PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

27/04/2011
Informe Especial

Estilo de vida: Sedentario


sedentarismo_270411 (40k image)
Los progresos tecnológicos que llevan a “vivir más cómodamente”, la falta de tiempo y la reducción de espacios para hacer ejercicio condujeron a una vida sedentaria. La gravedad de esta tendencia radica en los problemas que esto ocasiona a la salud. Es por eso que los profesionales resaltan la necesidad de “cambiar de hábitos” .. (GEI) –Hubo un tiempo en que el hombre dedicaba todo su esfuerzo, para alcanzar un único objetivo: el alimento. Para ello observaba, esperaba y luego corría para atrapar a su presa. Sólo contaba con su velocidad y su fuerza natural, cualidades que le bastaban para llegar a la meta....


No existía otra opción, todo debía hacerlo él porque no había nada que pudiera reemplazarlo. Pero, el panorama fue cambiando. Con el transcurso de los años, el avance de los hombres, sus creaciones y el progreso tecnológico provocaron grandes modificaciones en la vida cotidiana de las personas que, de a poco, condujeron a un mundo más cómodo.


“La tecnología ha traído un gran beneficio a la humanidad, pero a la vez ha generado un perjuicio tremendo a la salud de los hombres porque ha creado el sedentarismo, que proviene de ‘sedente’, que quiere decir permanecer sentado. Nuestra comunidad está cada vez más sentada, cada vez más quieta”, opinó en un trabajo de Info Región el presidente de la Federación Argentina de Medicina del Deporte (FAMEDEP), Alberto Ricart, (Mat. Nº 52.545).


Por ello, la aparición de elementos que hicieron que la vida sea más fácil, ahora están colaborando a su deterioro. Porque este nuevo “modo de vivir” caracterizado por “la falta de esfuerzo” para realizar cualquier tarea cotidiana es una tendencia que ya está instalada.
Este accionar se replica en el mundo y Argentina no es la excepción.


“El estado de quietud generalizado parece haber llegado para quedarse definitivamente”, alertan los especialistas. Cuando esto se refleja en cada una de las actividades que debe llevar a cabo el ser humano, es ahí que empieza a manifestarse el sedentarismo, un fenómeno que está directamente asociado a los bajos niveles de ejercicio físico que realiza una persona y la gran cantidad de tiempo que pasa sin moverse.
“El sedentarismo no es sólo la falta de actividad física sino el déficit de ella, porque uno puede realizar actividad física pero puede ser insuficiente para su salud, para su edad”, precisó el médico deportólogo Ricart.


Más allá de esta insuficiencia de actividades, que implica un desgaste físico, y el desinterés por las disciplinas deportivas que se registra incluso en los niños, las condiciones sociales predisponen a esta vida sedentaria. Todas las tareas que implicaban un gasto de energía, en su mayoría fueron reemplazadas por instrumentos mecánicos: cambiar la cubierta de un auto, lavar la ropa a mano, amasar pastas, abrir un portón manualmente; son acciones que ya están casi en desuso y para las cuales aparecieron sustitutos tecnológicos.


Así, en mayor o menor grado, el sedentarismo se está haciendo cada vez más evidente en las sociedades actuales. Y, a pesar de las referencias económicas que podrían indicar que a mayor poder adquisitivo, mayor niveles de sedentarismo, este modo de vida se reproduce en diversos grupos.
El panorama es poco alentador porque, según los datos aportados por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2010 por el Ministerio de Salud de la Nación, “el 54% de los argentinos es sedentario”, un porcentaje que se hace eco en la salud de las personas y, en consecuencia, en el fuerte impacto sobre el sistema sanitario público.


El sedentarismo como factor de riesgo


Según señalan los especialistas, el sedentarismo es el mayor disparador de las enfermedades cardíacas, tumorales, respiratorias y metabólicas. Estos cuatro tipos de patologías forman, según indicó Ricart, el 80% de las enfermedades que son causa de muerte en el país.


“Todas se originan en el sedentarismo y en Argentina es sedentaria más de la mitad de la población. Entonces, teniendo en cuenta la totalidad de los 40 millones de habitantes, tenemos más de 20 millones de sedentarios que se traducen en más de 20 millones de personas con riesgo de morirse de cualquiera de esas cuatro cosas”, admitió el médico.


