Pero la historia no termina y tiene ribetes sociológicos difíciles de explicar. El capítulo asombroso de esta serie policial fue escrito al quedar "M" detenido en los calabozos de nuestra ciudad. A los pocos días de detención del caco, el progenitor fue a visitarlo y al ser requisado por los agentes bonaerenses encargados de la seguridad de la Estación Comunal de Colón se le encontró bagullos de marihuana que habría llevado para que el hijo consuma en los calabozos. En las jornadas subsiguientes los sabuesos colonenses continuaron con la investigación y luego de un trabajo de inteligencia llegaron a una vivienda situada en calle 19 entre 54 y 55. El Juez de Garantías con las pruebas presentadas ordenó el allanamiento en la vivienda de "A". La nueva sorpresa de los agentes judiciales y policiales fue encontrar en un patio interno seis plantas de marihuana algunas de las cuales pasaban los dos metros de altura. Además, los policías secuestraron siete envoltorios de una sustancia color verde parduzco parecido a la marihuana, además de zapatillas, zapatos y teléfonos celulares. Un fuente indico a este medio que el calzado sería importante en la probatoria de la causa debido a que los peritos habrían encontrado huellas de pisadas en el robo agravado por uso de arma de fuego en Rhasa donde los malvivientes se llevaron una fuerte suma de dinero (se habla de seis cifras) que estaban depositadas en una oficina que la empresa tiene en el primer piso de la edificación.
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