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26/05/2014
Provincia de Buenos Aires

Aceleraciones y favores involuntarios


(Por Andrés Lavaselli alavaselli@dib.com.ar).- El acelerado debate electoral ya es el denominar común de todas las fuerzas políticas en la provincia: en el oficialismo, la proliferación de candidatos anti-Scioli anticipa el tono que tendrá la segunda mitad del año, mientras que tras su ruido se esconde un debate también urgente sobre la sucesión del gobernador. Mientras tanto, el FAU entregó la primera foto de sus postulantes y el massismo trabaja para sumar el primer gobernador a sus fuerzas.


Carentes casi por completo de figuras “postulables”, fueron tal vez lo intelectuales de Carta Abierta los que, con su pronunciamiento de la semana pasada, mejor expresaron lo que piensa de Scioli el núcleo duro del kirchnerismo: siempre fue leal a la Presidenta, pero es un dirigente de centroderecha que, una vez liberado de la tutela de Cristina Fernández de Kirchner, pondría en práctica una política no tan diferente a la que desarrollarían Massa o, incluso, Mauricio Macri.


Claro que una cosa es ser un profesor universitario, o un escritor, y otra ser un político profesional. Esos, siempre tendrán un puente abierto a quien los ayude a mantenerse en el poder. Y, por ahora, las encuestas mandan: Scioli es, para el oficialismo, ese hombre. Lo que quedó claro esta semana es, en todo caso, que desde ahora y al menos hasta fin de año, ambos perfiles se combinarán.


Es que el kirchnerismo parece embarcado a pleno en la campaña para promover a los dirigentes propios que podrían discutirle una interna presidencial al gobernador. La usina de rumores instalada en el bloque de diputados nacionales del FpV lo dejó claro: desde ahora se buscará potenciar a los candidatos que le pelearán a Scioli y finalmente CFK eligirá quien compite. Solo si esa instalación fracasa, podrían transformarse en verdaderos los rumores de unidad ya lanzados.


La aceleración de la estrategia del kirchnerismo se produce justo cuando Scioli está por superar el último (o penúltimo) escollo antes de que llegue el tiempo de las definiciones: el pago de la primera cuota del aguinaldo, asegurado por una recaudación que trepó al 34% y el inminente lanzamiento de un bono internacional por 500 millones de dólares que, paradójicamente, el Gobierno nacional, sediento de billetes verdes, le va a habilitar.


Mientras, los gestos están a la orden del día: en la reunión del PJ de Los Toldos, Scioli se mostró cerca de Urribarri y desató el enojo del tercero de los presidenciables presentes, Julián Domínguez. Días antes, una grosería de Carlos Kunkel hacia la mujer de Martín Insaurralde, Jésica Cirio, expresó algo más que rusticidad de género: el diputado no quiere que el ex intendente sea el candidato a gobernador de Scioli.


Es que un Scioli presidente con Insaurralde gobernador sería el peor de los escenarios posibles para el ultrakirchnerismo, para los cuales una postulación de Domínguez a gobernador no sería un mal negocio. El gobernador lo sabe, y tal vez por eso, además de mandar a su esposa, Karina Rabolini, a encabezar un acto con Insaurralde, desgrana otras señales. Por caso, se muestra con Diego Bossio, de la Anses, y manda a decir que le gustaría una fórmula Insaurralde-Bossio.


La oposiciónLo único que se descarta, por ahora, es un acuerdo entre Scioli y Massa, que por estas horas parece enfrascado en la posibilidad de sumar el primer gobernador al Frente Renovador. Se trata de Alberto Wereltineck, de Río Negro, la contrafigura del titular del bloque de Senadores K, Miguel Angel Pichetto, quien ya dio muestras de cercanía con Scioli y, por ahora, encabeza las encuestas en su distrito.


Pero Massa enfrenta un dilema inmediato: qué ordenar a sus senadores respecto del proyecto de creación de las policías locales, una fuerza que impulsa desde por lo menos 2011, cuando negoció con Scioli su creación (entre otras cuestiones) a cambio de no avanzar con una candidatura a gobernador que podría hacer complicado la re elección del actual mandatario. Si ordena aprobar, dará el OK a varios artículos polémicos. Si manda rechazar, aparecerá como obstruccionista.


La incógnita se debelará, posiblemente, a mitad de semana. Y si bien hay varios subterfugios a los que se puede echar mano (por caso, permitir la votación y que algunos ítems sean corregidos vía reglamentación), la atención estará centrada en el camino que tome el tigrense que, como ocurre con los dólares y la Casa Rosada, podría terminar haciéndole un favor a Scioli que preferiría no hacerle.


Lo que no deja lugar a dudas es que el Frente Amplio Unen votará en contra. Ese espacio busca consolidar su rol opositor y la ocasión es propicia para hacerlo. Mientras, comenzó a mostrar a los dirigentes bonaerenses que buscarán encarnar ese perfil en las urnas el año próximo. Lo hizo a mitad de semana en Avellaneda, en un acto “copado” por los presidenciables pero que buscó comenzar a instalar, también, a los postulantes bonaerenses.


Allí, la lista también es extensa: el diputado Miguel Bazze y su par Eduardo “Cachi” Gutiérrez por la UCR; el intendente de América Sergio Buil y el director de Afsca Gerardo Millman por GEN (Margarita Stolbizer jura que esta vez no lo será); Héctor “Toti” Flores (Movimiento Social por la República, el espacio de “Lilita” Carrió) y los socialistas Alfredo Lazaretti y Sebastián Cinquerrui son los primeros anotados. No serán, seguramente, los únicos. (DIB)




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