PAGINA PRINCIPAL TAPA PAPEL CONSULTAR ARCHIVOS POR FECHA AVISOS FUNEBRES CONTACTESE

Enviar Artículo a un amigo  
Imprimir Artículo IMPRIMIR ESTE ARTICULO

06/01/2008
sistema de alta producción

El campo se convierte en fertilizante-dependiente


El uso de fertilizantes en el período 2006-2007 llegó a los 3,7 millones de toneladas. La deficiencia de fósforo constituye una alarma en el sector agrícola. Los expertos advierten sobre el problema. En nuestra zona se redujo dramáticamente la disposición de fósforo...


El campo argentino se está convirtiendo en fertilizante-dependiente, en un escenario de adicción que le permitirá recibir este año hasta cuatro millones y medio de toneladas de productos sintéticos de origen químico, mientras crece la fertilización en soja y se abre una ventana para los productos naturales, orgánicos y biológicos.


Más de 30 millones de hectáreas cultivables de soja, trigo, maíz y girasol están hambrientas en suelos que ya no pueden producir sin el agregado de macro-nutrientes porque la tasa de extracción de nitrógeno, fósforo y azufre es superior a la reposición que se realiza en cada campaña.


En la zona núcleo Pergamino, se redujo dramáticamente la disposición de fósforo (P) en los suelos: hoy se miden 10 partes por millón promedio contra las 80 partes de fósforo por millón que había hace cuatro décadas; y en Colonia Agrícola de Santa Fe ya se evidencia falta de azufre, según evaluaciones de la Asociación Civil Fertilizar.


El uso de fertilizantes pasó en una década (1991-2001) de 418 mil toneladas a 1,3 millón de toneladas, y en el período 2006-2007, la cifra llegó a los 3,7 millones de toneladas. Si el clima acompaña, y se cumplen las expectativas de siembra (más de 16 millones de hectáreas de soja), el sector planea colocar en el mercado, en la nueva campaña agrícola, 4,5 toneladas de productos que movilizarán unos 2.000 millones de dólares.


“En un sistema de alta producción –como es el caso argentino– los requerimientos nutricionales se incrementan, como ocurrió con la fertilización de la soja que en el último año aumentó un 10%”, explicó Fernando García del Instituto Internacional de Nutrición de Plantas (IPNI).


La deficiencia de fósforo constituye una alarma en el sector agrícola ya que la soja necesita 8 kilogramos para producir una tonelada de grano y sólo recibe el 16 por ciento, el maíz necesita cuatro kilos y se le aplica el 67%; mientras que el girasol requiere de 5 kilogramos pero la fertilización le da el 40% de lo que necesita absorber.


El ingeniero Roberto Casas del Instituto de Suelos del El Instituto Nacional de Experimentación Agrícola (Inta) Castelar considera que la baja reposición de fósforo llevó a la reducción de una parte por millón por hectárea por año (un miligramo de fósforo por kilo de suelo) en el norte bonaerense y de dos partes por millón por hectárea por año, en el oeste bonaerense.


La Asociación Civil Fertilizar, que maneja la red de transferencia tecnológica a los productores a través de la difusión, analiza que la extracción de nutrientes por parte de la soja fue en el 2007 de unos 1.600 millones de dólares, y que la fertilización de ese cultivo sólo repuso 350 millones de dólares. En la cuenta que surge de transformar a fertilizantes los nutrientes extraídos por la planta y valorarlos en dólares, el balance en el maíz fue negativo: la extracción se calcula en 600 millones de dólares con una reposición de 190 millones de dólares, mientras que en trigo se cubrieron las expectativas.


Uno de los trabajos que realiza Fertilizar apunta a determinar qué nutrientes quedan en los suelos de Argentina. En lotes con suelos intoxicados luego de 35 años de agricultura, el Inta comprobó que el contenido de calcio se redujo un 20% y el magnesio en un 50 por ciento, durante los últimos 35 años. (La Republica)


VOLVER A PAGINA ANTERIOR




Home | Tapa | Archivos | Fúnebres | Consultas
© Semanario Colón Doce - Todos los Derechos Reservados