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21/11/2009
Columna de opinión

Manifiesto contra el desempleo


saramago (32k image)(*Por José Saramago, Premio Nóbel de Literatura ). El Premio Nóbel de Literatura, José Saramago, en marzo de 2007 durante una teleconferencia desde Madrid, para medios Latinoamericanos.( Foto: Archivo Télam) ...


(Dypra) - Esta columna fue escrita por el premio Nobel de Literatura, José Saramago, para poyar a creación de un movimiento social contra el desempleo en Europa. Se la pidieron al Nobel, sus organizadores, quienes preparan manifestaciones de protesta por el desempleo en todos los países europeos. Se trata de un movimiento ciudadano emergente en el viejo continente, que “quiere despertar a la sociedad civil para acabar con la pandemia del paro (desempleo)”. Preparan una movilización general para el próximo 12 de diciembre a las 12:00 a la que están llamados “todos los agentes sociales, políticos, sindicales, profesionales, intelectuales, trabajadores todos para secundar esta iniciativa.” Su texto es el que sigue a continuación:


La gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo nos trae la angustiosa sensación de que hemos llegado al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación.


¿Qué hacemos nosotros, que presenciamos, impotentes, al avance aplastante de losgrandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales?


¿Podemos dejar la salida de la crisis en manos de los expertos? ¿No son ellos precisamente, los banqueros, los políticos de máximo nivel mundial, los directivos de las grandes multinacionales, los especuladores, con la complicidad de los medios de comunicación social, los que, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría, nos mandaban callar cuando, en los últimos treinta años, tímidamente protestábamos, diciendo que nosotros no sabíamos nada, y por eso nos ridiculizaba?


Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto-reformable y auto-regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.


¿Y ahora, cuando cada día aumenta el número de desempleados? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas? ¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, del narcotráfico y otras actividades canallas?


¿Y los expedientes de crisis, hábilmente preparados para beneficio de los consejos de administración y en contra de los trabajadores? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados, millones de víctimas de la llamada crisis, que por la avaricia, la maldad o la estupidez de los poderosos van a seguir desempleados, malviviendo temporalmente de míseros subsidios del Estado, mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de cantidades millonarias cubiertas por contratos blindados?


Decir “No al paro” es frenar el genocidio lento pero implacable al que el sistema condena a millones de personas. Sabemos que podemos salir de esta crisis, sabemos que no pedimos la luna. Y sabemos que tenemos voz para usarla. Frente a la soberbia del sistema, invoquemos nuestro derecho a la crítica y nuestra protesta. Ellos no lo saben todo. Se han equivocado. Nos han engañado. No toleremos ser sus víctimas.


El desempleo en España


España, la gran puerta de entrada al continente europeo para muchos argentinos y latinoamericanos, que nos deslumbrara con su progreso a partir de la abolición del régimen franquista, también le abrió sus puertas a la recesión que desde fines de 2007 les introdujo la crisis de las hipotecas en los EEUU.


Sin llegar aún a los niveles de desocupación que supo tener hasta la llegada de Felipe González al gobierno, España, como la mayoría de los países europeos que globalizaron sus economías sin ninguna red, está acercándose peligrosamente a los índices de desocupación que la castigara por muchas décadas (alrededor del 24 %).


Actualmente, la cifra de desempleados en el país es de 4.320.000 personas, con una tasa de desempleo del 18,7%, calculado en el segundo trimestre de 2009, son datos publicados por Eurostat.



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