Ferrer sostuvo que la forma en la que el país superó la crisis y luego inició un período de "alto crecimiento sostenido" fue lo que hizo que sea colocado "como ejemplo" frente a debacles económicas en otros lados del mundo, aunque destacó que "hay elementos de validez general" y otros que son "particulares" del caso argentino.
"Hoy el país se encuentra de una manera muy distinta a cómo estuvo en otros tiempos, cuando estaba endeudado, dependiente del financiamiento internacional, de la voluntad de los mercados", señaló el embajador, y subrayó que "de esa situación se salió con recursos propios, replanteando el tema de la deuda, poniendo la deuda dentro de límites manejables".
En ese marco, el economista destacó que "esto le dio un grado de autonomía a la política argentina como no tuvo en mucho tiempo y eso lo demostró, incluso, en la fase anterior de esta misma crisis, en 2009. El país resistió, recibió un cierto impacto por la vía del comercio exterior, pero pudo hacer políticas contracíclicas y sostener el nivel de actividad".
Posicionamiento
"Respecto de nuestra experiencia histórica, la situación actual es radicalmente distinta y también es distinta respecto de otros países que tienen crisis de deuda", dijo, y añadió: "Cuando uno compara la situación argentina con los grandes países con dificultades hay una gran diferencia, porque están muy subordinados a los mercados, al ajuste tradicional y nosotros salimos de ese esquema y nos posicionamos de otra manera".
Por eso, Ferrer consideró que "el hecho de que la crisis de deuda argentina haya sido la más grande, e incluso el default haya sido el más grande de la historia, y la forma en la que el país salió de su situación para iniciar a partir de esa crisis un período de alto crecimiento que se sostiene, da lugar a que se mire a la Argentina como ejemplo".
De todas formas, el representante diplomático argentino en Francia advirtió que si bien "hay elementos de validez general, el caso de Argentina a su vez tiene características particulares a tomar en cuenta".
Responsabilidades
"La validez general es la experiencia de que cuando los niveles de deuda exceden la capacidad de pago de los países, hay que admitir el problema y repartir los costos", puntualizó Ferrer, y de inmediato remarcó que "las crisis de deuda tienen tres responsables: los países que hicieron malas políticas y por eso se endeudaron, los financistas que los financiaron porque tenían muy buenos rendimientos y las reglas del sistema que han permitido que el sistema financiero se convierta en un gran casino".
En este sentido, el economista aseveró que "cuando se produce una crisis hay que repartir el costo", ya que "pretender que sea asumido solamente por el deudor a partir de políticas extremas de ajuste es inequitativo y, además, inviable", porque "para poder pagar deuda hay que poder crecer, hay que generar excedentes, y si el ajuste achica el nivel de actividad económica -advirtió enseguida- la situación se agrava".
Paso fundamental
"De la experiencia argentina, la reestructuración fue uno de los pasos fundamentales. Pero además la política tuvo éxito porque se dio en el contexto de otras medidas, como la recuperación de la solvencia fiscal y la recuperación de la moneda nacional después de la salida de la Convertibilidad que permite tener una política monetaria autónoma", añadió.
El embajador ante Francia también destacó que "hubo una política de sostenimiento de la actividad económica, de inversión, de distribución del ingreso, que configuró, junto con la reestructuración, un nuevo escenario que permitió este notable crecimiento de la economía argentina".
"En el caso de Europa hay otras diferencias, como la existencia de una moneda común o la ausencia de una política monetaria propia, por lo cual la reestructuración unilateral de Argentina no parece posible en un marco comunitario donde hay reglas comunes", contrastó el economista.
Soberanía
En este marco, subrayó que "en Argentina la reestructuración de la deuda fue una iniciativa propia, sin aceptar ni las presiones externas ni las recomendaciones del FMI, respondiendo estrictamente al objetivo nacional y a encontrar una salida desde la necesidad argentina, y esto tuvo éxito".
"Nosotros nos endeudamos y llegamos al límite del incumplimiento mientras hacíamos una política de achicamiento, con lo cual el país estaba viviendo por debajo de sus propios medios.
En el caso de algunos de los países con deuda sucede que han vivido por encima de sus propios medios. Entonces, independiente de la reestructuración de la deuda, tienen que acomodar su economía a vivir dentro de sus propios medios, porque endeudarse con nueva deuda termina con la insolvencia y el default", indicó Ferrer.
Diferencias
En tanto, tras reiterar que "hay diferencias en el caso argentino", el economista sugirió que "así como nosotros los argentinos durante mucho tiempo soportamos el costo de los consejos ajenos, tenemos que ser muy prudentes de no predicar el nuestro, sino más mostrarlo al mundo sin soberbia y que cada uno saque de su experiencia lo que le convenga".
Finalmente, al ser consultado sobre qué era lo que a modo personal consideraba que se podía replicar del denominado caso argentino, Ferrer concluyó dos puntos: "Que no se puede solucionar una crisis de deuda sin equidad, es decir que reparta el costo entre los tres responsables; y que no hay solución a la crisis de deuda sin crecimiento".
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