Con el mismo énfasis que defendemos el Derecho a la Libre Expresión, reclamamos el debido respeto por el derecho de los abogados de trabajar en libertad, con respeto de la dignidad de nuestra profesión y del honor de quienes noblemente la desempeñan.
Los abogados no somos "samaritanos", término que se ha empleado para referirse al matriculado agraviado, pero siempre hemos cumplido una función social.
La tarea del abogado, implica ponerse en el lugar del "otro", de un vecino, de un amigo o simplemente de una persona que se encuentra desamparada y necesita del esfuerzo solidario de alguien que circunstancialmente, está en mejores condiciones intelectuales, materiales o espirituales de brindar esa ayuda. La facultad de abogar por los derechos de los ciudadanos es un medio poderoso, porque al decir de Cicerón "no hay cosa más magnífica, que ver allanados con un discurso los movimientos populares y la rigidez de los jueces".
Desde el mismo momento en que se abraza esta profesión, no se deja de ser abogado nunca, ya que, la misma, va mucho más allá de un título o de un proceso arreglado a derecho, va insita al sentimiento mismo de justicia en donde éste se considere vulnerado.El derecho laboral es una rama diferenciada y autónoma de la ciencia jurídica que surgió para disciplinar las relaciones de la prestación subordinada y retribuida del trabajo, en este ámbito la actuación del abogado implica el asesoramiento de cualquiera de las partes involucradas, sea el conflicto individual o colectivo, con activa participación en el ámbito de actuación de la autoridad administrativa del trabajo como en el jurisdiccional que corresponda en representación de los intereses que le han sido confiados.
En este foro que concluyen abogados, sindicatos y asociaciones de empleadores, es importante que cada uno conozca los límites de su actuación, desdeñando la falsa creencia de que el abogado hace de ello la "industria del juicio". A ninguna de las partes excluye a la otra, ni todo le está permitido, contrariamente cada una debe ceñir su conducta a las normas y estatutos que guían su actuación.
Aquí también se aplica el principio constitucional que establece, que ningún derecho es absoluto y que cualquiera de ellos está sujeto o encuadrado dentro de las normas que reglamentan su ejercicio.
En definitiva, la actividad desplegada por un sindicato no puede plantearse como una negación del asesoramiento jurídico para los trabajadores que así lo hayan decidido. Para terminar de expresar estos pensamientos en el día que se conmemora el natalicio de Juan Bautista Alberdi, este Colegio de Abogados saluda fraternalmente a todos los abogados de Colón, a los que se han acogido a su merecido retiro, a los que ya no están y a los que activamente tenemos en el presente la difícil responsabilidad de contribuir a mantener la dignidad de nuestra profesión.
COLEGIO DE ABOGADOS DE PERGAMINO
Dr. Guillermo Sergio Aiello Dra. Maria Alicia Luppi
Presidente Secretaria General
| 