De tales afecciones, las coronarias son las que dejan la mayor cantidad de víctimas fatales. En este sentido, la incidencia del sedentarismo en este tipo de patologías tiene que ver con aquello que lo define, es decir, con la falta de actividad física. Realizarla, según señalan los profesionales del área de la salud, excede las cuestiones estéticas. No es algo que deba hacerse sólo “para verse bien” sino “para estar mejor”, lo cual implicaría “un mínimo de 30 minutos de ejercicio diarios al menos tres veces por semana”.


Además, la vida sedentaria agrupa varios de los “Factores de Riesgo” que provocan las Enfermedades No Transmisibles (ENT), entre las cuales están la diabetes, la presión arterial elevada, la mala alimentación y el colesterol elevado, agentes que colaboran con los “problemas cardíacos”.


“Más de la mitad de la población es sedentaria. Tenemos un problema importante porque eso predispone a la epidemia de obesidad y diabetes y esas dos cosas, a su vez, generan más enfermedades cardiovasculares”, señaló al medio el médico cardiólogo Guido Bergman (Mat. Nº 85.234), integrante del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).


Ante esto, destacó la importancia de realizar actividad física debido a que “las personas que tienen presión o colesterol altos se benefician mucho porque genera que el colesterol bueno suba, que el colesterol malo baje, que mejoren los niveles de triglicéridos y que la presión arterial esté más controlada”. Por otro lado, la actividad también ayuda a evitar un segundo “evento cardíaco” en quienes ya lo padecieron.


Sin embargo, cuando la prevención no llega a tiempo es que suceden las consecuencias más graves de este estilo sedentario. Es por eso que, además del personal médico, hay asociaciones civiles que trabajan para difundir actividades que ayuden a revertir este proceso o, al menos, a generar conciencia sobre esta realidad que involucra a toda la sociedad y que en muchos casos no se considera como algo “perjudicial para la salud”. Porque, generalmente, “el sedentarismo no se ve”.


Prevención temprana


Desde hace diez años funciona en el país la Sociedad Argentina de Lucha Contra el Sedentarismo (SALCES), una entidad que trabaja en la “generación de políticas públicas” para evitar que este fenómeno se haga aún más extensivo. Desde el organismo opinan que “es fundamental la participación activa del Estado” y resaltan la importancia de lograr la prevención desde la escuela.


“No hay educación para la salud, entonces se corre detrás de la enfermedad. En la escuela tendrían que hacer más actividad porque no llegan al mínimo de una hora diaria. Entonces, si ya tienen problemas de obesidad, tendría que incrementarse la carga horaria para poder revertir la situación”, opinó el presidente de SALCES, Jorge Navarro.


El sedentarismo se presenta como un fenómeno extendido a todos los ámbitos sociales que se está integrando cada vez más, tal vez de manera inconsciente, a las tareas cotidianas. Las exigencias en el campo laboral, que en muchos casos atan a permanecer por horas frente a la computadora, la falta de tiempo incluso para cocinar, la variada oferta de instrumentos para la comunicación y el ocio sin necesidad de moverse y hasta la reducción en la cantidad de espacios públicos interviene en esta nueva condición.


Y es esta vida sedentaria a la que a veces se ven obligados los adultos, la que repercute en los más pequeños. “Antes los chicos estaban en la calle jugando pero ahora están en la casa, en la computadora, viendo una película o jugando a la Play Station. Eso hace que los chicos tampoco quieran moverse y, si tienen una referencia materna o paterna que tampoco hace actividad física, es poco probable que se interesen”, evaluó el médico nutricionista Walter Dzurovcin (Mat. Nº 2.782), integrante de SALCES.



Por esto, debido a la amplitud de puntos que influyen en el sedentarismo, los especialistas consideran que “es bastante complicado” revertir la situación. Sin embargo, creen que hay que trabajar “desde temprano” para impedir que esta afección se siga reproduciendo.


En lo inmediato no se podrá revertir porque son muchos los parámetros que habría que modificar, muchos hábitos y costumbres que deberían cambiar. Y para lograrlo, tiene que estar encarado desde el grupo sanitario y desde la órbita gubernamental, dando prioridad a la actividad física en los colegio.


En este sentido, una herramienta fundamental para combatir esta nueva “epidemia del tercer milenio”, más allá de la actitud individual que motive a realizar ejercicio físico y a “alimentarse bien”, es la divulgación de información a través de los medios acerca de cuáles son las consecuencias de este estático estilo de vida.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados