El sábado y los domingos los que circulan por las calles de Colón se pueden dar cuenta que el problema del alcohol y otras sustancias crece.
La rotura de vidrios, canteros, farolas de la plaza, luminarias, tachos de basura, nos señala sin equivocación que existe un grave problema en un sector de la juventud y que no hemos podido resolver.
También se suceden las peleas individuales y trifulcas, donde se apela muchas veces a un arma de fuego para atemorizar un cuchillo que ya fue usado con un joven herido hace pocas semanas.
Una investigación entre los remiseros nos indica que ya no quieren salir a trabajar los fines de semana y que el mayor problema lo tienen con el sector de las adolescentes que apenas tienen 13 o 14 años “no queremos comernos un garrón judicial en cualquier momento”.
Tampoco alcanza con que las patrullas policiales den vueltas y miren sin intervenir o que los inspectores municipales estén parados en una esquina. Se debe ir al fondo del problema.
Además se tiene un alcoholimetro que no se usa. ¿Por qué?
Una problemática generalizada
El abuso en el consumo de alcohol en menores de edad y jóvenes se convirtió en una señal de alarma en Argentina, ya que el 50 por ciento de las personas que ingresan en un Centro de rehabilitación tienen entre 15 y 22 años.
La Subsecretaría de Atención a las Adicciones de la provincia de Buenos Aires realizó recientemente un estudio que lo confirma. Dice que el promedio de edad de las personas que están en tratamiento es de 19 años.
Desde los Centros de Rehabilitación se comparte con el preocupante diagnóstico de la dependencia gubernamental: en todos los casos relevados hubo por lo menos un paciente de 15 años o aún de menor edad.
La mayoría de las personas que se acercan a Alcohólicos Anónimos, para buscar ayuda lo hacen porque tienen un problema con el alcohol aunque, explican allí, es muy común recibir y atender a gente con otro tipo de adicciones.
En esta mundialmente reconocida institución, también confirman que el 50 por ciento de quienes allí se tratan tiene entre 15 y 23 años.
Los especialistas destacaron que en la adolescencia, los problemas de socialización pueden formar parte del cóctel de padecimientos que trae la pubertad, y en esa edad es cuando los jóvenes empiezan con el alcohol.
Según indicó un estudio de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) indica que la edad de inicio en el consumo de alcohol es los 15 años. La investigación, realizada en 2006 sobre 3365 personas, revela que el problema no es exclusivo de las clases sociales más bajas: en este estudio, los encuestados fueron estudiantes universitarios de siete casas de estudios de la zona metropolitana.
Otro informe, realizado por la Subsecretaría de Atención a las Adicciones bonaerense, señaló que el 99 por ciento de los jóvenes llegan a la mayoría de edad, los 18 años, ya iniciados en el consumo de alcohol.
Wheelwright intensificará controles de alcoholemia
También se hará campaña para que los padres no compren ciclomotores a sus hijos.- entre otras cosas-
Los responsables de Tránsito en comunas del sur provincial se reunieron con el subsecretario de Transporte, Miguel Latorre, para desarrollar un plan de trabajo que permita disminuir y prevenir accidentes. Tanto los jueces locales como los responsables de la seguridad en las comunas destacaron problemas comunes: la conducción de menores sin carné y los vecinos que manejan alcoholizados.
En el primer caso, funcionarios de Alcorta, Bigand, Melincué, Wheelwright y Máximo Paz intentarán acordar una campaña de concientización para padres de menores a fin de que no les compren motos ni les permitan manejar automóviles.
En cuanto al problema del manejo en estado de ebriedad, desde la Subsecretaría entregaron alcoholímetros para iniciar los controles. “Nosotros vamos a capacitar a los agentes y luego cada localidad dispondrá del tiempo de organización para los controles. La idea es que actúen unificados en días y horarios en varias comunas”, señaló el subsecretario Latorre, quien estimó que para fines de octubre o principios de noviembre esta metodología ya se aplicará en el sur santafesino.
Si bien no existen estadísticas de pequeños accidentes donde no hay lesiones ni muertes, destacaron que son frecuentes y que la idea es prevenirlos. “En general somos personal de carrera, por lo que este trabajo se hace de manera que a pesar de que una gestión se mantenga una continuidad”, expresaron los funcionarios comunales.
Entre los problemas que salieron de la reunión, que forma parte de un programa de la subsecretaría, es la falta de una sanción unificada. “Nosotros podemos trabajar sobre todo en la prevención y en buscar las herramientas que unifiquen criterios de sanción”, indicó Latorre
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