ese espacio. Pidió tiempo para pensarlo. ¿Posicionamiento por posibles negociaciones?.
Si va Ricardo Casi, la "pelea de fondo" será los dos primeros lugares de la lista de concejales.
En esa lucha están Pablo Pino y Elías Turre, y ahora se sumó ni lerdo ni perezoso Oscar Cosentino.
En tanto también en este espacio competirá Nora César. La ex legisladora nacional lo hará llevando como cabeza de lista a Randazo. Un desafío para la colonense , ante hipotéticos cortes de boletas.
El que tiene despejado el camino como primer concejal de Ulises Portillo es Rolando Cabrera que en las negociaciones con otros partidos quedaba relegado.


En la Provincia


Andrés Lavaselli especialista político de la agencia DIB escribe "Daniel Scioli contra Florencio Randazzo: la interna presidencial está establecida en los parámetros que se esperaban y en los tiempos establecidos por la Presidenta, aunque en el oficialismo no todo es tan sencillo, como demuestra la áspera realidad en la Provincia, donde las operaciones y las rebeliones están a la orden del día, un panorama similar al que atraviesa la oposición, que todavía no confirma del todo cuál será su arquitectura electoral.
Todo ocurrió en cuestión de horas: después de invertir en publicidad, fatigar kilómetros y desgranar decenas de declaraciones sobre sus planes para cuando ocuparan el sillón de Rivadavia (o de Néstor Kirchner), Sergio Urribarri, Agustín Rossi y Jorge Taiana declinaron sus candidaturas, en perfecta sintonía con el pedido que Cristina Fernández de Kirchner les formuló -a ellos y a algunos bonaerenses que aún no se dieron por aludidos-, desde el Chaco, cuando pidió los ya célebres "baños de humildad".
En la oposición, la crisis en el massismo permitió que se reabran los contactos con el macrismo. Las primeras conversaciones, al parecer, no arrojaron resultados: PRO ofertó un acuerdo que incorpore candidatos "renovadores" a la interna, pero excluyendo a Sergio Massa como candidato, aún en Provincia. El massismo puso sobre la mesa la idea de una "interna amplia", que integre en todos los niveles al FR a la entente entre PRO, UCR y la Coalición Cívica.
Ninguno de los dos aceptó. Ni estuvo cerca de considerar razonable la postura del otro sector. Pero lo cierto es que los contactos existen, se verá si pasan de eso o no. La evolución de la situación del massismo parece ser clave: si el FR detiene la sangría es una cosa. Si se siguen yendo dirigentes, será más difícil resistir las presiones para generar una oposición más unificada, más allá del acto en Vélez, del lanzamiento de la interna con José Manuel De La Sota y de los periódicos actos de fe del propio Massa.
Una demostración es la desconfianza con Francisco De Narváez: ¿puede o no pactar con Macri por su cuenta, a despecho de la tirría personal que se tienen? En el entorno del diputado dicen que no, pero aclaran que el dibujo electoral actual no es, ni de cerca, el que llegará al 22 de junio. Las especulaciones corren a favor de cierto realismo: si Massa no renace, Macri es una boleta mucho más atractiva. Y De Narváez podría ser la salida de su principal problema: su pobre perfomance en la Provincia, sobre todo en el Conurbano.
Por eso, el radicalismo todavía no puede dar por cerrado un objetivo modesto: poner un candidato a vicegobernador de Vidal. Casi todos parecen haber aceptado que ese es el objetivo posible, pero hay discusiones sobre los nombre. Apuro hay menos del que cabría esperar a tenor del grado de avance del calendario: "hasta que no queden claro qué pasa con el massismo, no tiene mucho sentido apurar ningún cierre", dijo a DIB un operador de Ernesto Sanz".


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