“Los datos son muy alentadores”, aseguró el Director General de Cultura y Educación, Mario Oporto, mientras aclaró que “se ve cómo la Asignación Universal por Hijo y la reconstrucción del mercado laboral le dan a los papás la posibilidad de darle comida a sus hijos en sus propias casas”.
Las cifras indican que mientras que en 2008 había 134.592 inscriptos para los comedores que funcionan en las Escuelas Abiertas, en el 2011 se redujo a 38.885; en tanto que para las actividades recreativas en el 2008 había 12.697 inscriptos y en el 2011 ese número creció a 51.038.
En ese mismo sentido el responsable de la educación provincial destacó que “esto significa que los chicos no es que van a la escuela en el verano porque necesitan comer, sino que están buscando la recreación propia de las vacaciones como la natación, los juegos de equipo o las actividades culturales”.
Como se ha informado, el Programa Escuelas Abiertas en Verano, que se instrumenta por undécimo año consecutivo, se desarrolla en 2.228 sedes constituidas en jardines de infantes, escuelas primarias, secundarias y de educación especial, Centros Educativos Complementarios (CEC) y Centros de Educación Física (CEF).
Los beneficiarios del Programa, que se extenderá hasta el 11 de febrero, pueden optar por alguna de las tres modalidades propuestas: una que brinda recreación; otra con servicio alimentario y propuestas recreativas; y la última que ofrece el servicio alimentario. Las actividades y el comedor son coordinadas por 10.211 directivos, docentes, profesores, auxiliares y guardavidas.
Otra característica de esta edición del Programa Escuelas Abiertas en Verano es la creciente participación de adolescentes de hasta 17 años en las propuestas recreativas. Esta situación responde a las políticas educativas implementadas desde 2007 para garantizar la obligatoriedad de la educación secundaria de 6 años. (DIB)
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