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26/05/2011
Informe Especial

ACV: Una sigla, muchos riesgos


acv_270511 (36k image)Cada cuatro minutos una persona padece un ACV en el país. Lo cierto es que, a pesar de que esta sigla ya forma parte del vocabulario de la sociedad, a la afección se la desconoce, así como también al hecho de que varias conductas de nuestra vida diaria influyen en la aparición de la patología. ¿Se la puede prevenir?. (GEI) – El pasado 15 de mayo, se cumplió un año del Accidente Cerebro Vascular (ACV) que sufrió el cantautor Gustavo Cerati. Su caso, como el del vice-gobernador bonaerense Alberto Balestrini o el actor Carlos Calvo, nombrando sólo a algunos, generó la instalación del tema en los medios de comunicación. ¿De qué se trata este padecimiento? ¿Qué ataca y por qué se produce? ¿Afecta a una población en especial? Y fundamentalmente ¿Se puede evitar? ....


En Argentina, estos episodios ya se transformaron en la segunda causa de muerte. Y aunque muchos casos se revierten sin dejar secuelas, los especialistas sostienen que en el país cada cuatro minutos una persona sufre un ACV.


Esta afección, de la que poco se sabe más allá de su nombre, ha tenido una incidencia importante en la sociedad mundial. El Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro llegó a la conclusión de que una persona sufre un ACV cada cuatro minutos en Argentina, donde es la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos.


Según datos del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, en 2009 del total de 543 mil personas que fueron atendidas en hospitales, 6.510 ingresaron a causa de un ACV. De estos pacientes, el 20% falleció.


Si bien la patología no es nueva, el actual ritmo de vida y los malos hábitos propenden a padecerla. En el último tiempo, los accidentes cerebro vasculares son más temidos, cuando en realidad sólo deberían despertar conciencia y los cuidados adecuados para intentar prevenirlos.


De acuerdo al neurólogo Leonardo González, consultado en un trabajo de Inforegión (Mat. Nº 84548), la posibilidad de que las personas mueran a raíz de un ACV varía según determinados factores.


“Depende de qué población se trate, dónde fue atendido, qué rapidez tuvieron para hacer el diagnóstico, los antecedentes o la edad. En un centro de alta complejidad donde se tiene tecnología para dar el diagnóstico y el tratamiento, el pronóstico puede ser bueno, aunque eso no siempre ocurre. También hay casos que son muy severos y son rescatables a pesar de todo”, señaló el especialista, que es secretario del grupo de Trabajo Vascular de la Sociedad Argentina de Neurología.


Esas tres letras


El Accidente Cerebro Vascular (ACV) consiste en el bloqueo o disminución del flujo sanguíneo en las arterias del cerebro o un corte en estas. Los primeros se conocen como isquémicos y los segundos como hemorrágicos. El 80% de los casos responde a la primera clasificación.
Tanto la isquemia como la hemorragia afectan a las neuronas ya que las células nerviosas no pueden operar al no recibir oxígeno.


Las partes del cerebro afectadas por el ACV dejan de funcionar y, a raíz de esto, quien lo padece puede experimentar síntomas como dificultad en el habla o la comprensión, falta de sensibilidad o movilidad en alguna parte del cuerpo, problemas en la visión, vértigo y dolor de cabeza. Estos síntomas pueden ser permanentes o transitorios.


El lado del cerebro en el que ocurre el accidente determina qué zona del cuerpo será afectada. “La lesión puede generar pérdida de fuerza o sensibilidad, ver la mitad del campo visual, trastornos para hablar y otros problemas como vértigo o dificultad para tragar”, ejemplificó González. También se pueden experimentar otros problemas como depresión, apatía o trastornos del pensamiento.


De accidente, nada


“La enfermedad que llamamos cerebrovascular aguda es algo que ocurre de golpe, pero que se vino preparando con el tiempo. Si un paciente hipertenso, diabético, gotoso, sedentario, fumador, o que tenga todas esas variantes no se cuida, lo que se denomina historia natural de la enfermedad va a ir evolucionando y, obviamente, o una arteria se tapa o se rompe”, resaltó en diálogo con Inforegión Alfredo Firstenfeld (Mat N° 39836), jefe del área de Neurología del hospital Evita y docente de la cátedra de neurología de la UBA.


Los principales factores que la provocan son la hipertensión arterial y la diabetes. De hecho, el 80% de los pacientes que sufren un ACV en Argentina padece la primera patología y el 22% es afectado por la segunda. Junto a estos factores también se encuentra el colesterol y el consumo alto de cigarrillo, alcohol y drogas.


Otra cuestión importante es la edad. Después de los 55 años se duplica el riesgo de tener un ACV y las personas de sexo masculino también son más proclives a sufrirlas. Sin embargo, el ACV no sólo es padecido por personas mayores.


Los otros factores de riesgo no controlables son los antecedentes familiares de enfermedades coronarias o cerebrovasculares y el hecho de haber padecido un episodio de este tipo anteriormente.
“Lo que se denomina ataque al cerebro puede manifestarse con síntomas muy diversos. A veces pasa y el médico no lo considera como una eventual emergencia. Pero una lesión cerebral puede ser devastadora muchas veces por la secuela que deja, que inclusive puede llevar a la muerte, cuando de alguna manera se pudo haber prevenido”, consideró Firstenfeld.


Mejor que curar


Dado que los ACV tienen una gran correlación con las conductas y las afecciones pre-existentes, la prevención y la responsabilidad parecen ser los conceptos básicos para evitar esta patología.
De esta manera, los especialistas aconsejan la realización de controles médicos en forma regular así como una vigilancia esporádica de la presión arterial y la diabetes. También es clave la dieta, eliminar el consumo del cigarrillo y realizar ejercicio físico.


Lo que también influye es la mentalidad, clave para vencer al stress, otro de los factores que también colabora con la patología.
“El ritmo de vida que tenemos no colabora. Estamos apurados, estresados. Tenemos que tomar como filosofía de vida poder dosificar esa angustia que uno tiene, aprender a buscar ayuda y compartir eso con otras personas. Nosotros creemos que hay que apelar a la sensibilidad de la gente”, aportó Juan Coll, director del hospital Meléndez


Luego del ataque cerebral es fundamental que inmediatamente los pacientes recuperen la utilización de las partes de su cuerpo, ya sea con terapia o rehabilitación en caso de ser necesario.
Los expertos, son optimistas en que la información sobre la enfermedad, sus síntomas y consecuencias, puede ayudar a que la gente tome medidas preventivas para cuidarse. “Cualquiera que tenga un ACV y sea llevado rápido al hospital correcto, va a poder tener mejor atención que si demora el tiempo de atención, donde no hay mucho por hacer en el tratamiento agudo y sí habrá que trabajar en la rehabilitación”, señaló González.


Los accidentes cerebro vasculares se pueden prevenir en gran medida y en esto juega un rol importante la información sobre la enfermedad, en principio para saber en qué consiste esta patología, qué medidas preventivas se deben tomar y cómo responder en el caso de que una persona sufra un ataque cerebral, además de tener en cuenta que existe una gran chance de recuperarse.


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