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23/05/2014
Policiales

Atacan en la ciudad los motochorros


Se denomina Motochorro al delincuente que hace uso de una motocicleta para llevar a cabo un delito.


Generalmente trabajan de a dos en calles céntricas. Mientras el conductor se aproxima a la víctima, el acompañante le roba la cartera o portafolio para fugarse inmediatamente. En Colón al estar muy concentrada y vigilada la zona bancaria, dieron una vuelta de tuerca al delito y atacan autos estacionados a los cuales les rompen los vidrios (podría ser con una bola de acero o un bujía común) y luego se llevan los elementos valiosos (carteras, netbooks, teléfonos celulares). Otra modalidad de los motochorros que todavía no existe en la ciudad es la de las sali- deras bancarias:


Dos personas circulan en la moto, y un tercer miembro actúa como "entre- gador", que puede ser un empleado de una entidad bancaria o alguien disimulado entre los clientes de la entidad. Una vez seleccionada la víctima, el "entregador" la marca avisando por teléfono celular o saliendo de la entidad detrás de la persona y gestualizando a sus compañeros. Inmediatamente la víctima comienza a ser seguida por dos delincuentes en moto. Alejados unos metros del banco, el motociclista aborda a su víctima velozmente y el acompañante le quita el portafolios, mochila o cartera donde lleva el dinero, fugándose inmediatamente. En Colón


Nada parece estar a salvo del accionar de los moto- chorros, aunque por razones de comodidad en nuestra ciudad prefieren atacar autos estacionados. Su audacia llega a límites insospechados. Hace pocos días una mujer se bajó del auto a adquirir mercadería en un conocido Frigorífico situado en Ruta Nº8. La colonense dejó el vehículo de su propiedad estacionado en la playa que existe para tal fin cerca de la edificación y con guardia privada dispuesto en una casilla a menos de veinte metros. Cuando la mujer ingresó al pasillo donde se comercializa los fiambres se sintió el estallido de vidrios. Todos los presentes salieron y observaron como dos delincuentes se alejaban del sitio, luego de cometer el ilícito y en dirección a la planta urbana. El botín después de semejante despliegue solo había sido un pilotin de lluvia. Los hechos se repiten en calles periféricas al centro de la ciudad, habitualmente, teniendo no solamente el costo de lo pérdido por la víctima (tarjetas, dinero, teléfonos celulares) si no el costo de los vidrios destrozados, generalmente de la puerta del conductor aunque en algunas ocasiones rompieron la luneta trasera. Como actúan


Colón Doce está convencido por las averiguaciones realizadas que serían tres personas las que intevienen en el delito. Un individuo (sería menor e incluso podría ser una mujer) mira en el interior del habi- taculo del auto, realizando la inteligencia previa. Una vez detectado un objeto de valor se comunica con los encargados de hacer la tarea sucia. Los motochorros ingresan al escenario tratando que no haya testigos. En el robo realizado a un visitante rosarino en calle 46 y 21, los delincuentes entraron en contramano por la calle 46, huyeron de la misma forma y tomaron la calle 45 en contramano para perderse. En esa ocasión se llevaron un buen botín. También pueden seguir a la víctima cuando sale de su trabajo como ocurrió con una empleada de la Cooperativa Eléctrica, cuyo auto fue atacado poco después de apearse y entrar a la casa ubicada en barrio Centenario. En este ilícito se llevaron cheques, dinero, y otros elementos de valor que estaban en un maletín. Los buscados


La Policía Bonaerense buscaba una moto color negra que le faltaban los plásticos laterales. Un sospechoso fue detenido luego de un choque. Sin embargo los "asaltos" siguieron, lo que habla de más de un grupo que actúa en distintos puntos de la ciudad. Los horarios elegidos por los cacos por lo general son después de los 18 y geográ- ficamente la mayor cantidad de delitos fueron llevados a cabo en calle 44, 45 y 46, desde calle 14 a 25. Precauciones


El primer acto lo debe realizar la Municipalidad obligando a los acompañantes tal como indica la normativa para que lleven el chaleco y casco con el número de patente. Lo segundo es no dejar elementos de valor en el interior de los vehículos. Lo tercero y primordial es que los colonenses nos merecemos buenas investigaciones. No estamos en el conurbano y no existen tantos delincuentes que puedan realizar este tipo de ilícitos para que no sean atrapados rápidamente por las autoridades correspondientes.




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