Un auto robado, y su aparición en la emblemática esquina de 47 y 20

Un auto robado en Jurisdicción de la Capital Federal en el año 2002, concluyó su derrotero cuando a través de informes de inteligencia pudo ser secuestrado en el 2009, en la céntrica esquina de 20 y 47 de Colón. La causa finalmente llegó a los máximos estrados judiciales en el 2014, con un dictamen de la Cámara Federal de Rosario que acordó un fallo contrario a la presentación del colonense.

El robo del vehículo

La historia que comenzó cuando se imputó a Adrian Alejandro "P" de haber recibido un vehículo marca Fiat, modelo Duna SD, tipo sedán cuatro puertas, color rojo, dominio real CBL070, motor Nº . 146B20005044363, chasis Nº.*8AP155000*W83434507*, chasis marca Fiat, de origen espurio, que se le habría robado a Daniel Z. el 12 de abril de 2002, conforme la denuncia realizada en la Comisaría 43, de la Policía Federal ubicada en la calle Chivilcoy, barrio de Floresta de la Capital Federal.
El 15 de mayo de 2009, personal policial perteneciente a la Sub Delegación Departamental de Investigaciones de Colón, realiza un operativo de intercepción en la esquina de las calles 20 y 47,secuestrando el vehículo que estaba siendo conducido por el acusado. Como agravante del delito se pudo comprobar que el vehículo al momento de realizar el operativo tenía una patente colocada CTW081, chapa patente perteneciente a otro automóvil con pedido de secuestro por hurto.
La ecuación es simple dos autos robados y un cambio de papeles y patentes realizado por la organización dedicada a este tipo de comercio ilegal.

La defensa

La defensa del imputado en su presentación pidió la nulidad de la causa judicial e indicó que no se le dio derecho a Adrián Alejandro P. de defenderse como corresponde. La Cámara de Apelaciones Federal le contestó al Letrado que "el acto se cumplió al permitir que Adrián Alejandro P. pudiera conocer los hechos que se le atribuían y ejercer eficazmente su derecho de defensa. En este sentido, se advierte que cumplió todas las formalidades exigidas, desde que fue puntualmente informado de los hechos y pruebas existentes en su contra permitiendo al imputado la plena comprensión de los hechos y efectuar un descargo al respecto, o como efectivamente ocurrió en el caso, abstenerse de declarar".

La acusación

El colonense fue acusado como presunto autor del delito de encubrimiento hurto y de falsificación de las chapas patentes.
La acordada de los jueces agregó "Debe tenerse presente además que el delito de encubrimiento por el ánimo de lucro tiene en miras la obtención de la ventaja derivada del empleo de la cosa misma, por su valor intrínseco, siendo indiferente que consista en la adquisición de la propiedad o de la posesión estable del bien, o simplemente de su uso. En tal sentido, no implica entonces una conducta diferente a la ya imputada. La causa judicial fue elevada a juicio oral.