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03/05/2012
San Nicolás

Hoy se espera la sentencia de 9 policías por un crimen a remisero


Un Tribunal Oral dará a conocer el veredicto en el juicio que se le sigue a un policía por el homicidio de un remisero en 2009 cometido de un balazo durante un operativo antidrogas en la localidad bonaerense de San Nicolás....


Fuentes judiciales informaron que la audiencia comenzará a las 17 en la calle Guardias Nacionales 47, de dicha localidad del norte bonaerense, donde además están siendo enjuiciados otros ocho efectivos acusados de encubrir el homicidio de Alejandro Albino Rodríguez López (36).


El fiscal Rubén Darío Giagnorio solicitó en su alegato que Rubén Guillermo Solís sea condenado a la pena de prisión perpetua por el "homicidio calificado" de Rodríguez López, mientras que pidió cinco años para el comisario Alejandro Dipierro, encargado del operativo, por "encubrimiento agravado".


Giagnorio también requirió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de San Nicolás, dos años de prisión por el mismo delito para los policías Luis Gustavo Quiroz; Juan Marcelo Castro; Oscar Abel Panizza; Marcelo Alejandro Sassano y Enrique Alberto Traverso Eizenack, todos de la División de Drogas Ilícitas.


Además, exigió la misma pena por "encubrimiento agravado" para los efectivos de la comisaría 3ra. de San Nicolás, Miguel Angel Guaimas y Rolando Rubén Pereyra, quienes al igual que sus compañeros llegaron al juicio en libertad y en funciones.


En tanto, la abogada María Celina Berterame, representante civil de la familia de la víctima, consideró que Solís fue el responsable de la muerte de Rodríguez López y que durante el desarrollo del juicio quedó comprobado tanto el "homicidio calificado" como los "encubrimientos".


Por su parte, el abogado de Solís, Hugo Lima, solicitó a los jueces Cristian Eduardo Ramos, María Belen Ocariz y María Laura Fernández la absolución porque consideró que fue un "homicidio en legítima defensa", al igual que el resto de las defensas.


Durante el debate oral, declararon 55 testigos y se realizó la reconstrucción del hecho, donde Solís y Dipierro aseguraron que la víctima intentó atacarlos tras esgrimir un arma de fuego.


El fiscal Giagnorio basó su acusación en las declaraciones de quienes acompañaban a Rodríguez en el momento del hecho que fueron introducidas por lectura y que se realizaron en el marco de una causa por comercialización de estupefacientes derivada luego del homicidio, en la que quedaron sobreseídos y por la cual los jueces negaron sus testimonios en este juicio.


De acuerdo a la versión de los testigos, el sábado 11 de julio de 2009, alrededor de las 17.45, la víctima iba a bordo de un Renault 9 junto con ellos y, tras una persecución por la avenida Presidente Perón, fueron interceptados por un Renault Megane blanco en la calle 2 de Abril.


Allí, según la reconstrucción, los policías Castro, Sassano y Traverso Eizenack descendieron de un Chevrolet Monsa que quedó detrás del renault 9, mientras que Solís bajó del Renault Megane de su propiedad junto con Dipierro, quien estaba a cargo del operativo.


Los policías afirmaron que la víctima extrajo un revólver con el que los amenazó, por lo que Solís efectuó un disparo con su pistola reglamentaria que impactó en la axila de Rodríguez López que le ocasionó el estallido de la arteria aorta y la inmediata muerte.


Sin embargo, los testigos dijeron que en el auto "no había armas de fuego" y reconocieron que durante la persecución descartaron un paquete con droga.


El procedimiento se realizó debido a una llamada anónima a la sede de narcotráfico, en la cual avisaba que un auto Renault 9 que venía desde la localidad de Arroyo Seco transportaba droga. Luego se comprobó que esa llamada fue realizada desde el teléfono celular de la esposa del imputado Solís, por lo que la abogada de la familia de la víctima dijo en su alegato que "el armado del operativo fue totalmente irregular".


"Los acusados convocaron a dos móviles de la comisaría tercera cuando debería haber ido la primera, secuestraron dos armas pero los médicos que fueron a atender a Rodríguez López no recordaron haber visto alguna cerca del imputado", aseguró Berterame.


Para la abogada, los policías pudieron "plantar" los revólveres calibre .32 y .22 secuestrados porque tardaron diez minutos hasta que alertaron a la ambulancia.


Respecto a la versión que dieron los efectivos sobre un posterior forcejeo entre la víctima y Solís, Berterame se basó en las pericias que determinaron que el recorrido del disparo fue de atrás hacia adelante y de arriba hacia abajo. (DIB)


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