En ese sentido, según indicaron fuentes del sector, técnicos de las entidades rurales comenzarán a monitorear en esa zona el avance del agua “distrito por distrito” para elaborar informes de situación que pretenden entregar en mano a cada intendente. El objetivo: presionar para que los jefes comunales no bajen la guardia y continúen reclamando por las obras atrasadas. “Los productores trabajamos con la hipótesis de un otoño muy lluvioso, que es lo que indican todos los pronósticos, y los funcionarios trabajan sobre la idea de que los meteorólogos se equivoquen” indicó el titular de la sociedad rural de Junín, Rodrigo Esponda.
El encuentro se llevó a cabo en la sociedad rural de Junín, donde productores de ese partido y de otros distritos de la región A1 de la Cuenca del Salado -como Leandro N. Alem, General Arenales, Florentino Ameghino y General Pinto- se reunieron para organizar las acciones a seguir frente a la preocupación por el avance del agua en la región que ya anegó distritos de zonas bajas, cortó calles y rutas y hasta inundó un barrio periférico en la ciudad de General Pinto. Del encuentro participaron también los titulares de Carbap, Pedro Apaolaza, y de Federación Agraria Argentina en la provincia, Guillermo Gianassi.
EN ALERTA
Los productores comenzaron a organizarse para integrar una Comisión Asesora del Comité de Cuenca del Salado que comenzó a funcionar formalmente la semana pasada y que integran los intendentes de la región.
Los jefes comunales se reunieron en esa oportunidad con autoridades de la Dirección Provincial de Hidráulica, la Autoridad del Agua y técnicos de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de Nación, y el encuentro giró en torno al atraso de las obras hídricas del Plan Maestro del Salado que deberían haberse finalizado hace dos años. La movida de los intendentes apuntó a destrabar los fondos para las obras pendientes y, especialmente, la financiación para las tareas de mantenimiento de las que ya están finalizadas.
Si bien desde Provincia se indicó que en esa región se completaron 8 de las 10 obras principales contempladas en el Plan –se afirmó que resta culminar las obras de la laguna La Picassa e iniciar las de regulación de La Salada (General Pinto) en 4 meses- mucho menos avanzados están los trabajos de canalización secundaria de las obras centrales, lo que generó el reclamo puntual de varios intendentes.
Los intendentes se comprometieron a realizar la segunda reunión del Comité de Cuenca entre esta semana y la próxima. Las entidades rurales, que no tendrán voto, podrán conformar una comisión asesora del Comité desde la que esperan realizar un monitoreo permanente de los avances hidráulicos.
PROVINCIA NO DESCARTA UNA “CATÁSTROFE”
El director provincial de Hidráulica, Daniel Coroli, advirtió sobre la posibilidad de que se produzcan “otros San Antonio de Areco”, distrito donde a fines de diciembre pasado las intensas lluvias generaron inundaciones que obligaron a la evacuación de 3 mil personas.
“La Provincia tiene que estar preparada, porque de la noche a la mañana caen 260 milímetros en tres días, como ocurrió en Areco -donde hubo 3 mil evacuados- y se desata una catástrofe”, afirmó Coroli en declaraciones formuladas a un diario platense.
No obstante, defendió los trabajos realizados en el Río Salado y señaló que “hay un sólo factor desencadenante de las inundaciones: que llueva mucho, en un corto período de tiempo”.
Según precisó, en el noroeste bonaerense llovieron en los últimos tres meses entre 600 y 700 milímetros, una cifra que está cerca de la media anual para esa región, calculada en alrededor de 900 milímetros.
Tal como informó esta agencia la semana pasada, el Gobierno bonaerense declaró el estado de Emergencia Hídrica en 68 municipios, la mayoría de ellos localizados en el noroeste.
El decreto contempla un fondo de 40 millones de pesos para afrontar eventuales catástrofes y poder dar respuesta en caso de tener que enviar equipos y ayuda a las zonas inundadas. (DIB)
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