PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

25/03/2010
Nocturnidad

Un problema creciente en Colón


El tema de la nocturnidad es central. El poder político no se da cuenta que está abriendo las puertas del infierno y que será muy difícil cerrarlas...


El capitalismo salvaje, no respeta la esencia del ser humano: su dignidad. Esto pareciera ser lo que esta aconteciendo con la nocturnidad en nuestra ciudad.


Versiones que hablan de sitios donde se cobran cuarenta pesos y a puerta cerrada realizan las denominadas "previas" con menores y jóvenes de corta edad a "canilla libre".


Por otro lado, los cortesanos del Poder de Turno (de todos los poderes de turno habidos y por haber) indican com- pungidos que "nada se puede hacer". Es mentira.

Si en un lugar (cualquiera) se juntan doscientas personas, y se vende bebida alcohólica. El sitio debe tener algunas consideraciones a cumplir. Si es un local, quinta, etc, y está sin habilitación municipal, esta en infracción.


Si no a esta ciudad viene «Alcapone», alquila una quinta, pone meseras, y comienza a distribuir alcohol y drogas, y realiza grandes fiestas..pero es un lugar privado y "nada se puede hacer". Nadie pide represión y cerrar compul- sivamente lugares cuando esta atestado de jóvenes.


Pero…el Estado con todo su poder, lo puede citar y decirle a que se atiene de volver a repetir estas situaciones. También si el sitio en cuestión (cualquiera) no tiene el registro de venta de alcohol, de donde saca la bebida ¿o tienen un destilería propia para las bebidas blancas y cerveza?.


Pero el tema más directo si no se actúa, con el alcohol, la droga y otros ítems, es que el pueblo comienza a sospechar de posibles negociados (cometas o llámese como quiera) y finalmente una situación no querida termina en una "explosiva" pueblada.


Vale como un ejemplo. Si en Hughes se secuestró como medio kilo de estupefaciente, en Colón ¿Cuánta droga hay sin descubrir?.


Cuadro de situación


Domingo seis de la mañana y en pleno centro de la ciudad ( Calle 47 y 20). Un Fiat 147, color gris, pasa corriendo una picada a escape libre. El ruido seguramente despertó a los vecinos. El auto se aleja del centro y poco después vuelve repitiendo el itinerario.


A pocos metros un adolescente que no pasa los 15 años, orina en la puerta de un lugar de asistencia de enfermería. A su lado otro joven hace lo mismo a dos puertas de distancia.
Al mismo tiempo, un grupo de chicos de no más de 16 años pasa por calle 47 y 20 hacia 45, en la cortada, observa a otro grupo que va por 46. Ambos se gritan obscenidades. La decena de jovencitos están visiblemente alcoholizados.


En 48 y 21, un joven vomita mientras otros esperan que pase el mal momento a pocos metros.
Lo acontecido solo es una muestra de lo que pasa de madrugada un día festivo. Nadie pide represalias (aunque es muy difícil que existan porque en el radio de 10 cuadras no se observa un patrullero), pero se debe trabajar cada día en la prevención. Hay mil maneras de hacerlo. Solamente pedimos algunas.


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados