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17/04/2015
Policiales

El Floripondio es una planta común en los jardines locales


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La noche porteña tiene un nuevo integrante. Se trata de la Escopolamina (se extrae del Floripondio), vulgarmente llamada Burundanga. Una droga altamente tóxica, que se puede usar para anular la voluntad y así aprovecharse de sus víctimas. Una dosis en cantidad puede causar delirio y parálisis, incluso muerte. Una inédita tendencia urbana ha llegado a Buenos Aires. En las últimas semanas fueron denunciados en esa ciudad sesenta casos de chicas que perdieron "la voluntad".


En Colón debemos estar alerta. En muchos jardines (antes había más plantas) todavía se la puede ver. Es una planta que se puso de moda allá por los cincuenta y sesenta en los pueblos como Colón. Las amas de casas la cultivaban sin saber el peligro a que se exponían.

La droga


Considerada como la droga que "mata la voluntad", esta sustancia es incolora, ino- dora e insípida. Su administración puede hacer vía oral, inhalatoria o cutánea y tarda entre dos y cinco minutos en hacer efecto en la persona, reduciendo prácticamente a cero su voluntad, con el plus de la pérdida de la memoria una vez que sus efectos desaparecen. La duración de éstos, van de una a dos horas, depende la cantidad ingerida.
La Escopolamina, Burundanga o Hioscina, como mejor se la quiera llamar, actúa como depresor directo de las terminaciones nerviosas y del cerebro en sí. Es antagonista de las sustancias que estimulan el sistema nervioso parasimpático a nivel central y periférico, bloqueando los receptores muscarínicos localizados en el corazón e intestino, además de otros tejidos. Es así, como una sola ingesta por más pequeña que sea, induce a la dilatación de las pupilas, contracción de los vasos sanguíneos y a la reducción de secreciones salivales y estomacales. Un dosis indebida de este alcaloide, por ejemplo, más de diez miligramos en niños o más de cien miligramos en adultos, causa convulsiones, depresión severa, arritmias cardíacas, colapsos vasculares y en el peor de los casos, muerte. Históricamente, se administraba junto a la morfina como analgésico en los partos, pero con el tiempo y la alta mortalidad infantil que existía a causa de su uso, se dejó de implementar. Un poco más acá en el tiempo, durante la Segunda Guerra Mundial, esta droga fue utilizada por las fuerzas inteligentes alemanas para interrogar a supuestos espías. Por aquellos años, se la denominaba "El suero de la verdad".
Si bien es complicado reconocer la ingesta de una sustancia que pasa desapercibida y más cuando hace perder la memoria, una persona que haya sido aletergada con Escopolamina se reconoce a través de la disminución de la secreción glandular, la suspensión de producción de saliva con alta sequedad bucal, por la sed y por la dificultad al deglutir y al hablar. Además, se puede registrar taquicardia, visión borrosa, incluso ceguera transitoria. En los peores casos, si es que la dosis superó el máximo permitido, la temperatura corporal puede llegar hasta los cuarenta y dos grados. Todo esto agravado por un muy fuerte estado de somnolencia.

Uso marginal


En los últimos años, muchos fueron los casos denunciados por el uso indebido de la Burundanga , la cual se utiliza para actos de violación, abuso, robo y secuestro.


La Planta


La "Datura Stramonium" llamada "Trompetero", "Reina de la Noche" o "Estramonio" posee unas flores de singular belleza, con forma de campana y aroma dulzón que exhalan por la noche. Llegó a ser enormemente popular hace algunas décadas en los jardines de las casas. Un poco relegadas hoy a algunos patios, descampados y baldíos, donde crecen en forma silvestre, los floripondios vuelven a cobrar notoriedad; ya no por sus dotes ornamentales sino por otra de sus características: su poderoso efecto psicotrópico.
Mucho antes de que a alguien se le ocurriera bautizarla como "Trompetero", el floripondio era bien conocido entre los pueblos originarios de nuestro continente. Son plantas americanas que se cultivan desde la más remota antigüedad y que llegaron a domesticarse en la zona de la selva andina, desde Venezuela a Perú, con fines terapéuticos y rituales.
Los chamanes de algunos pueblos de esa región las usaban tanto para curar como con fines adivinatorios. Al igual que con otras plantas, recurrían a ellas para entrar en contacto con el mundo de lo sobrenatural y buscar ahí estrategias de solución a distintos conflictos, ya fuera la falta de lluvias o una enfermedad. De hecho, aún hoy su principio activo es utilizado con propósitos terapéuticos.
Sintetizado por la industria farmacéutica, el principal alcaloide que contienen los floripondios, la escopola- mina, forma hoy parte de diversos fármacos de uso habitual. En la dosis adecuada sirve para tratar mareos, náuseas y diarreas, pero también como antiparkinsoniano, antiespasmódico y analgésico local.


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