Colón Doce está en condiciones de informar que los dos sospechosos por estas horas recuperarían la libertad por falta de pruebas concordantes por el supuesto delito del cuál estaban acusados. El martes varios testigos fueron citados para una rueda de reconocimiento.
Los dos sospechosos detenidos el viernes de madrugada en un sector del barrio Acevedo de Pergamino estaban en el interior del cuarto. En la plaza se encontraban familiares directos esperando el trámite judicial.
Uno es morocho, de piel blanca y pelo corto. El segundo más bajo, morrudo, y con el pelo tirando a castaño claro con claritos.
Algunos de los testigos señalaron a la fiscal y la auxiliar y constaría en acta que no pudieron reconocer a las personas que tuvieron ante sus ojos en cuando los apuntaban con armas de fuego.
Una minoría de los testigos habrían reconocido a por lo menos uno de los sujetos. Pero esto no alcanzaría. Uno de los pilares de la prueba se caería y comienza a dudarse si estos dos jóvenes habían participado del asalto.
La justicia debe demostrar que estos dos jóvenes el lunes 13 de abril, estuvieron en el local de Montanari Automotores y con armas de fuego se llevaron nueve mil pesos. Tampoco apareció el Fíat 128, color bordo, y con posibles abolladuras que podría haber sido visto en el barrio Riva- davia. La moto que una versión señaló que estaba como apoyo, con un miembro de la banda esta sin ubicar.
También una versión señala que los teléfonos celulares no serían los robados a clientes y propietarios de Montanari Automotores. Cabe destacar que en los allanamientos tampoco se encontró el producto del robo. Un botín que se habrían llevado y que distintas fuentes indican en 9 mil pesos.Por ahora no hay pruebas para que el Juez de Garantías le dicte la prisión preventiva.
Los allanamientos
Tal como lo adelantaba Colón Doce en su edición pasada, la policía Bonaerense realizó varios allanamientos en la ciudad de Pergamino.
En los operativos se habría detenido a dos jóvenes domiciliados en la vecina ciudad y que son sospechados como los malvivientes que asaltaron a Montanari Automotores, ubicada en calle 50 entre 15 y 16.
La investigación
Los testigos aportaron datos a la Policía de Investigaciones que fueron determinantes en detectar los sospechosos del audaz robo. Uno de los delincuentes de estatura baja, morrudo, con cabellos castaños y con claritos tenía una serie de tatuajes en su cuerpo.
El segundo malviviente atrapado en una casa del barrio Acevedo entre la noche del jueves y la madrugada del viernes era alto, tez blanca y cabello corto.
En los domicilios se secuestró un buzo con rayas que podría ser el usado en el asalto. Además se secuestraron teléfonos celulares. Los mismos fueron mostrados a los propietarios y clientes que estaban en el comercio en el momento de los asaltos.
La conexión Colón
Los investigadores darían por sentado que habría una conexión con el bajo fondo colonense. El Fíat 128 se lo habría observado en un barrio de nuestra ciudad. Los asaltantes habrían utilizado el auto para realizar el atraco y luego hacer la "posta" cambiar de auto y salir.
Los tatuajes
Los delincuentes tienen antecedentes por hechos de similares características. La información aportada por los testigos de numerosos tatuajes en el cuerpo de los delincuentes (brazos) y la descripción física hizo que la policía enfilará para el barrio Ace- vedo de Pergamino.
Existen muchos casos policiales descubiertos por los tatuajes realizados precariamente en carceles bonaerense. Asimismo podemos decir que con sabueso avezado, sabe distinguir hasta de que penitencieria proviene el grabado. Los tatuajes en el mundo de los delincuentes y realizado en sus largos días de cárcel, suele ser una pista delatora para aquellos que cometen como en Montanari Automotores un asalto.
En las cárceles, la práctica del tatuaje pone al descubierto un basto alcance de significados ocultos. En este sentido, cuando un preso se hace el tatuaje de una serpiente enroscada en una espada, está expresando simbólicamente que se ha comprometido a matar a un policía. Y su promesa no tiene retorno, es imborrable.
Los motivos místicos, por ejemplo, son imágenes de santos y vírgenes, cruces o figuras de Cristo y del diablo. Generalmente, este tipo de tatuajes es muy común en los presos acusados por violación. En un 90% de los casos, esta clase de presidiarios se vuelcan al estudio de los Evangelios y adoptan posturas pacifistas. Los tatuajes pacíficos, también usados por agnósticos y ateos suelen representarse con dibujos de palomas, flores, estrellas o palmeras.
Mientras que para reafirmar su identidad, muchos presos eligen tatuarse su nombre entero o sus iniciales.
Existen los tatuajes afectivos. Así como los griegos creían que el corazón era el lugar donde los hombres guardaban sus amores y pasiones; los presos imprimen sobre su pecho, el nombre de la mujer amada, como signo de consolidación del vínculo. Otra variante que se ve con frecuencia en los internos, son los tatuajes agresivos, representados con dibujos de aves de rapiña, espadas, animales feroces y puñales.
Mediante estas figuras, los presos intentan poner en evidencia su rudeza, muchas veces con el fin de obtener un escalafón superior dentro del rango otorgado por los internos.
La calavera, por ejemplo, significa que el portador del tatuaje no dudará en matar, ante una situación límite, para otros es una advertencia a la que se deberá prestar mucha atención. Los tatuajes sexuales son utilizados comúnmente, como rasgo diferen- ciatorio. En los heterosexuales, las figuras son procaces y tienden a reafirmar la virilidad de quien lo porta. En el caso de los homosexuales, el dibujo más habitual es el de dos mariposas juntas.
Los tatuajes eróticos, generalmente se grafican con la figura de una mujer desnuda; es "la chica de los presos" policial y apedrearon el lugar.
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