En el marco de la aprobación de la Ley de Registro Nacional de Datos Genéticos vinculados a delitos contra la integridad sexual, Leuzzi explicó que establecer una cifra precisa “en toda la república es imposible, porque no todos llegan a nosotros, pero sí contamos con el Centro de Asistencia a la Víctima de Provincia y Nación, y lo nuestro, y la cantidad de casos da temor”.
La Presidenta de A.VI.VI. aseguró en declaraciones a Radio La Plata que reciben “entre 5 y 7 denuncias diarias” y subrayó que “todos los abusos hoy tienen denuncia; antes no había, sentíamos los casos, nos acercábamos y el temor no les permitía acercar la denuncia”.
“Hemos podido concientizar que no deben tener vergüenza, antes el delito sexual se veía como sólo sexo, ahora se ve como es: un delito, como alguien que agrede tu cuerpo, introducen lo que vos estás diciendo que no y el no es violación”, comentó y agregó: “Vergüenza debe sentir quien te ataca y no vos”.
A su vez, dijo que los grupos de riesgo “se dan tanto en clase media, como baja, como muy altas”. “El violador no busca clases, el violador busca satisfacer su deseo sexual, imponiendo su machismo e instalando el miedo a la víctima, le da lo mismo la edad, la clase social e incluso el sexo porque también atacan a varones”, afirmó.
Respecto al tratamiento que debe aplicarse sobre un violador, Leuzzi opinó: “No estoy a favor de la pena de muerte ni de la castración química, ni tortura; pero nuestro servicio penitenciario es 100 por ciento ineficiente, no se puede insertar a nadie, ni siquiera con la persona que roba o comete un crimen, no puede recuperar a nadie”.
“Los profesionales que entran, están 10 minutos, mandan un informe que es de beneficio para el detenido y logran sus condenas con anterioridad de lo que establece el juicio”, denunció.En este sentido, Leuzzi tipificó a los abusadores como “seres humanos, que tienen una falencia, que tenemos que cuidarlos, asistirlos, y cuando estén en libertad, controlarlos; porque el alto índice de reincidencia nos dice que no tienen recupero, pero hay que cuidarlos, seguirlos, estar con ellos después que están en libertad, no que estén liberados y vayan a firmar una vez por mes”.
“El violador es eso justamente: viola todo, viola las reglas de convivencia, viola la pulsera electrónica, es compulsivo de sus actos, no puede controlarlos, es imputable, porque puede discernir el bien y mal y premedita”, afirmó y agregó: “La persona que puede premeditar el delito es imputable; por un lado nos dicen que son enfermos y nosotros decimos que no, porque puede realizar un acto pensante”. (DIB)
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