El funcionario indicó que la reforma prevé recursos por 2.682 millones de pesos: de ese total, 300 millones corresponden al IIR, que es el la reforma que más ruido generó. “Este impuesto aporta el 1 por ciento de los recursos provinciales”, destacó Lódola. Según graficó, la Provincia actualmente recauda por este impuesto mil millones de pesos y con la reforma acrecentará las arcas 300 millones de pesos.
“O sea que el incremento es de un 30 por ciento”, señaló, y añadió: “Es decir, el promedio anualizado se va a un 42 por ciento, si bien hay partidas que tienen un poco más de incremento producto de esta progresividad”.
Justamente en este punto es el que no coinciden las entidades agropecuarias. Los aumentos para los ruralistas llegarán en algunos casos al 400 por ciento. Además, las entidades alertaron que el revalúo promediará el 900 por ciento, con picos de hasta el 2.300 por ciento.
Para Lódola, desde el Gobierno se está aprovechando el revalúo de tierras que Catastro determinó este año. “La idea es recuperar la progresividad que tuvo en una época este impuesto y también concentrar que sea solamente un impuesto a la tierra y que no grave las mejoras productivas”, aclaró en declaraciones a Radio Provincia.
Y agregó: “Lo que estamos haciendo con esta reforma es desgravar todo lo que son las cosas que están arriba de la tierra, todo lo que son las inversiones rurales para que un campo no pague más por tener más inversiones sino, solamente, concentrarse en el valor de la tierra y el primer punto es darle progresividad; ya que al no tener valuaciones fiscales actualizadas en los últimos años se fue modificando el impuesto por coeficientes que eliminaron la progresividad y hoy un campo chiquito paga lo mismo que un campo grande por hectárea y también se eliminaron ciertas diferencias regionales que la provincia tiene”. (DIB)
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