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10/02/2008
JUDICIALES Y POLICIALES

ENTREVISTA A LUIS VICAT: “MÁS PATRULLEROS NO SOLUCIONAN LA INSEGURIDAD EN EL INTERIOR”


20559-foto10 (16k image) (Por Andrés Lavaselli, de la redacción de DIB).- Parecía que nunca iba a pasar, pero pasó: el interior bonaerense entró en crisis de inseguridad. El intendente de Junín, Mario Meoni, dio voz oficial al terror que por estos días quita el sueño a muchos habitantes de esas zonas: “no queremos convertirnos en una ciudad del Conurbano”. En esa pesadilla resumen un presente donde la vida de puertas abiertas dejó de ser una marca de identidad...


El abogado y licenciado en Seguridad Luis Vicat, cree que la “conurbanización” ya está en marcha y traza un diagnóstico alarmante de la evolución que puede tener la crisis. Para este experto, que da cursos en el exterior y atiende la seguridad corporativa de importantes empresas, creer que la crisis se soluciona con más patrulleros y agentes “es una ingenuidad”.


¿En términos de seguridad, el interior bonaerense se puede “conurbanizar”?
Eso ya comenzó. Y se va a agravar. Eso es lo que indican todas las reglas de prospectiva y análisis de inteligencia criminal. Es decir, el problema que se viene ahora es justamente la intensificación del derrame delictivo hacia el interior. Y la replicación de conductas, porque los delincuentes copian. El delito muta y migra.


¿Quiere decir que el Conurbano exporta modalidades delictivas?
Si la provincia comienza, no digo a reducir porque sería demasiado optimista, sino a contener el fenómeno delictivo, la resultante va a ser el trasvasamiento de figuras delictivas. Ya apareció el trasvasamiento en el ámbito rural, con algunas figuras que son casi realistas, como el robo de cosechas completas. Tenemos el robo de colmenas completas, con miel y abejas incluidas. Robos de silos enteros.


¿Conoce algún caso de ese tipo?
Por supuesto, casos documentados y denunciados. Y a ese tipo de robo que no conocíamos, le tenemos que agregar el típico delito de la delincuencia del Conurbano: secuestros express y virtuales que se da en ciudades medianas y en productores que aparecen aislados en un mar verde de soja, totalmente expuestos.


¿Hay bandas que van del Conurbano al interior?
Sí, pero el fenómeno más nuevo es otro. Así como hay tours de compra a la feria de la Salada, hay tours delictivos al interior. Muchos trabajan con algún dato de inteligencia previa –lo que se llaman “dateadas”- que entrega gente del lugar, que dicen por ejemplo “el productor fulano tal día embarcó cuatro camiones de hacienda”.


¿Y bandas locales en ciudades medianas del interior?
Ese es el fenómeno más peligroso, que es el de la replicación. Todos los asentamientos, incluso los más caros, como los countries, tienen su propio cordón carenciado alrededor, que lo delimita. Casi como si fuera un subproducto. En estas ciudades medianas se han ido desarrollando zonas carenciadas en las cuales se va dando el ingreso de la droga y esto genera, hasta por efectos de imitación, la creación de pequeñas pandillas.


¿La Provincia está preparada para afrontar el “derrame delictivo” hacia el interior?
Todo esto tendría que ser objeto de una prospectiva y un análisis previo. Tal vez se esté haciendo muy en secreto, pero no parece: los resultados muestran que el campo está dejado a la mano de Díos. No hay lo que se llama planificación estratégica pre delictual.


Hasta ahora Stornelli respondió a los reclamos enviando más patrulleros o más hombres ¿Es correcto?
Cuando yo escucho que alguien con muy buenas intenciones, un intendente o un ministro, anuncian o piden más patrulleros o efectivos lo primero que pienso es ´eso no soluciona absolutamente nada´. Para los memoriosos les recuerdo lo que ocurrió en el año 1995: se compraron 600 patrulleros y casi 40 helicópteros y la seguridad no mejoró, sino que empeoró. Me remito a hechos concretos y comprobables. Tener un patrullero nuevo significa a veces que va a llegar cinco minutos antes al lugar dónde mataron a alguien.


¿Pero no tiene valor disuasivo?
Hay algo que se llama “saturación preventiva”, de lo que se habla mucho por estas horas. Pero para hacer eso con efectividad habría que comprar 10 mil patrulleros, reclutar 100 mil policías y económicamente eso es imposible. No hay que engañar a la gente en ese sentido.


