Nuevamente atacaron los "rompe cajas fuertes" y esta vez fallaron.Los centros urbanos de la región están en manos de los rompe cajas fuertes. Los delincuentes estudian el terreno, los movimientos económicos y luego atacan. En sus manos cayó un millonario botín que se guardaban, en bancos, con- cesionarias de automóviles, empresas, supermercados y hasta la Comuna de Colón. Las localidades de Wheel- wright, Pergamino, El Arbolito y Colón fueron afectadas por esta modalidad.En esta ocasión atacaron el banco Provincia de Buenos Aires delegación Carabelas. Pero fallaron. Los cacos no pudieron anular los mecanismos de seguridad (alarmas) y debieron huir, cuando ya sus largas manos estaban preparadas para romper la caja donde se guardaba dinero en efectivo. La pregunta es ¿Quién protege a estos ladrones para que no sean descubiertos, luego de tantos golpes económicos exitosos? Carabelas, agosto 2014
El intento de robo fue a la madrugada, de un martes cuando en la localidad de Carabelas no hay movimiento. Según se pudo saber cuatro cacos (igual que en la Cooperativa de Wheelwright, su último golpe), llegaron a la entidad crediticia en una Renault Kangoo, color gris o negro.El sitio ya había sido estudiado por los delincuentes que rápidamente se dirigieron a una casa lindera donde saltaron una tapial e ingresaron a un amplio patio. La casa se encontraba en venta por una inmobiliaria y estaba desocupada. Para no despertar sospechas y a igual como trabajan los cuatreros en los campos de la zona el utilitario una vez que dejó a los asaltantes dejó el sitio, seguramente para estacionarse en un lugar que no despertara sospecha. Los ladrones comenzaron a abrir un boquete en la pared medianera y dieron con el baño del banco. La pared fue realizada alrededor de 1.920 y sus ladrillos solo estaban pegados con barro y paja.Los sujetos a igual que en la Cooperativa de Wheelwright fueron captados por las Cámaras de Seguridad del sitio, pero hasta ahora no existe la identificación de los mismos.
Eran especialistas
Los "visitantes" eran especialistas debido a que la caja fuerte del banco tiene una moderna seguridad y está adaptada para que se abra con claves y a determinada hora. Se piensa que los "rompe cajas fuertes" tenían consigo el equipamiento apto para alcanzar el suculento botín. La segunda alternativa que se maneja es que los ladrones esperarían al miércoles escondidos en el edificio y al llegar los empleados (gerente y tesorero), una vez reducidos los amenazarían para quedarse con una suma de dinero cuantiosa.Pero esta vez algo no salió como se esperaba y la alarma se accionó (no habría podido ser anulada) y los cuatro delincuentes se dieron a la fuga. Es probable que se hayan comunicado en forma telefónica con el conductor de apoyo del Renault Kangoo y una vez afuera perderse en la oscuridad de la noche, preparándose para un nuevo golpe. El último golpe
El último golpe exitoso fue en la Cooperativa de Wheel-wright. Los asaltantes en el número de cuatro actuaron en- capuchados, pero uno de ellos se sacó la máscara y se dejó ver. Sin embargo no hay noticias sobre su identidad. En uno de los tantos "golpes" que dio esta banda escribimos "La forma milimétrica con que realizan su tarea es asombrosa y habla de una inteligencia previa. La única forma de realizarla es contar con componentes de "respetables" vecinos que se "disfrazan" de circunstanciales clientes. La pregunta del millón es ¿Quién es el cerebro de la banda?.Un acertijo que la pesquisa no puede descifrar. Los boqueteros hacen inteligencia previa (algo difícil en localidades pequeñas). Saben el movimiento económico, la disposición de las cajas fuertes y como funcionan las alarmas . Los cacos llegan, ejecutan el hecho delictivo y se van. Los investigadores pese a los modernos elementos que cuentan, cámaras de seguridad, programas de rastreos de llamadas telefónicas, huellas dactilares etc.
No pueden descubrirlos
Cada uno de los asaltos al corazón económico de las empresas (caja fuerte) es un calco. El acertijo hasta ahora fue imposible de resolver. El balance económico habla de perjuicios de más de 2 millones de pesos. En nuestra zona no debe haber más diez malvi- vientes preparados para este tipo de delito. ¿Quién los encubre?
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