Se trata de dos proyectos de ley que otorgan a los jueces un plazo máximo de seis meses para determinar el “estado de adoptabilidad” de los menores, al tiempo que reduce a solo tres semanas el otorgamiento de una guarda provisoria, paso anterior a la adopción definitiva.
Las iniciativas habían sido aprobadas el mes pasado en Diputados, luego de que perdieran estado parlamentario en 2012 debido a que contradecía alguna de las reformas al Código Civil que discute el Congreso Nacional.
Los proyectos modifican el régimen de adopciones y aplican cambios a la ley de Promoción de los Derechos de los Niños, con el objetivo de simplificar los trámites.
Según el nuevo procedimiento, el magistrado interviniente tendrá un plazo de 6 meses para resolver si restituye al niño a su familia o decide su adopción, a partir de que se tome la primera medida de resguardo. También se incluye la posibilidad de la “entrega voluntaria” cuando los progenitores darlo entregarlo en adopción, aún durante el período de embarazo.
Completado ese trámite, el juez deberá comunicar su decisión al Registro de Aspirantes a Guardas, que a su vez deberá remitir, en cinco días, el listado de postulantes. Tras ello, en menos de tres semanas, deberá resolver iniciar la acción de guarda, proceso en el que intervendrán los familiares del menor.Una vez obtenida la guarda, se abre un plazo de evaluación para el otorgamiento de la adopción definitiva, que deberá tramitarse bajo las normas de “procedimiento sumario”.
El proyecto fue redactado por el diputado Marcelo Feliú en coautoría con sus pares Horacio González, José Ottavis, Juan de Jesús, y de los senadores Cristina Fioramonti, Santiago Carreras y Cristina Di Rado.Según indicó Feliú, la nueva ley “tiene como objetivo agilizar la resolución de los trámites para adoptar con el debido respeto de todas las garantías del proceso y priorizando, en todos los casos, el interés superior del niño”.
“Es muy valorable y agradezco la celeridad con la que el Senado trató este proyecto. Cada día que a partir de hoy se gana puede significar que un niño en situación de abandono acceda a tener la familia a la que tiene derecho o que una pareja logre el hijo que tanto ansía”, indicó Feliú.
El diputado citó palabras de la especialista Eva Giberti, que también fue partícipe de los debates de la nueva ley, y señaló que “hay un imaginario social que aún entiende a la adopción como un derecho de los adultos cuando en realidad es un derecho de los niños y niñas que no pueden ser asumidos por sus familias de origen”. (DIB)
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