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24/07/2012
Medicamentos y salud

Consumidores crónicos


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Según una encuesta de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), en nuestro país el 18 por ciento de la población toma medicamentos de venta libre todos los días. De este modo, las personas se convierten en consumidores crónicos de medicamentos, para patologías que no están diagnosticadas como crónicas. Una problemática que avanza y conlleva consecuencias para la salud....


(GEI) –Por uso racional de los medicamentos se entiende un uso correcto y apropiado. Para que haya un uso racional, el paciente tiene que recibir el medicamento adecuado y la dosis debida durante un periodo de tiempo suficiente, al menor costo para él y para la comunidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS), calcula que más de la mitad de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada, y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente. Este uso incorrecto puede adoptar la forma de un uso excesivo, insuficiente o indebido de medicamentos de venta con o sin receta.
Abundan estudios que confirman el frecuente uso inapropiado de dichos insumos, lo que repercute negativamente en las condiciones de salud de nuestros pueblos así como en los presupuestos familiares e institucionales. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la OMS han intensificado sus esfuerzos por promover el uso racional de los medicamentos y ha reconocido la necesidad de establecer políticas nacionales de medicamentos.
Irresponsabilidades
Según una encuesta de la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), en nuestro país el 18 por ciento de la población toma medicamentos de venta libre todos los días. De este modo, las personas se convierten en consumidores crónicos de medicamentos, para patologías que no están diagnosticadas como crónicas. Sin embargo, los consumidores no son los únicos responsables de éste problema sino que inciden los “recomendadores de medicamentos” que generalmente son familiares y amigos. Y, por otra parte, la propaganda de las compañías farmacéuticas que con avisos mágicos contribuyen a generar la necesidad de consumir medicamentos.
La encuesta se efectuó entre el 2 y el 3 de abril en los barrios porteños de plaza Italia, Ciudad Universitaria, Retiro, Once, Abasto, Belgrano y Núñez. Respondieron 489 mujeres y 468 hombres, de distintas edades y niveles educativos. El 82 por ciento manifestó tomar medicamentos de venta libre, el 54 por ciento había tomado este tipo de medicamentos en el último mes. Mientras que el 18 por ciento los había tomado con frecuencia diaria; el 15 por ciento, con frecuencia semanal; y el 67 por ciento “esporádicamente”.
Ricardo Aizcorbe, presidente de la COFA, afirmó en una nota publicada en Página/12 que “es una calamidad que el 18 por ciento de la población tome diariamente medicamentos de venta libre, convertidos así en consumidores crónicos. Distinto es, supongamos, el caso de un hipertenso que cotidianamente toma medicación recetada para mantener su presión estabilizada. Pero tomar analgésicos, antiácidos o antifebriles es gravísimo. Porque puede conducir a tratar los síntomas que esconden una patología subyacente importante”.
Números que alertan
De esta misma encuesta se desprende que el 74 de los encuestados compran los medicamentos en farmacias; el 20 por ciento en kioscos, el 5 por ciento en supermercados y un 2 por ciento en “otros lugares”. Perdiéndose estos últimos segmento de las posibilidades de atención farmacológica, donde los profesionales puedan precisar datos sobre la suministración, la acción en relación a otros remedios que ya se realiza ingesta, entre otros. Sin embargo, muchos son los que si concurren a las farmacias a comprar las medicinas pero allí, no son atendidos responsablemente y pueden obtener medicamentos que necesitan recetas especiales sin siquiera tenerlas. El medicamento más que un bien social comienza a convertirse en una mercancía más.
Pero los números no terminan allí, y la alarma comienza a sonar cada vez más fuerte. El 48 por ciento de los encuestados tomó medicamentos por recomendación en el último mes. Quienes los recomendaron fueron: en el 44 por ciento de los casos, “un familiar”; sólo después, en el 37 por ciento de los casos, quien recomendó el fármaco es “un profesional de la salud”; en el 6 por ciento de los casos, la recomendación fue a través de medios de comunicación y la publicidad. Recíprocamente, el 50 por ciento de los encuestados recomienda a su vez medicamentos a familiares, amigos o compañeros de trabajo. Volviendo a comenzar la cadena del consumo irresponsable de medicamentos.
Consecuencias
El uso incorrecto de los medicamentos ocurre en todos los países, es nocivo para los pacientes y constituye un desperdicio de recursos. Entre sus efectos adversos más destacables se encuentran:
Resistencia antimicrobiana. El uso excesivo de antibióticos aumenta la resistencia a los antimicrobianos y el número de medicamentos que dejan de ser eficaces para combatir las enfermedades infecciosas. Muchos procedimientos quirúrgicos y los tratamientos antineoplásicos no son posibles sin antibióticos para luchar contra las infecciones. La resistencia prolonga las enfermedades y las estancias hospitalarias, y puede llegar a causar la muerte.
Reacciones adversas. Las reacciones adversas a los medicamentos originadas por su uso erróneo o por reacciones alérgicas pueden ser causa de enfermedad, sufrimiento y muerte. Se calcula que las reacciones adversas a los medicamentos cuestan millones de dólares al año.
Desperdicio de recursos. Un 10 a 40% de los presupuestos sanitarios nacionales se gasta en medicamentos. La compra de medicamentos directamente por el usuario puede causar dificultades económicas a los pacientes y a sus familias. Si los medicamentos no se prescriben y usan adecuadamente, se desperdician miles de millones de dólares de fondos públicos y personales.
Pérdida de confianza del paciente. El uso excesivo de medicamentos contribuye a menudo al agotamiento de existencias y al aumento de los precios hasta niveles inasequibles, lo cual merma la confianza del paciente. Los malos resultados sanitarios debidos al uso inadecuado de los medicamentos también pueden reducir la confianza.
¿Qué hacer?
Cabe destacar que esta problemática aumenta a diario, en todas las ciudades del país. Entre las causas puede encontrarse la no asistencia regular a profesionales de la salud que puedan colaborar con la información pertinente, el hecho que los medicamentos sean expendidos en lugares no autorizados y la irresponsabilidad de todos los consumidores que por distintas situaciones personales olvidan cuidar su salud de todos los días. Es hora de tomar conciencia del uso correcto y racional de los medicamentos para no verse afectados por algo que debería colaborar con hacernos sentir mejor.


Datos y cifras


*Más del 50% de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada, y la mitad de los pacientes no los toman correctamente.
*El 54% de las personas lleva medicamentos en la cartera, maletín o bolsillos, lo que facilita la medicación irresponsable.
*El 35% de la población no conoce el riesgo de un medicamento vencido.
*El 55% no conoce el riesgo de las interacciones entre medicamentos.
*El 64%dice consultar al farmacéutico al adquirir medicamentos.


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