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19/12/2008
“Contra el Trabajo Infantil”.

COLONENSE DISTINGUIDA EN IMPORTANTE CONCURSO LITERARIO


En el día de ayer se supo que la convecina colonense Nilda Domínguez de Lebrini fue distinguida en un concurso literario organizado por el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, cuyo eje temático era “Contra el Trabajo Infantil”...


Hoy recibirá su distinción en el Teatro Argentino de la Plata, sin embargo, ayer fue recibida por el intendente municipal, Dr. Ricardo Casi y por el secretario de la Producción y Empleo, Mario Quagliardi.


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El titulo de la obra es “Me Gustaría”


Juan, el curita de la misión, solía recorrer los ranchos todos los meses, para asistir con su palabra de esperanza a los que vivían en el monte o cerca de los bañados. Cuando me vio dormidito sobre unas pajas secas en el catre y envuelto en unos trapos, dijo que me parecía al niño que nació en Belén, el hijo de Dios, y ahí nomás me bautizó Jesús.


Desde chiquito ayudé a juntar leñitas para el fuego, traer algún choclito del monte para hacer un hervido con un poco de charqui que algún patrón le sobraba de una carneada.


Mi mamá comentaba resignada que no tenía más hijos porque uno se le murió dentro de ella, la ayudó en el parto la vecina. Estuvo muy enferma, con gran infección. Como en el rancho no había remedios se alivió con unos yuyos y ungüentos caseros pero quedó muy débil. Hace dos años casi no camina.


Somos tres hermanitos, yo soy el mayor. Cuando mi madre enfermó ocupé su lugar, es decir su trabajo, ahora acompaño a mi padre al monte talar, aunque soy chico tengo fuerza para arrastrar las ramas grandes y despejar el camino para que los peones trabajen con la sierra.


O al algodonal cuando es el tiempo de la recolección; junto varias bolsas al día. Aunque mis deditos se pinchen y sangren sigo ayudando porque a mi papá le dan más vales por mi trabajo y los puede cambiar en el almacén por yerba, azúcar, tabaco o harina de maíz, a veces alcanza para fideos.


Cuando volvemos al rancho no importa si estoy cansado, le digo a mi mamá que voy a trabajar mucho y la voy a llevar lejos, porque en la ciudad los doctores la pueden curar. Se le llenan los ojos de lágrimas y me abraza muy fuerte en silencio. Con un palito dibujo en el piso de tierra; el sol, la luna, los pájaros y entonces sonríe, porque a ella le gustan mis dibujos.


En unos años más me voy a ir al a cosecha del olivo o a la zafra en otras provincias, me van a pagar con plata porque seré más grande, así mis hermanitos no tendrán que ir a trabajar de chiquitos como yo. Ayudaré a mi papá que parece un viejo cansado de trabajar por una mísera paga que a veces ni alcanza para comer.


Usted sabe, señor. Me gustaría jugar con mis hermanitos. Me gustaría ver el amanecer abrazado a mi mamá. Me gustaría esperar a mi papá cuando vuelve a la nochecita, dibujarle pájaros y verlo sonreír junto a mi mamá.


Usted saber, señor. Es noche aun cuando rumbeamos al monte en las madrugadas y es sombrío el amanecer en el campo.


Usted sabe, señor. Me llamo Jesús, tengo 11 años, me gustaría ir a la escuela para aprender a leer y escribir pero… tengo que trabajar.


Nilda Domínguez de Lebrini


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