Los métodos para instrumentar las garantías de los trabajadores deben darse en un marco de respeto, y en lo posible de coordinación entre un gremio y el/los abogados que patrocinan a los trabajadores, y no a través del bastardeo de la profesión de abogado singularizada en este caso con los agravios al Dr. Bilos.
A su vez, el Señor Tapia confunde el rol del abogado, quién también tiene entre sus atribuciones, si es contratado por un trabajador, participar en el ámbito administrativo previo al juicio.
Cree el Señor Tapia, como mucha gente que se maneja por prejuicios y no por conocimiento de la realidad general de la profesión, que los abogados queremos industria del juicio, cuando la realidad indica que la mayoría de los profesionales abogados procuran, en cualquier conflicto, la resolución extrajudicial a fin de obtener resultados más rápidos a los clientes a un costo menor.
Lamentamos expresiones tan despectivas a la profesión como la ironía ¨Samaritanos¨, porque efectivamente los abogados no lo somos, hay abogados mejores personas que otros, como en cualquier profesión u oficio o ámbito dirigencial, pero la abogacía es nuestro medio de vida y lo que nos da dignidad como trabajadores que somos, pero por lo visto para el Señor Tapia las profesiones que brindan servicios intangibles no merecen ser tenidas en cuenta.
Sin otro particular saludamos atte.
Dres.: Juan P. Picapietra; Martin Sheridan; Lara Costamagna; Jorge Simonella; María Daniela Díaz, Silvina Andreoli; Mauro Milovic; Cecilia Conti; Lucas Abud.-
Procuradora: Fernanda Borsarelli.-
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