¿Entonces?
Hay que hacer inteligencia criminal preventiva. Saber, porque si queremos saber, sabemos, dónde se producen los nodos protodelictivos, estudiar la evolución de las pandillas que ya tenemos instaladas, determinar cuáles son las cocinas y las rutas de la droga, detectar correctamente el problema de la drogas en los boliches del interior. Si sabemos todo eso, podemos prevenir. Hay que estar un paso adelante y no un paso atrás. Este me parece que es el secreto. Si no, pasa como con los desarmaderos: supuestamente fueron eliminados. ¿Qué paso en realidad? Empezaron a proliferar pequeños desarmaderos en pueblos rurales, además de otros en casas de familia.


¿La patrulla rural sirve para algo?
Ahora se anunció que se va a volver a implementar. Espero que se implemente bien y no vuelva a ser una excusa para pedir vales de nafta. Pero hay que decir una cosa, la camioneta que cada tanto recorre los caminos vecinales y se la ve venir a cuatro kilómetros de distancia es casi folklórica, pero no va a dar resultados.


¿Cómo controlar en el campo, entonces?
Hay tecnología de punta, hay por ejemplo aviones no tripulados que son relativamente baratos y pueden patrullar centenares de kilómetros.


¿La policía comunal es una respuesta?
Hay que tener cuidado. Puede ser eficaz, pero hay que evitar tener policías ricas o pobres dependiendo del distrito donde estén. Este es el siguiente problema en el avance de la política de seguridad actual, cuando empiezan a haber las discrepancias entre las distintas zonas.


En muchos lugares ha habido discusión respecto a las cifras del delito, si hay ola de robos, si los índices son normales. ¿Cuál es la realidad?
La estadística oficial, en la gran mayoría de los delitos equivale a un 20 o 25 por ciento de lo que realmente ocurre. Inclusive en el caso de los homicidios y los robos de autos. Hay un montón de gente que aparece muerta y nadie reclama. En automotores, el primer robo se denuncia para cobrar el seguro; pero el robo del robo del robo, hasta que el auto termina siendo un remís en el fondo del Conurbano para transportar paco, ese robo no se denuncia. Hay que sincerar las cifras, actualizarlas y hacerlas públicas.



¿Sin eso no hay mapa del delito real?
Para poder hacer un mapa del delito confiable, es fundamental hacer la denuncia, Ahora, si lo que pasa es que alguien denuncia y después le queman la casa, no se puede. Por eso, es necesario recuperar la confianza. Esa sensación de que el Estado puede proteger.



RECUADRO
DEL EDÉN BUCÓLICO A LA “COMUNIDAD SEGURA”
El interior era sinónimo de hospitalidad con el foráneo, de puertas abiertas y chicos jugando en la calle sin vigilancia. Un edén de seguridad. Vicat cree que esa época se fue para siempre. “Lamentablemente, esas pautas del interior van a tener que ser reemplazadas progresivamente, sin que esto implique culpa o pecado. Es el progreso”, dice con alguna ironía.


Un cambio de costumbres es difícil de lograr
Va a haber una resistencia del hombre del interior a absorber prácticas de autoprevención que vienen de las grandes urbes. Pero se van a tener que aggiornar o van a salir muy perjudicados.


¿Qué opinión tiene de las iniciativas de autodefensa?
Ha habido casos en la provincia de Buenos Aires donde se le quemó la casa a la familia de un supuesto violador y después se comprobó que no tenía nada que ver. Pero sin llegar a esos extremos es muy peligroso para quien lo ejerce, personas que dicen juntémonos para defendernos y se gritan a través de los techos: lo más probable es que terminen matándose entre ellos.


¿Y las críticas a la justicia, por ejemplo por los chicos-delincuentes que “entran por una puerta y salen por la otra”?
La gente lo denuncia con buen criterio. No entienden por qué el menor le dice: yo tengo 13 años, te mato y salgo antes de que tu familia termine de hacer la denuncia. Eso es real porque la legislación hoy está programada de esta manera. Por eso, me parece que acentuar sobre el que aplica la legislación no es muy conducente. Un fiscal no puede mejorar la ley. Hay que tener cuidado con el reduccionismo y el simplismo el algún discurso. El reproche social tiene que estar muy bien encaminado para no terminar siendo usado por intereses que no son buenos. (DIB)


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